FANCY 👠 Mello (Mihael Kheel)

19 👠 Movimi€nto

Día Siguiente

Al final, Kira no consiguió apuntar los nombres de Near y el resto de los miembros de la SPK en el cuaderno. Por otra parte, ellos se trasladaron a Tokio.

Después de lo que dijo Near sobre que Kira estaba entre los miembros que investigaban el caso en Japón, Aizawa e Ide comenzó a sospechar de Light, al igual que L había hecho 5 años atrás.

Mello y Rexha, la noche de los disturbios frente al edificio de la SPK, decidieron ir a un casino cercano. Al ganar tanto dinero, a Rexha se le quitó el mal sabor de boca por ver tantos billetes volar por el cielo y no poder conseguir ninguno. Mello, simplemente, se entretuvo viendo como hacía el tonto al estar borracha.

Nueva York

Rexha despertó poco a poco. Notó que le dolía la cabeza. Se incorporó con cuidado, sentándose en la cama. Vió que había dormido sobre un montón de billetes de dólares americanos. A su derecha estaba Mello, descansando plácidamente, aunque no por mucho tiempo.

La chica le pegó una patada en el culo y le tiró de la cama.

-¡Ey! - Gritó molesto, despertándose de golpe en el suelo.

-Te dejo estar en mi habitación por el día, pero para dormir te vas a la tuya - gruñó la chica. - Esa era la condición que te puse.

-Ni que fuera un perro... estás como una cabra - murmuró Mello. - Por una vez no pasa nada, ni que te hubiera metido mano o algo.

-¿Se supone que debería dar las gracias por eso? - Preguntó irónica. Se llevó una mano a la cabeza y suspiró. - Agh, anoche me pasé bebiendo.

-Ya - sonrió Mello. Rexha le miró molesta y él rió. - ¿Quieres que te de algo?

-Mientras sea solo una medicina - bromeó guiñándole un ojo.

-Y luego me echas de tu cama de una patada en el culo - murmuró yéndose hacia la puerta.

-Tráemelo junto al desayuno - ordenó mientras encendía su tablet. El chico levantó una ceja. - Venga, ¿a qué esperas?

-Y luego yo soy la Barbie... - murmuró Mello.

-Suicida - añadió la chica.

Tokio

Los policías estaban reunidos, trabajando y hablando sobre la posible nueva situación de los miembros de la SPK y la organización. Ellos no sabían que habían abandonado el edificio ilesos y que ahora se encontraban en Tokio.

Light contempló la estúpida posibilidad de que, después de perder tanto dinero y el apoyo del gobierno, se fueran a disolver.

De pronto, su teléfono comenzó a sonar.

-Near... - murmuró en voz alta. El resto de policías se giraron para mirarle. Descolgó la llamada. - Near, soy L. ¿Estáis todos bien?

-Sí, pero no llamaba para relajar tu enorme preocupación por mí y los miembros de la SPK - se burló Near. - Vistos los acontecimientos recientes, si alguno de vosotros, los policías que investigáis el Caso Kira, cree que Kira está entre vosotros, que llame por favor al número que os facilitaré en breve. Podréis hablar directamente conmigo.

-Vaya, parece que Near está muy seguro de sí mismo - comentó Matsuda. En cambio, Ide, Mogi y Aizawa guardaron silencio.

"Si Near hace esto, es porque Mogi no llegó a decir nada", pensó Light. "Pero si alguno trata de contactar con él... Ide no estuvo durante la investigación con L, por Matsuda no me tengo ni que preocupar, pero Aizawa..."

-Near, no tengo ningún problema en que, quién quiera cooperar contigo, lo haga - mintió Light. - No quiero continuar la investigación de este modo. Creo que lo mejor es que la SPK y los miembros de policía trabajemos en la investigación.

"Si coopero con Near correré un grave peligro", pensó Aizawa. "Debo estar preparado. Pero creo que lo mejor será trabajar con él sin que Light sea consciente."

Nueva York

-Está bien, gracias - sonrió Mello. - Supongo que llegaremos mañana, veré si hay billetes de avión.

El chico colgó la llamada.

-¿Billetes de avión? - Preguntó Rexha.

Mello se giró asustado. Llevó una mano a su pecho y respiró agitadamente.

-Joder, Rexha, qué susto - se quejó el chico. - ¿Cómo has entrado? ¿Y cuánto llevas ahí?

La chica se encogió de hombros.

-Tengo una llave - respondió ella. - Y he escuchado desde el "está bien, gracias". ¿A dónde vamos?

-A Tokio - contestó Mello. - Es donde está Kira. Seguramente la SPK también esté allí.

-Bien... ¿Pero qué mierda significa eso de "billetes"? - Gruñó Rexha.

-¿Tienes problema por ir en avión? - Preguntó Mello. - No podemos ir en coche como hicimos al venir desde Los Ángeles.

-No voy a ir en un avión público, además, te recuerdo que somos criminales buscados - respondió la chica. - Cuando me tengo que desplazar de esa forma, siempre voy por el carril rápido. En este caso desde Nueva York a Tokio.

-Espera, ¿estás hablando de contratar un avión privado? - Preguntó Mello. - ¿Para cruzar todo el Atlántico?

-Claro - murmuró con cara de obviedad.

-¿Y cuánto cuesta eso aproximadamente? - Preguntó el chico.

-Echando cuentas... 14 horas de vuelo, más piloto y dietas... - murmuró Rexha. - Unos 50.000 dólares.

-¿¡Qué!? Rexha, vamos en avión normal - pidió él. - Yo no tengo tanto dinero.

-Ya sé que no tienes nada, te lo estoy pagando yo todo - rió Rexha. - La comida, las habitaciones en hoteles de lujo, la gasolina de mi coche... Ah, y el misil ese.

-Sí, sí, lo he pillado - gruñó Mello.

-Normalmente, no presto atención a la gente que no tiene dinero, pero tú eres distinto - confesó Rexha. Mello sonrió. - No te preocupes, consigo mi dinero a tiempo.

-Ayer no conseguiste tanto en el casino - contestó él.

-Eso es solo calderilla. Mello, ¿cuánto dinero crees que tengo? - Preguntó la chica. Antes de que pudiera responder, ella habló. - Multiplícalo por 10.

-Qué presumida eres - rió él.

-Nunca dejaré de serlo - sonrió Rexha.

Día Siguiente

Mello y Rexha llegaron a Tokio. Durante el vuelo, la chica miró algunas habitaciones de hotel, pero él le dijo que esta vez se alojarían en casa de un amigo suyo. Después de quejarse, lo aceptó.

Tomaron un taxi y fueron hacia aquella casa, la cual estaba en un bloque de apartamentos. Mello subió las tres maletas de Rexha y su única mochila. Ella solo llevó su pequeño bolso.

Llamaron al timbre y esperaron unos segundos. De pronto, al abrirse la puerta, apareció el amigo de Mello. Era un chico de su edad, pelirrojo y con gafas. Llevaba una camiseta de manga larga con rayas rojas sobre un fondo blanco y unos vaqueros. En una mano sostenía un mando de consola y en el otro un cigarrillo.

-Rexha, te presentó a Matt - sonrió Mello. - Matt, mi novia Rexha.

-Amiga - gruñó ella.