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Han pasado 4 meses desde que llegué a este infierno, y cada día es peor que el anterior.

He intentando escaparme tantas veces que ya hay el doble de seguridad dentro y fuera del edificio. Billie ha intentado detenerme en cada intento ¿Por qué ella no intenta escaparse también? En todo este tiempo no he logrado entender por qué quiere seguir en este basurero.

Lo único bueno que ha pasado durante estos meses es que pude conocer mucho más a Billie. Pero hay cosas sobre ella que aún son un misterio para mí y que muero de ganas por conocerlas. Tal vez esas cosas expliquen por que es tan odiosa a veces. En un momento puede estar de buen humor, y en un segundo no quita su mala cara y su actitud de mierda. Después podrán ver de lo que estoy hablando.

Estoy acostada en mi cama desde hace 2 días. No he comido nada y mi cuerpo no tiene la fuerza suficiente para levantarse e ir a insultar a Khalid, cuando regrese de Dios sabe donde. Hace 3 días que no sabemos nada de él, pero obviamente dejó a sus hombres cuidando todas las salidas posibles. Lo bueno de todo esto es que no tengo que ver ese maldito escorpión tatuado en su cara, ni tengo que aguantar sus gritos, sus ganas de coger 24/7 y su olor a sudor y marihuana. Aunque eso implique morirse de hambre.

Intenté dormir un poco, pero después de media hora la voz que menos quiero oír en todo el mundo se escuchó en el departamento.

—¿Donde están mis mujeres?— mierda, se nota que se pasó de tragos —¿Donde están mis putas? Las necesito ahora, tengo un trabajo para ellas— dijo riendo.

Pude escuchar como entró a la habitación de Billie, y unos segundos después escuché un golpe y como ella gritó "fuck". Aquí es donde empieza el infierno. También escuché como abrían de golpe la habitación enfrente a la mía (la de Khalid).

—Mierda Khalid, ten cuidado— dijo Billie.

Bueno, al menos hoy la eligió a ella y no a mi. Enserio no tengo fuerzas para moverme.

Unos minutos después Khalid abrió mi puerta, vino hasta mi cama y me agarró del brazo.

—Vamos, te necesito a ti también— dijo levantándome.

—Khalid no, no puedo— mierda. Creo que yo misma cave mi tumba.

—¿Cómo que no puedes?— dijo arrastrando sus palabras. Enserio se pasó de tragos.

—No he comido nada en días, enserio no puedo— dije intentando soltarme de su mano.

—No me importa, necesito que hagas esto ahora mismo— me soltó y caminó hacia la puerta —si en dos minutos no estás en mi habitación voy a dejarte otros tres días sin comida— dijo y se giró —ah, y voy a castigarte hasta que no puedas ni moverte por el dolor— entró a su habitación.

¿Por qué no puedo morirme ahora mismo? Solo quiero dejar esta mierda para siempre ¿es muy difícil?. Sabía que si no me levantaba de la cama él iba a dejarme el cuerpo totalmente morado. Y créanme que no quiero eso otra vez.

Saqué las pocas fuerzas que tenía (la verdad no se de dónde salieron) y me levanté. Caminé hacia su habitación y lo primero que vi fue a Billie sentada en la cama de Khalid.

Mierda.
Esto no puede ser verdad.

Desde que llegué aquí nunca he estado con ella (saben a que me refiero, nunca me había acostado con ella). Khalid nunca nos había puesto en la misma cama. Una vez lo escuché hablando con uno de sus guardaespaldas, el más cercano a él, y estaba diciendo que nunca nos haría tener sexo juntas, supuestamente por que le darían celos de que alguien más me viera de esa forma. Es por eso que no me obliga a dormir con sus amigos, pero a Billie si.

Pero volviendo al tema: mierda.

Creo que Billie también pensó lo mismo que yo por la cara que puso. Miró a Khalid y este solo soltó una carcajada, tomó más tequila y cerveza y se tiró en la cama.

—No sean tímidas, no es la primera vez que hacen esto— Al ver que ninguna hizo  nada se levantó y vino hacia mi —ya sabes que pasa si no lo haces– pude oler el aliento a alcohol que tenía. Me lanzó bruscamente sobre la cama, luego se subió encima mío.

Empezó a quitar mi  ropa con enojo mientras que Billie solo miraba, sentada a un lado de nosotros. Cuando estaba a punto de dejarme desnunda se quitó de encima mío y se acostó en la cama, a mi lado.

—Es tu turno, Eilish— ella abrió su boca para decir algo, pero se arrepintió y sólo se levantó de la cama. Sabía que iba a reprochar, pero también sabía que sí lo hacía iba a ganarse una golpiza por parte de Khalid. Empezó a quitarse la ropa lentamente, y cuando terminó Khalid bostezó y luego habló.

—Mierda, creo que estoy muy borracho— dijo casi susurrando, y luego se quedó dormido.

DIOS ES GRANDE SEÑORES.

Cuando está muy pasado de tragos se queda dormido, en cualquier lugar, a cualquier hora y como sea. Creo que es lo único bueno que tiene.

Billie y yo nos miramos y luego ella hizo señas para que saliéramos en silencio. Agarré mi ropa del suelo al igual que ella, Billie me extendió su mano, la tomé y salimos en puntitas.

Cerré la puerta lentamente para no hacer ruido y caminamos hacia la habitación de Billie. Miré nuestras manos y todavía estaban juntas, por lo que sonreí un poco. Ella cerró la puerta después de que entramos.

—Creo que Dios nos ama— dijo ella sonriendo.

—¡Enserio nos ama! No podría haber pasado un minuto más en esa cama sin vomitar— ella rió y empecé a vestirme.

—Yo también, su olor a alcohol, marihuana y sudor hacen que mi estómago se revuelva— dijo poniéndose su ropa también.

Billie se quedó mirándome fijamente mientras yo me ponía mi falda. La miré de vuelta y ella habló.

—No entiendo como es que alguien como tú terminó en esta mierda— se sentó en la cama.

—¿Alguien como yo?— me senté a su lado.

—Se ve que tienes, o bueno, tenías dinero. Además, no entendí muy bien lo de tu padre—

—¿Khalid te lo dijo?— respondí y ella asintió. Respiré hondo —si tenía dinero, pero mi padre es adicto a los juegos y apuestas. Al principio solo apostaba pequeñas cantidades de dinero, pero fue aumentando. Llegó a apostar nuestros autos y casas— dejé de hablar. Sentí como las ganas de llorar aumentaban cada vez más.

—Si no quieres hablar de eso está bien, no hay problema— dijo pero negué con la cabeza.

—Algún día tenía que hablar de eso— continúe —la verdad no sé qué pasó esa noche, pero mi pa... —iba a decirle "padre", pero no valía la pena— William llegó muy raro a casa, supuestamente estaba cansado por el trabajo. Todo pasó muy rápido, él me dijo que debía ir a la casa de mi prima al día siguiente, pero finalmente llegué a este lugar.—

Me largué a llorar. Billie pareció entender todo, abrió sus brazos y me abrazó. Mi llanto se volvió más fuerte y mi respiración más agitada. Era la primera vez en estos meses en la que me sentía protegida. Era la primera vez que no me sentía sola.

The bet [Billie Eilish] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora