Nota: Ronnie sí murió definitivamente la noche de la explosión del acelerador de partículas.
Después de aquella noche en el bar-karaoke, Barry no puede dejar de pensar en lo linda que se veía la doctora Snow en ese 'malvado' vestido, tal como ella lo había llamado. Aunque ella se veía linda todo el tiempo, incluso cuando, según ella, se viste como directora de secundaria.
Una sonrisa se formó en su rostro al recordar el comportamiento tan despreocupado de la doctora Snow, la manera en cómo la conversación se dio tan fluida, su risa, su valentía al subir al escenario y pedirle que cantara a dúo con ella.
Recordó, también, lo tierna que lucía Caitlin en su pijama, lo vulnerable que se escuchó su voz cuando le pidió que se quedara con ella hasta que se quedara dormida. Por supuesto que se quedó.
Luego de unos días, se dio cuenta de lo mucho que quería volver a salir con ella, así que, contra todo pronóstico, se armó de valor y le pidió una cita.
"Cait, hola", la llamó mientras entraba en el laboratorio de la bioingeniera.
"Oh, hola, Barry. No te vi llegar" lo saludó con una sonrisa. "¿Pasa algo?" le preguntó.
"Sí, bueno, no... en realidad" respondió con nerviosismo. "yo, eh, ¿recuerdas la otra noche, en el karaoke?" preguntó.
"Oh, Dios, no me hagas recordar las locuras que hice" dijo ella, sonrojándose y llevando sus manos a su rostro para esconderse detrás de ellas.
"No, no. Nada de eso, de hecho, lo que te quiero decir es" continuó hablando Barry mientras pasaba su mano por detrás de su cuello, clara señal de su nerviosismo, "que me la pasé muy bien esa noche, contigo, me divertí mucho y estaba pensando que quizá podríamos, si tú quieres, repetir algo parecido" concluyó.
"¿Quieres ir al karaoke de nuevo?" preguntó ella, pero antes de que Barry pudiese contestar, ella siguió hablando, "Me parece buena idea, incluso podemos invitar a Cisco esta vez, y al resto, sería muy divertido" continuó hablando emocionada.
"No, yo, ehh", Barry se quería dar una palmada en la frente a sí mismo, ya que al no haber sido claro, Caitlin malinterpretó las cosas, "en realidad, yo no me refería a ir al karaoke de nuevo, sino que tú y yo podríamos salir de nuevo... solos" finalizó.
"Oh" exclamó ella, entendiendo ahora lo que el velocista trataba de decirle.
"Aunque si tú quieres, podemos ir al karaoke, no hay problema, simplemente me gustaría llevarte a un lugar más tranquilo, donde podamos conversar a gusto, cenar rico y..."
"¿Barry Allen, me estás invitando a una cita?" preguntó juguetonamente.
"¿Sí?" respondió dudoso.
"¿Sí?" repitió ella.
"Sí, lo siento, estoy bastante nervioso" dijo él, "La respuesta es sí, quiero que salgas a una cita conmigo, esta noche, ¿qué me dices?" preguntó ahora con más seguridad.
"Con una condición" le respondió ella, él la miró expectante, "Lo que pasó la noche del karaoke deberá seguir siendo nuestro secreto" le dijo.
"Por supuesto, doctora Snow, será nuestro pequeño secreto", le dijo juguetonamente y le dio un pequeño beso en mejilla.
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Esa noche, Barry pasó por Caitlin a su casa, en el momento que ella abrió la puerta. Barry sintió que todo el aire en sus pulmones se esfumó, la palabra hermosa, se quedaba corta.
Caitlin se veía perfecta, traía un corto vestido rojo, liso y con dos delgados tirantes, se ajustaba a sus curvas perfectamente y mostraba sus largas y tonificadas piernas, el maquillaje en sus ojos era muy discreto, lo que dejaba resaltar sus carnosos labios rojos, a juego con el vestido. Como accesorios traía unos aretes dorados, un pequeño collar dorado y para finalizar el look, zapatillas doradas.
"Te ves... wow" dijo Barry.
"Gracias, tú también te ves muy bien" responde ella, un poco sonrojada.
"Gracias ¿estás lista?" le pregunta mientras extiende su brazo para que ella entrelace su brazo alrededor de su codo.
"Tanto como pueda estarlo" dice ella.
Para esta noche especial, Barry rentó una limusina.
"¡Barry ¿qué?!" exclamó Caitlin, "esto es demasiado" le dijo.
"Claro que no" replicó el velocista, inmediatamente. "Cait, tú mereces esto y mucho más"
"No sé qué decir" admitió un poco sonrojada.
"No tienes que decir nada, simplemente déjame tratarte de la forma en que tú mereces, déjate llevar y disfruta" le pidió, "con suerte, al final de la noche, aún no te hartas de mí y me permites invitarte a una segunda cita, y a una tercera y a muchas más"
"Yo jamás me podría hartar de ti, Barry Allen" le dice con seguridad.
Ambos se suben a la limusina y se dirigen a su destino.
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Al finalizar la velada, luego de una cena deliciosa en el restaurante favorito de Caitlin, una charla amena y un romántico paseo a la luz de la luna y las estrellas, Barry y Caitlin por fin regresan al apartamento de la bioingeniera.
Estando en la puerta, tomados de la mano y mirándose el uno al otro, Barry miró a Cait y se acercó lentamente a ella, dándole oportunidad a la doctora de apartarse en cualquier momento, si es que no quería que sucediera lo que estaba a punto de pasar.
Pero Caitlin no se apartó, al contrario, se acercó hacia él, inclinando su cabeza y terminando de cerrar el espacio entre ellos.
Sus labios se movían en sincronía con los del otro, las manos de Barry en la cintura de Caitlin, atrayendo su cuerpo hacia el de él. Las manos de Caitlin, detrás del cuello del velocista, profundizando más el beso.
Lo que comenzó como un beso inocente, pronto se volvió una sesión de besos muy intensa, entraron por fin al departamento y Barry, de algún modo, logró cerrar la puerta con su pie. Atrapó a Caitlin entre su cuerpo y la pared, ella soltó un jadeo que hizo casi logró que Barry perdiera la cordura ahí mismo.
De pronto, las manos empezaron a navegar y acariciar el cuerpo del otro, la ropa les estaba pensando a estorbar, pero antes de avanzar más allá, Barry se sintió con la necesidad de confirmar que Caitlin estaba segura que eso era lo quería.
"Cait" soltó en un jadeo, "Si no paramos ahora, no sé si podré después"
"Entonces no pares" le respondió la doctora, también si aliento.
"¿Estás segura?" preguntó, "Si me dices que me quede, me quedaré" sus labios a pocos centímetros de su oreja
"Estoy segura, Barry" besó la comisura de sus labios y luego susurró en su oído, "Quédate, Barry. Quédate toda la noche, quédate toda la vida"
Y Barry se quedó, esa noche y todas las siguientes. Tal y como la doctora se lo pidió, se quedó para toda la vida.
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𝒮𝓃𝑜𝓌𝒷𝒶𝓇𝓇𝓎 𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈
Fanfictionʜᴏʟᴀ ᴀ ᴛᴏᴅᴏꜱ, ᴇꜱᴛᴀ ᴠᴇᴢ ᴇꜱᴛᴏʏ ᴅᴇ ᴠᴜᴇʟᴛᴀ ᴄᴏɴ ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ ᴅᴇ ᴍɪ ꜱʜɪᴘ ꜰᴀᴠᴏʀɪᴛᴏ, ᴇꜱᴘᴇʀᴏ ʟᴇꜱ ɢᴜꜱᴛᴇɴ, ꜱɪ ᴛɪᴇɴᴇɴ ɪᴅᴇᴀꜱ, ɴᴏ ᴅᴜᴅᴇɴ ᴇɴ ᴍᴀɴᴅᴀʀᴍᴇ ᴍᴇɴꜱᴀᴊᴇ ʏ ʏᴏ ᴛʀᴀᴛᴀʀÉ ʟᴏ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴘᴏꜱɪʙʟᴇ ᴅᴇ ᴅᴀʀʟᴇ ᴠɪᴅᴀ ᴀ ꜱᴜꜱ ɪᴅᴇᴀꜱ.