Solo

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Ya es lunes, tan rápido.

Ayer después del desayuno el pelirrojo no volvió a salir de su habitación, no se sentía muy bien, ni siquiera almorzó o cenó. Mina y los chicos, sin contar a Bakugou, tocaron su puerta ayer, pero no quería ver a nadie. Se lo pasó comiendo caramelos todo el día, es lo único que le ayudaba a sentirse un poco mejor. Al menos, aprovechó el tiempo de ayer y organizó mejor su escritorio. Vio su diario y lo acomodó entre los demás libros de modo que no se viera tanto.

"Debería quemarlo"

Se levantó rápido de la cama, tomó sus cosas para ir al baño. Al mirarse al espejo se dio cuenta de un pequeño detalle que se le había olvidado, teñir su cabello. Bueno, lo haría en la tarde. Al salir del baño se vistió y peinó su cabello, pero no de la forma habitual ya que si hacía este peinado se le notarían más las raíces, así que solo se hizo un pequeño moño. Se dispusó a salir de la habitación.

No se encontró con Bakugou, supuso que se había ido más temprano.

Al salir de la habitación el pelirrojo se dirigió hacia la cocina para desayunar algo, en la sala principal solo se encontraban  Midoriya y Todoroki con los que charló un rato para luego ir juntos a la academia. 

Al llegar a clase, cada quien se sentó en su lugar correspondiente..

Cierto rubio ceniza siguió con la mirada al pelirrojo por su peinado de hoy, hasta que por la puerta entró Aizawa para dar comienzo a las clases.

Sero y Kaminari se dirigieron a la clase de Kirishima antes de ir al comedor para disculparse por la broma de Halloween que les había salido mal. Encontraron a Kirishima ordenando sus cosas, y se acercaron con expresiones de remordimiento.

—Hey, Kirishima, queríamos disculparnos por lo del... otro día— comenzó Sero, rascándose la nuca.

—Lo siento, bro, no esperábamos que te asustaras tanto. ¿Estás bien?—agregó Kaminari, mirando a Kirishima con preocupación.

El pelirrojo levantó la vista, mostrando una mezcla de alivio y aprecio. 

—No se preocupes, chicos. Fue solo un susto. Estoy bien ahora.

Sero y Kaminari intercambiaron miradas de alivio, agradeciendo que Kirishima lo tomara con calma. 

—Aún así, lo sentimos. No era nuestra intención que te pusieras así— se disculpó Sero nuevamente.

Kirishima sonrió, restándole importancia al incidente. 

Con las disculpas aceptadas, los tres salieron juntos hacia el comedor, dejando atrás el malentendido y esperando un momento más relajado entre amigos.

En el bullicioso comedor, Neito de la Clase B se acercó a la mesa donde estaba el bakusquad. Se plantó frente a Kirishima con una sonrisa burlona.

—¿Esta es la gran víctima de la broma de Halloween?—preguntó con tono sarcástico, señalando a Kirishima. —Vaya, qué patético resultaste ser—.

Bakugou gruñó, irritado por la presencia molesta de Monoma. 

Antes de que Bakugou pudiera decir algo, Kendo de la Clase B apareció y le dio un fuerte golpe en la cabeza al rubio de ojos azules, interrumpiéndolo. 

—Lo siento, es un idiota—, se disculpó con una sonrisa sarcástica antes de agarrar a Monoma del brazo y arrastrarlo de vuelta a su mesa.

La expresión de Kirishima pasó de la incomodidad a la gratitud al ver a Kendo intervenir. Bakugou simplemente resopló, aliviado de que la molestia llamada "Monoma" se hubiera ido tan rápido como llegó. La mesa volvió a su animada conversación, con un Neito un poco más silencioso en su rincón, reflexionando sobre la sorpresa que acababa de recibir.

Pequeños secretos (Kiribaku/ Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora