8. Amargas verdades

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Megan Trainor | Kindly Calm Me Down

"Después del primer abrazo, nunca imaginé anhelar tanto el calor de tu cuerpo." †Robinson Aybar†

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Los dedos se me engarrotan mientras me aferro a la tela de su camisa, aunque eso no me disuade de soltarlo y él no dice nada, ignorando por completo el que lo esté mojando.

Permite que lo use de ancla mientras yo permito que los fantasmas de mi pasado me claven las garras, desgarrando mi alma mientras utiliza los peores momentos de mi vida como combustible. Estoy tan sumida en mi mente que ni siquiera me doy cuenta cuando me saca del baño y de la habitación.

«Apenas registro algo cuando el siguiente golpe impacta en mi abdomen, Tyler parece poseído, no escucha, no razona, está cegado por la furia. Aprieto la mandíbula, soportando la siguiente tanda de golpes que llega.

—¡Eres una zorra inútil! ¡Una puta cosa te pedí! ¡¡Una!! Pero no podías mantener esa boca cerrada, tenías que humillarme frente a todos, ¡¿eh?! Porque eres una puta egoísta, tu padre no te educó bien.

El sonido de la hebilla del cinturón me hace estremecer, sé lo que sigue. Puedo escuchar el cuero romper el aire antes de aterrizar en mi piel ya demasiado frágil. Pienso en papá, sé que, si supiera de esto, no lo pensaría para sacarme de este lugar, pero es mi culpa y no quiero problemas, no debí haber...

No tengo tiempo de pensar nada cuando patea mi cabeza dejándome inconsciente. Bendita inconsciencia.»

Ya no solo se siente como si fuera una ladrona en un cuerpo que no me pertenece, sino que comienzo a crear escenarios...

Recuerdos, eso es lo que es.

No, la vida no puede ser tan hija de puta.

¿Es acaso una especie de juego retorcido del destino? ¿Por qué? ¿Qué motivo razonable puede haber para tanta basura? ¿Era necesario tanto sufrimiento para probar...? ¿Qué? ¿Que merecía ser tratada como un ser humano?

«—Era su vida o la tuya —me encojo ante su voz cerca de mi oído. Inhala mi perfume ruidosamente —. Ahora él tiene un corazón roto, pero al menos está vivo, ¿no?»

Sollozo, luchando por encajar las piezas que faltan a mi rompecabezas. El vacío en mi mente nunca fue tan insoportable, pero hay algo en esos meses en los que desaparecí que necesito descubrir. Necesito saber por qué mi cerebro no puede dejar de mezclar mi vida con la de Coraline.

Lo admito, he tenido la ligera sospecha, pero cuando Alessandro dijo que esa mujer no fue su amante, supe que era algo más. Porque cuando traigo a mi mente esa conversación incompleta, no puedo evitar notar la desesperación en la voz de Coraline.

Entonces están esas otras lagunas con esa voz siniestra mientras recita cada amenaza.

Y ese extraño sueño durante el hospital...

Cierro los ojos, sintiendo el enojo volver al recordar que esa biografía es lo que el mundo cree que pasó. Odio que nadie pudiera saber los detalles más oscuros de mi vida, porque ahora solo parece que era alguien demasiado débil para sobrevivir. Me pregunto si mi muerte le dio eso que tanto anhelaba, si acaso valió la pena para él.

Y mis padres, ¿realmente creyeron esa historia?

Padre siempre aseguró que yo era su pequeña. Su princesa.

«¿El mismo que te repudió por medio de una carta?»

La crueldad sobraba.

Incluso si es la verdad.

Almas Corrompidas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora