𝒮𝓃𝑜𝓌𝒷𝒶𝓇𝓇𝓎 𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈

La mañana siguiente

CONFESIONES PARTE 2

Después de una noche mágica, Caitlin despertó e inmediatamente notó que no estaba sola. Sintió un brazo que reposaba en su cintura y la silueta de quien la abrazaba por la espalda, un sentimiento de paz y tranquilidad se apoderó de ella y una sonrisa se posó en su rostro al recordar los eventos de la noche anterior. No había dormido así de bien en mucho tiempo, el calor y comodidad que le ofrecía el cuerpo del chico a su lado era demasiado placentero como para querer levantarse de la cama. Con cuidado de no despertarlo, giró sobre sí misma para poder verlo de frente.

Barry se veía tan tranquilo y lleno de paz en ese momento, muy diferente al estado de constante estrés y preocupación en el que se encontraba la mayoría del tiempo debido a su trabajo como CSI y también como héroe de Central City.

La luz de la mañana que empezaba a colarse por la ventana se reflejaba tenuemente en el rostro del velocista, haciendo que sus, prácticamente perfectas, facciones se iluminaran. La escena era demasiado perfecta y Caitlin deseaba que el momento durara para siempre, o al menos, poder tomar una foto para admirar por el resto de sus días.

Lentamente y con hesitación, empezó a acariciar el cabello del velocista. Era suave al tacto y provocó que una sensación recorriera su cuerpo. Qué no daría Caitlin por poder acariciar el rostro y cabello de Barry en cada oportunidad que tuviera.

Después de un rato, los ojos de Barry empezaron a abrirse poco a poco, parpadeando rápidamente para poder ajustar sus ojos a la luz de la habitación.

"Buenos días" dijo Caitlin en voz baja, no queriendo romper la calma y armonía del momento.

Barry inmediatamente le dedicó una sonrisa, "Buenos días, preciosa", acercó su rostro al de ella y le dio un casto beso, se apartó un poco para poder admirarla. El destello en los ojos de Caitlin, el resplandor se su sonrisa y el brillo de su piel casi provocan que el corazón de Barry salte de su pecho, "No sé cómo logras verte tan hermosa y perfecta siempre" le dijo mirándola a los ojos, pasando un mechón de cabello de la castaña por detrás de su oreja y luego dándole un beso en la frente, "pero definitivamente esta mi vista favorita de admirar"

Caitlin se sonrojó profundamente, llevando sus manos hacia su rostro en un intento por esconder la rojez de su rostro. "Barryyyy" dijo, arrastrando la última letra mientras lo empujaba de una manera juguetona.

"¿Qué?" preguntó el chico, totalmente entretenido por el tierno comportamiento de la doctora, "te ves encantadora cuando te sonrojas"

"Oh dios, siento que mis mejillas van a explotar" rió Caitlin, "Okay, suficiente charla cursi por el momento" dijo mientras se sentaba en la cama, alejándose así del abrazo.

"No, vuelve aquí" le pidió Barry, haciendo un puchero.

"Es tarde y debemos trabajar" le recordó la castaña.

"Sólo 5 minutos más" suplicó Barry, "Por favor"

"Okay, pero sólo 5 minutos" respondió la doctora.

"Lo que tú digas, Doctora Snow" le dijo Barry de forma juguetona. La atrajo hacia a él y empezó a besarla, primero un pequeño pico en los labios, luego un beso en la nariz, los ojos la frente, la mejilla y los labios nuevamente, pero ahora con más pasión.

"Mmmh" gimió Caitlin, lo que inmediatamente erizó la piel de Barry e hizo que se apartara un poco de su rostro.

"Me vuelves loco, Caitlin Snow" susurró con sinceridad.

"Y tú a mí, Barry Allen" respondió ella, con brillo indescriptible en sus ojos.

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