27 👠 J€$$i¢a

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Enero

Había pasado alrededor de un mes. Durante ese periodo de tiempo, ocurrieron muchas cosas. Near avanzó mucho en la investigación. Descubrió que un tal "Teru Mikami" era el segundo Kira y uno de sus agentes, Giovanni, le estuvo siguiendo. Gracias a esto y a un par de pistas más, pudo preparar su trampa para atrapar a Kira. Además, la SPK y los miembros de la policía japonesa quedaron el 28 de enero en un almacén llamado Yellowbox.

Entre los policías cada vez había más tensión, ya que casi todos creían que Light era Kira. Además, Mogi y Misa Amane habían sido "secuestrados" por la SPK. Llevaban con ellos desde Año Nuevo. Y Light y Takada quedaron varias veces más.

Por otra parte, Rexha, Mello y Matt continuaron sin mucha novedad. La chica fue de compras varias veces, acompañada siempre por Matt, y salieron los tres de fiesta casi cada día. Mello seguía con sus planes para atrapar a Kira.

Entrada del Hotel Teito

Los tres habían ido en el coche de Matt hasta el Hotel Teito para poder espiar a Takada y Light. Llevaban aparcados como una hora y media. Como Matt se aburría y se le habían acabado las pilas de la consola, se fue a unos recreativos cercanos, dejando a Mello y Rexha solos.

La chica estaba sentada en el asiento del conductor, fumando un cigarrillo mientras leía una revista de moda. Su ventanilla estaba bajada un par de centímetros para que el coche se ventilara un poco. Mello, por su parte, estaba comiéndose una barra de chocolate mientras miraba inútilmente el edificio del hotel.

-Llevan ahí como hora y media... - murmuró Rexha, pasando de página. Mello se giró para mirarla. - Para mí que no están solo pasándose información...

Mello sonrió.

-Las cosas se están complicando, supongo que sí tendrán cosas de las que hablar - contestó él, mordiendo su chocolate. - Si te aburres demasiado, podríamos subir a una habitación.

-Ni lo sueñes - contestó Rexha. Levantó la mirada hacia él. - Eso no volverá a pasar.

-¿Por qué no? - Preguntó Mello.

-No eres mi tipo, ya te lo dije - repitió la joven. - Acostarme contigo, no te ofendas, fue un error. Solo quería ver cómo era.

-¿Cómo que ver cómo era? - Preguntó Mello. - No eras virgen, ¿verdad?

-¿Qué? No - rió Rexha. Dio una calzada a su cigarrillo y miró hacia la ventana, soltando el humo. - Menuda estupidez.

Mello mordió su tableta de chocolate y la miró.

-¿Y alguna vez has tenido novio? - Preguntó el chico.

-¿Novio? - Repitió ella. Lo pensó unos segundos y levantó una ceja. - No... Novio no.

-¿Y algún rollo del que te colgases? - Preguntó Mello. - Parece que has dudado.

-He dudado porque novio no tuve, pero novia sí - confesó Rexha. Miró al chico de reojo para ver cómo había reaccionado.

-¿Qué? - Preguntó casi en un murmullo.

Rexha rió y negó con la cabeza. Volvió a fumar.

-¿Y ahora te das cuenta? - Preguntó la chica.

-Ah... - murmuró Mello. - ¿Te gustan las mujeres?

-Sorpresa - contestó encogiéndose de hombros.

Mello se quedó unos segundos en silencio, sin saber muy bien qué decir.

-Así que tuviste una novia... - murmuró él. Rexha le miró. - ¿Qué paso con ella?

-Es una larga historia - suspiró la chica, sin dejar de fumar.

-Bueno, no tenemos nada que hacer - bromeó Mello. - ¿Por qué no me lo cuentas?

-Está bien, supongo - murmuró Rexha. Volvió a inhalar y comenzó a contarle a Mello aquella historia.

FLASHBACK
A

cababa de huir de aquella fiesta. Era verano y creo que fue en la playa. Había ido con una amiga y un amigo que... vaya, ni recuerdo cómo se llamaban. La cuestión es que acabaron enrollándose entre ellos y, para no estar de sujeta velas, decidí irme.

Tenía mi bebida a medio beber, me la iba tomando de camino al coche. De pronto, una chica que iba algo borracha se chocó conmigo. Cayó al suelo y a mí me tiró la bebida encima.

-Mierda - me quejé. Llevaba un top de Massimo Dutti y la muy inútil se lo había cargado. Además, no me lo podía quitar porque no llevaba nada debajo.

Lo que a mí me parecía una amiga vino tras ella.

-Jessica, mira por donde vas - canturreó. También iba bebida, aunque no tanto como esa tal Jessica.

-Ay, perdona - rió mientras se levantaba.

Me fijé en ella. Era bastante guapa, pero como a mí me pareció una inútil no pude apreciarlo. Lo que sí me sorprendió es que llevaba unos tacones de aguja altísimos, no sé cómo no se rompió un tobillo.

Hice ademán de irme, no iba a perder más el tiempo, pero la tal Jessica me dio un par de toques en la espalda.

-¿Qué quieres? - Pregunté borde. Estaba cansada y algo quemada, así que no me apetecía demasiado hablar con ella.

-Siento mucho haberte estropeado el top - se disculpó. No hacía falta, pero parte de mí lo agradeció. - Es un Massimo Dutti precioso.

Me sorprendió que lo reconociera, sinceramente. Antes de que ella pudiera seguir hablando o de que yo contestara, la chica que la acompañaba la tomó del brazo. Lo hizo algo fuerte, lo que me llamó la atención y quizás me cabreó un pelín. Vale, yo soy una bruta, pero ese no es el caso.

-Venga, deja de hacer el ridículo - gruñó aquella chica.

La miré con el ceño fruncido, pero decidí irme.

Ah, perdona Mello, no te he puesto en situación. Bueno, esto pasó hace un par de años. Yo estaba en Florida. Por aquel entonces, la mafia de mi padre estaba allí.

Yo había salido aquella noche porque mi padre iba a echar una partida de póker. No me dejaba jugar desde que disparé a un tipo. Según él, me ponía muy agresiva con el tema del dinero. En fin.

Bueno, el caso es que aquel día no estaba de demasiado humor y me fui muy temprano de la fiesta. Cuando no dormía con los de la mafia, solía enrollarme con algún tío en su casa y me quedaba allí. Los chicos siempre me habían ido detrás, sobre todo los hijos de mafiosos, supongo que porque era la única chica. A mí no me había gustado ninguno como yo pensaba que debía gustarme, creo que ahora entiendo porqué, pero mi padre estaba algo obsesionado con que me echará novio, así que yo lo intenté. Según él, con 17 años ya tenía que salir con alguien.

Decidí ir a un hotel cercano. Pagué la suit, ya que como sabes me gusta el lujo, subí y preparé un baño. Mi plan era darme uno, relajarme un poco e irme a dormir, pero mis planes se vieron interrumpidos cuando el timbre sonó.

-¡No necesito nada! - Grité. Puto servicio de habitaciones, no te dejan tranquila. Eran las 2 de la mañana, ¿para qué mierda llamaban?

El timbre volvió a sonar. Yo me había quitado el top y como no iba a abrir en topless, me puse una toalla corta que había en el baño y fui hacia la puerta.

Abrí con algo de desgana, pero mis ojos se abrieron como platos al ver quién era.

-¿P-Puedo pasar? - Sollozó Jessica.

FANCY 👠 Mello (Mihael Kheel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora