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Alissa.

Los asientos de Billie y Thiago estaban vacíos.

Sé que no es mi problema ¿Pero dónde están? ¿Acaso Billie aceptó irse con él?

¿Son celos? No lo sé, pero por la forma en la que él miraba a Billie claramente no voy a quedarme aquí sentada y dejar que se lleven a mi mujer. Mierda. No es mi mujer, solo es Billie.

Me levanté de mi lugar y giré, iba a caminar cuando sentí una mano en mi muñeca.

—¿A donde crees que vas?— dijo Khalid arrastrando las palabras. Está más que tomado, igual que siempre.

—Por si no te diste cuenta tu puta desapareció— dije y Khalid miró rápidamente hacia el lugar donde supuestamente estaba Billie.

—Mierda— creo que su borrachera se bajó al no ver a Billie —tu maldito hijo se llevó a mi puta— dijo agarrando al padre de Thiago del cuello de su camisa, casi ahorcandolo —y si le hizo algo te juro que lo mataré— lo soltó agresivamente.

—Mi hijo no haría eso, seguramente tú puta lo sedujo y fue a hacerle un oral— el hombre se levantó de su asiento —es una prostituta, no sé qué esperas de ella— dijo caminando hacia Khalid.

Nunca había visto a Khalid tan enojado, golpeó al padre de Thiago con todas sus fuerzas y sacó su arma.

—No te metas en mis asuntos hijo de puta— le apuntó la cabeza —la próxima que hables de mis prostitutas te mato y le mando tú cabeza a tu esposa— disparó al piso, solo a unos centímetros de los pies del hombre. Y si, él se cagó del miedo.

Salí de ahí y Khalid iba detrás mío, él miro en las otras salas que habían en el piso, pero no estaban en ninguna. Bajamos las escaleras, él mandó parte de sus hombres a buscarlos en todos los baños, salas y habitaciones del lugar, y a la otra parte los mandó a buscarlos a las afueras de la bodega.

—Ayúdame a buscarlos— me dijo y me pasó un teléfono y un arma —úsala solo si la necesitas, si los encuentras llámame— dijo y se fue a hacia la zona de las comidas y el bar. Caminé por un rato, me cruce varias veces a sus hombres pero ninguno los había encontrado.

Finalmente llegué a un pasillo bastante tétrico la verdad. Abrí todas las puertas que habían en este, pero no tuve suerte. Estaba llegando al final del pasillo cuando escuché un grito. Mi piel se erizó y mis pies dejaron de responder por un segundo. Es Billie.

Llamé rápidamente a Khalid, le dije dónde estaba y el me dijo que iría lo más rápido posible, pero yo no podía esperar.

Abrí la puerta con una patada, encontrándome con un baño grande dividido en cubículos. No escuché voces, solo respiraciones agitadas. Abrí cada puerta de cada cubículo, pero todos estaban vacíos. Llegué al último cubículo pero su puerta estaba cerrada con seguro.

—Thiago sé que estás ahí, abre la maldita puerta— dije casi gritando.

—¿Y que vas a hacer si no lo hago? Eres solo una puta barata— dijo y soltó una risa sarcástica. Mierda, quiero matarlo ya.

—Abre la puta puerta de una vez— apunté con mi arma.

No obtuve respuesta, solo escuché como quitaban el seguro. Luego se abrió la puerta, y pude ver a Billie, estaba tan asustada que solo quería abrazarla y no soltarla nunca. Ella intentó correr pero Thiago puso su brazo al rededor de su cuello, y con la otra mano sostenía un arma apuntando a su cabeza.

—Si no la sueltas te juro que te mato de un tiro— dije amanezante.

—Si no te mato primero— dijo y disparó, por suerte mis reflejos actuaron en el momento y lo esquivé. La bala pasó solo a centímetros de mi brazo y dio en el espejo que había detrás de mi, quebrándolo en mil pedazos. Volvió a poner su arma en la cabeza de Billie.

En ese momento Khalid entró con sus hombres.

—Suéltala o mueres— dijo Khalid, mientras que todos sus hombres apuntaron con sus armas.

—No me voy a dejar ganar de estas dos putas— me miró —Ni de ti Khalid— dijo ahora mirándolo —eres grande gracias a nuestra familia, sin nosotros no serías nada— Khalid frunció el ceño y se acercó, apuntando con su arma también —robaste todo nuestro dinero, todos nuestros socios, pero agradece que tú y mi padre se conocen desde niños y él todavía te considera como un hermano—

Esta información es muy importante, sé que me servirá más adelante. Sé que puedo acabar con Khalid con esto.

Sentía que en cualquier momento me iba a desmayar, pero tenía que hacerme la fuerte.

—Déjala ir– le dije y me acerque un poco más a Thiago —o te lo juro que te disparo en este momento—

—No te tengo miedo— dijo apretando más a Billie.

—3...— empecé a contar —2... 1...— me apuntó con su arma—Estás muerto, hijo de puta— le disparé en el pie, ya que era la única parte de su cuerpo que no estaba pegada a Billie. Al instante, él la soltó, ella iba a salir corriendo pero, luego de que Thiago cayó al suelo, logró dispararle en el muslo a Billie.

Ella cayó también al piso, en ese momento la ira entró en mi cuerpo y le ganó a todos mis pensamientos y sentidos.

Y descargué mi arma en su cabeza.

—Mierda Alissa— dijo Khalid —sus hombres van a acabar conmigo— puso sus manos detrás de su cabeza preocupado. Nunca lo había visto tan vulnerable. La satisfacción que sentía en este momento era increíble.

—Te lo mereces— dije mirando a Khalid a los ojos. Corrí hacia Billie, estaba tirada en un charco de sangre enorme.

—Denme una camisa— dije mirando a los hombres de Khalid, ninguno reaccionó —¡Ya!— uno de ellos se quitó su camisa y me la dió.

Como pude la amarré en su muslo, arriba de la herida y la apreté duro. —¡Mierda!— Billie gritó del dolor.

—Perdóname, pero debo hacerlo– dije y puse su brazo sobre mi hombro, luego intenté levantarla.

—Llévalas al hospital— le dijo Khalid al que me había pasado su camisa anteriormente.

El hombre cargó a Billie y salió del baño, yo iba detrás de ellos.

Saliendo del baño nos encontramos con el padre de Thiago y sus hombres. Creo que se van a matar entre todos, pero no vamos a estar, entonces espero que acaben con Khalid de una puta vez.

Saliendo del pasillo pude ver como absolutamente todos los que estaban en el lugar nos miraban preocupados, mientras preguntaban qué había pasado.

Cuando estábamos a punto de salir del lugar escuché varias armas siendo disparadas, y a partir de ese momento todo se volvió una locura. Las miles de personas corrían por todo el lugar, las putas de esos hombres gritaban y lloraban, todos tratando de llegar a las puertas principales, lo que nos hizo más difícil llegar al estacionamiento.

Finalmente llegamos a una de las camionetas, el hombre puso a Billie en la parte de atrás y luego se hizo en el lugar del piloto. Yo me hice al lado de ella, salir del estacionamiento del lugar fue algo casi imposible ya que habían carros por todos lados y la policía estaba empezando a llegar. Aún afuera del lugar se oían disparos.

The bet [Billie Eilish] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora