𝒮𝓃𝑜𝓌𝒷𝒶𝓇𝓇𝓎 𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈

El momento exacto

Si tan sólo Barry se hubiese dado cuenta antes del momento exacto en el que se enamoró de cierta bioingeniera de cabello castaño y piel de porcelana, tal vez, en este momento, no estaría no estaría sólo en su departamento, lamentándose mientras que aquella chica que le robó el corazón está en una cita con aquel desagradable hombre que conoció mientras Caitlin trabajó en MERCURY LABS, Eliot, hasta el nombre le resultaba molesto, presuntuoso y de alguien que, seguramente, no tenía buenas intenciones.

Pero ¿cómo fue que no lo notó antes? Todas las señales estaban ahí, el hecho de que, siempre que ocurría algo o que un nuevo metahumano atacaba, ella era la primera persona a la que checaba para saber que estaba bien.

La forma que la miraba con asombro cada que ella hablaba de ciencia o de cualquier cosa que le apasionara, cómo su corazón dolió un poco cuando la vio casándose con Ronnie y cómo ella fue la primera persona en quien pensó cuando Joe le dijo de reconstruir las cosas que verdaderamente importan.

Barry salió de su trance cuando su teléfono sonó. En la pantalla se leía el nombre de la dueña de todos sus pensamientos. Apenas apretó el botón, pudo escuchar la voz de su médica personal.

"Aló, Barry" dijo ella de forma apresurada.

"Caitlin, ¿qué pasa? ¿estás bien?" respondió un poco preocupado.

"Sí, lo siento. No quise preocuparte, es sólo que... ¿podrías venir por mí?"

"Creí que tenías una cita"

"Y así fue, pero Eliot se tuvo que ir, una emergencia de trabajo o algo así y, ya que él pasó por mí, no tengo mi coche y apenas me voy dando cuenta de que no traigo dinero en mi bolso así que no puedo pedir un taxi, lo siento mucho, sé que posiblemente tenías planes, sabes qué, mejor déjalo" empezó a divagar la chica al otro lado del teléfono. Casi podía imaginarla paseando de un lugar a otro, con la cabeza baja y las mejillas sonrojadas. El simple pensamiento de ello hizo que una sonrisa se formara en su rostro.

"Cait" habló él para que su amiga dejara de divagar.

"... creo que mejor le hablaré a Cisco para que venga por mí" continuó ella.

"Cait"

"No te preocupes más por mí y continúa con lo que estabas haciendo, perdón por molestar"

"¡Caitlin!" exclamó, no le gustaba para nada alzarle la voz a la bioingeniera, pero era lo único que podía hacer para que lo dejase hablar.

"¿Qué?"

"Primero que nada, respira"

"Ok, lo siento"

"Bien, ahora, dime en donde estás y yo voy por ti, no es molestia, no interrumpiste nada y no hay necesidad de hablar a Cisco, quien posiblemente esté haciendo maratón de Star Wars"

"Tienes razón, te compartiré mi ubicación ahora mismo" Hubo una pausa en el otro lado de la línea. "Listo, ya te la envié" dijo Caitlin.

"Bueno llego ahí en un Flash" bromeó el velocista.

"Sólo tú, Barry Allen, aquí te espero"

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Barry encontró a Caitlin, estaba parada sola afuera del restaurante en el que había tenido la fallida cita, traía un vestido rosa que se ajustaba perfectamente a sus curvas, el velocista casi sintió sus rodillas desfallecer ante tanta belleza.

"Cait", su nombre sonó casi como un suspiro.

"Barry", ella lo volteó a ver al escuchar su nombre "hola..." pausó por un momento "lo siento", dijo con la cabeza baja.