15

551 58 17
                                    

Billie.

Estábamos en una sala con un balcón que dejaba ver a la perfección el octágono, la pelea ya había comenzado y los dos tipos golpeándose eran el centro de atención. De todos menos el mío.

Mi atención estaba en Alissa. Lo único que me gustaba más que ver a dos personas rompiéndose la cara era mirarla. En realidad, así no lo quiera aceptar, me gusta ella.

Admiraba cada parte de su rostro, sus expresiones, su cabello. Pero una mano en mi muslo me sacó de mi transe, era la mano de Thiago. La quité con rapidez, él frunció el ceño.

—Eres una puta, sé que te gusta— volvió a poner su mano, y empezó a moverla hacia arriba. Volví a quitarla con rabia, a lo que él, enojado, sacó un arma y la puso en mi cintura. —Vamos al baño— dijo y mordió su labio.

—No iré a ningún lado contigo— dije empujando el arma con mi codo.

—Si no lo haces te dispararé aquí mismo, no me importa que Khalid esté presente— cargó el arma, y un miedo intenso invadió mi cuerpo. —Vamos ya— dijo y se levantó despacio, yo hice lo mismo.

Khalid estaba borracho hablando con el padre de Thiago, por lo que no se enteró de que nos fuimos.

Thiago me agarró fuerte del brazo con su mano izquierda, mientras que en la derecha tenía el arma. Bajamos las escaleras y me llevó por un pasillo largo, la luz amarilla y el ruido ensordecedor hizo el camino aún más eterno. Casi al fondo, Thiago abrió una puerta gris, dejando ver un baño, tenía varios retretes divididos por cubículos hechos con paredes de metal, abrió la puerta del último de estos cubículos e intentó meterme. Me agarré con todas mis fuerzas de la puerta y de las paredes del cubículo haciendo de todo para no entrar ahí, luego de un rato forcejeando le pegué con mi codo en el estómago, por lo que él retrocedió un poco y yo pude correr hacia la puerta gris. Estaba a punto de abrirla, hasta que sentí como me golpeó con el arma en la espalda, haciendo que cayera al piso. Grité con todas mis fuerzas esperando a que alguien me escuchara, pero nada pasó. Me agarró del cabello y me arrastró otra vez hasta el último cubículo, me tiró con fuerza dentro, luego entró él y cerró la puerta del cubículo con seguro.

Nuevamente agarró mi cabello con fuerza haciendo que me levantara, luego lo agarró aun con más fuerza haciendo que mi cuello se doblara un poco para atrás y me habló al oído.

—Me he imaginado este momento toda la noche, desde que te vi no podía esperar más para quitarte este vestido y cogerte duro— puso su arma en mi cuello —y si intentas escapar te volaré la cabeza con un disparo— dijo y pasó su lengua por mi mejilla. Empezó a besarme la boca, yo lo único que sentía eran ganas de vomitar, de gritar y de llorar del miedo al mismo tiempo. Luego de unos largos segundos bajó sus labios hasta llegar a mi clavícula mientras guardaba su arma. Bajó el cierre de mi vestido y siguió besando mi cuerpo, después de un rato empezó a tocar mi trasero. Desabrochó rápidamente su pantalón y lo bajó un poco, luego subió mi vestido e intentó meter su mano en mí, hasta que abrieron la puerta gris de la entrada del baño de golpe. Thiago se distrajo, por lo que intenté quitar el seguro pero el agarró mi mano con fuerza, inhale profundo para gritar, pero Thiago puso su otra mano en mi boca.

—Si gritas estás muerta— murmuró.

Escuché como la persona abría una por una de las puertas de golpe, hasta que intentó abrir en la que estábamos, pero no pudo por el seguro.

—Thiago sé que estás ahí, abre la maldita puerta— esa es ¿Alissa? ¿Que está haciendo aquí?

—¿Y que vas a hacer si no lo hago? Eres solo una puta barata— dijo y soltó una risa sarcástica.

—Abre la puta puerta de una vez— Podía escuchar el enojo en su voz y su respiración agitada. Thiago no abrió la puerta, solo soltó mi mano y trató de sacar el arma, por lo que aproveché la oportunidad y rápidamente quité el seguro, y finalmente pude abrir la puerta, dejando ver a Alissa, parada apuntando con arma. Mierda, creo que ahora me gusta más.

Intenté correr pero Thiago puso su brazo alrededor de mi cuello apretando fuertemente, mientras que ponía su arma en mi cabeza.

The bet [Billie Eilish] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora