Capítulo 2: La lista

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—Suficiente drama por hoy, Hal. Es hora de animarnos un poco.

Saca de la mochila negra que suele llevar al instituto una amplia variedad de tabletas: Reeses, Hershey's, Whoppers...

—¿Puedes comer azúcar?

—¿Perdona? ¡Claro que puedo comer! Y aunque no pudiese lo haría, lo sabes.

Cierto. No sé ni para qué le pregunto. El chocolate y él son inseparables.

—Dame unos Reeses—le pido mientras se me escapa una mueca, un burdo intento de una sonrisa.

—Así me gusta.

Coge el paquete naranja y me lo da. Lo abro y me llevo la primera chocolatina a la boca. Él me mira con ojos de corderito, sabiendo que no soy capaz de resistirme.

—Siempre haces lo mismo.

—Es que son los últimos—dice y su boca esboza una gran O.

Niego con la cabeza y le doy una de mis chocolatinas.

—Solo una, no te emociones—advierto divertida. Él se la come de un bocado y abre una tableta de chocolate con leche, su favorito. —¿Qué has estado haciendo? —inquiero una vez que he terminado de comerme mis dulces.

—No mucho. Aunque he escrito esto, échale un vistazo.

Me muestra su cuaderno de matemáticas. Suele tomar apuntes en sus libretas de monólogos o ideas que se le vienen a la mente y que después me pide que les desarrolle. Él se atreve a soñar y a mí me gusta hacer realidad sus fantasías.

—No es lo que piensas—advierte antes de buscar una página en concreto.

—¿Nada de monólogos? ¿Ni si quiera un teatro corto? —él niega con la cabeza.

Leo el título "Cosas que hacer antes de mudarme al otro barrio". Este está subrayado con un boli negro, haciéndolo resaltar todavía más. Bajo esas palabras encuentro una lista de dieciocho cosas, ninguna mínimamente relacionada entre sí.

—¿Qué es esto? —pregunto intrigada.

—Eres una cerebrito, lo sabes de sobra—comenta con cierta burla. —Vale, vale, te lo explico—cede ante la falta de reacción por mi parte. —Cuando me hacían la biopsia coincidí con otro chico en mi misma situación. Estuvimos hablando de experiencias que nos habría gustado vivir y me dio por escribirlas. Estaba añadiendo un par más antes de que aparecieses.

Repaso con atención la lista. Está encabezada por un sueño que ha tenido desde que lo conozco, ir a Hollywood. Le sigue:

2.Aprender a conducir.

3.Hacerse un tatuaje.

4.Comer sushi.

5.Ir de fiesta.

6.Emborracharme.

7.Ir a un concierto.

8.Liberar animales.

9.Cantar en un karaoke.

10.Tener sexo.

11.Colarme en un cine.

12.Ir de acampada.

13.Aprender a tocar un instrumento.

14.Interpretar un monólogo con público.

15.Ayudar a la policía.

16.Volver a jugar al baloncesto.

17.Graffiti.

18.Saltar en paracaídas.

—Es una estupidez, ¿no?

—Siete liberar animales; Once colarse en un cine; Diecisiete hacer una pintada...Todo esto está mal, Louis. No son cosas que debas hacer, ¿por qué las apuntas? —ignoro su pregunta.

Operación CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora