FANCY 👠 Mello (Mihael Kheel)

28 👠V€¥ron

Abrí con algo de desgana, pero mis ojos se abrieron como platos al ver quién era.

-¿P-Puedo pasar? - Sollozó Jessica.

Estaba flipando, te lo juro. No sabía si estaba tan borracha que alucinaba, si me habían metido algo en la bebida o si me había quedado dormida.

Aquella chica que se había tropezado conmigo estaba ahora llorando en la puerta de mi hotel. Tenía todo el maquillaje corrido y los tacones en una mano.

-¿Por qué no? - Pregunté yo, poniéndome al lado de una pared para que entrara.

-Gracias... - murmuró ella. Pasó a la habitación, se quitó la chaqueta que llevaba y me la acercó. Puedes ponértela si quieres.

Lo pensé unos segundos, la verdad es que no tenía nada mejor. La cogí y solté la toalla cuando ella se dio la vuelta. Se sentó en la cama y yo me apoyé en la pared, de brazos cruzados.

-¿Qué haces aquí? - Pregunté. - ¿Y cómo sabías dónde estaba? ¿Y por qué estás llorando?

Obviamente, tenía demasiadas preguntas.

-No sabía a dónde ir - respondió Jessica. - Mi padre es policía. Memoricé la matrícula de tu coche y te he localizado con un programa de su ordenador. Y estoy llorando porque me he peleado con mi novia.

"Genial, se me ha metido una psicópata en la habitación, pensé en aquel momento.

-Ah - respondí.

-Ahora me siento ridícula - murmuró ella. - Lo siento, me voy.

Se levantó y fue hacia la puerta.

-Ey, espera - dije yo. Estaba tan confundida que no iba a dejar que se fuera así como así. - ¿Por qué te has peleado con tu novia?

Jessica suspiró. Estaba hecha un lío, se veía claramente. No sabía si quería irse o quedarse.

-La amo, pero ella me trata como la mierda - dijo Jessica. - Se ha puesto celosa al verte y nos hemos peleado. Vivimos juntas y, como no sabía a donde ir, pensé en ti. Ahora me doy cuenta de que fue una estupidez.

Ahí fue. Me di cuenta de lo guapa que era y de que me gustaba. Era preciosa. Creo que jamás he conocido a una chica tan guapa como Jessica.

Me sentí algo culpable, ella no dejaba de llorar y yo solo pensaba en las ganas que tenía de besarla. Me acerqué a ella y lo hice. Sus labios sabían a pintalabios de cereza.

Me separé de ella. No sabía si me iba a devolver el beso, si me iba a gritar o si se iba a ir, eso último me dio algo de miedo. Tuve suerte, porque volvió a besarme.

Jessica era una psicópata que se me había metido en la habitación de hotel, pero me dio igual. En ese momento era mi psicópata.

-Ni siquiera sé tu nombre - murmuró con un ligero sonrojo.

Yo sonreí. Creo que ese momento no podía dejar de hacerlo.

-No importa - contesté yo.

Y bueno, hasta aquí. Lo siento Mello, pero no te voy a dar detalles de lo que hago en mi vida privada. Bueno, avanzaré unos meses.

Eso fue en junio, creo. Jessica y yo pasamos el verano juntas, como dos estúpidas enamoradas. He de reconocer que fue bonito.

Jessica comenzaba con su carrera de modelo. Sus padres eran unos ricachones, así que no tenía que preocuparse de más por las cosas. Le confesé mi nombre y a qué me dedicaba. Aunque no me lo dijera, sé que no lo llevó bien al principio, pero cada una tenía sus defectos. Incluso ella. Su defecto se llamaba Giselle, la chica con la que estuvo antes de mí. Esa pava era súper tóxica. No paraba de llamarla, de acosarla y de tratar que volviese con ella. Yo decidí no meterme demasiado en medio.