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New York, Cuartel SSR

Coulson se encontraba en su despacho en las antiguas oficinas de la SSR dónde estuvo trabajando la famosa Agente Carter, estaba mirando la gran pantalla que cubría toda una pared de la sala donde varios satélites hackeados por Daisy estaban buscando al soldado más buscado en los últimos tiempos: el gran Soldado de Invierno.

Hacia unos años su amiga Seera le había pedido el favor de buscarlo y le había dado toda la información que ella tenía en su posesión. Sabía absolutamente todo de ese hombre: cuando lo despertaba, como lo habían entrenado, que le habían hecho, cuantas personas había asesinado, a quien... Sabía hasta cuando comía.

No le hacia mucha gracia buscar a un asesino en potencia de H.Y.D.R.A. pero lo hacia por Seera, que era como su madre. La había conocido hace mas de veinte años cuando empezaba en la organización de la cual ahora es director, se encontró por primera vez con ella poco después de que la Capitana Marvel apareciera en su vida y la de Fury. Pasaron dos años en los he hablaba lo justo con ella y, sinceramente, solo la aguantaba por Fury que por algún motivo, le caía bien.

Cuando este ascendió a director y él a, prácticamente, su mano derecha tomo más contacto con la muchacha y tuvieron varias misiones juntos. Ella se comportaba como una madre orgullosa con su hijo, siendo este Coulson, este no lo entendía del todo pero irradiaba algo agradable que les llevó a tener esa relación maternal tan bonita que tenían hoy en día.

Así que si, definitivamente estaba buscando al puño de H.Y.D.R.A. como favor a su madre.

Un punto rojo se iluminó en el mapa estando justo en Valencia, España. Cogió la tablet que tenía al lado toquetando un par de cosas ampliando el mapa dejando ver varias imágenes de quien había estado buscando. Había tardado años pero por fin lo habían conseguido.

-¡Melinda! - gritó el director de S.H.I.E.L.D. bastante feliz para llamar a su mano derecha. Esta apareció unos segundos después algo agitada porque había ido corriendo, creyendo que era algo grave. - Lo he encontrado.

-Llama a S, hay que decírselo ya. - comentó la asiática acercándose a Coulson, estando los dos enfrente de la pantalla.

-No, creo que lo mejor es capturarlo y luego decírselo.

-¿Seguro, Coulson?

-Ella ahora tiene el problema de los Vengadores. - respondió Phil con su típica cara pensativa de cuando va a cometer una locura. - Iremos solos.

Melinda le miro con cara muy enfadada, sabia que saldría bien, confiaba ciegamente en Phil, pero no le gustaba su estilo tan suicida. Aun así, sin recriminar nada, fue a llamar al equipo que formaban Yoyo, Mack, Daisy y sus dos queridos científicos Simmons y Fitz. La morena estaba recorriendo los pasillos del lugar buscándolos aunque podía intuir donde estarían, siempre se encontraban en el mismo sitio. Primero recogió a Yoyo y Mack que estaban en el garaje jugando con alguno de los coche que el chico adoraba arreglar, a Daisy se la encontró en el camino al laboratorio donde estaban los dos últimos integrantes. 

El grupo quería respuestas ya, no podian esperar para saber que era esa alarma que se habia disparado en todos al ver la mirada de Melinda. Nunca iba ella personalmente a agruparlos, normalmente usaban el megafono. La búsqueda del soldado había sido un secreto bien guardado por el director, pero ya era momento que decirlo y mas si necesitaba la ayuda de ellos.  Estaban impacientes por saber porque eran llamados ya que normalmente sabían las misiones de antemano, no de esta forma tan secreta que estaba ocurriendo en ese momento. Entraron al despacho de Coulson viéndolo toquetear mas cosas en esa pequeña tablet que nunca, estaba realmente impaciente. 

-Cierra la puerta. - dijo el director a la asiática quien obedecio algo molesta. Phil comenzo a poner fotos, videos y archivos de el Soldado de Invierno. - Quien veis en pantalla es nuestro objetivo, me lo teneis que traer vivo por orden de Seera.

Metamorphosis | Bucky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora