Cariño

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El día de la reunión, Kirishima y Bakugou se dirigieron a la sala designada después de desayunar. Aunque Kirishima mostraba inquietud en su rostro, optó por no expresar sus preocupaciones en palabras, algo que Bakugou notó con su aguda observación. A medida que se acercaba la hora de comenzar, los padres iban llegando y naturalmente se reunían con sus hijos.

La familia de Bakugou, al notar la presencia del rubio, se acercó para saludarlo. La madre de Katsuki sonrió cálidamente y le extendió la mano a Eijiro.

—Hola, Kirishima-kun, es un placer conocerte. Katsuki nos ha hablado mucho de ti. 

— No exageres, mamá — se cruza de brazos mirándola — te dije su nombre una vez. 

Kirishima, aunque nervioso, respondió con una sonrisa.

—El placer es mío — honestamente se había quedado en blanco. Aquella mujer amable y educada no se parecía en nada a la bruja que Katsuki le había descrito. 

Seguidamente también se presentó con Masaru, el padre del rubio. 

Bakugou, con su habitual actitud indiferente, presentó a Kirishima a su familia, asegurándose de que su amigo no se sintiera solo. Después de los saludos, se dirigieron a la sala donde tendría lugar la reunión formal.

Una vez sentados en los asientos ya colocados, Kirishima no podía evitar sentirse nervioso mientras esperaba la llegada de su padre. Su estómago se revolvía y, casi al comenzar, vio entrar al hombre, quien se ubicó casi al final de la sala. La reunión se llevó a cabo en una sala especial, construida específicamente para ese día.

Durante tres horas, Aizawa y All Might hablaron y explicaron el protocolo a seguir en caso de ataques de villanos. Realizaron un recorrido por las instalaciones, destacando las medidas de seguridad y respondiendo preguntas de los padres. Casi al final, abrieron un turno de preguntas por parte de los padres y tutores con el objetivo de disipar cualquier duda. 

Después de que la reunión concluyó, las familias se quedaron a hablar con sus hijos y compartir algunas palabras con los profesores. Kirishima, sin embargo, se aguantaba las ganas de ir al baño desde hacía rato. Buscó con la mirada a su padre, pero no encontró rastro alguno de él. Decidió finalmente ir al baño, levantándose del asiento con sigilo, notando que los padres de Bakugou estaban inmersos en una animada conversación con su hijo. No quería interrumpir, así que optó por no decir nada.

Bakugou, siempre atento, se percató de que su amigo se levantaba y, tomando su muñeca, le preguntó con cierta sorpresa:

—¿A dónde demonios crees que vas?

Kirishima, también sorprendido pero con calma, respondió:

—Al baño, bro. No tardo, ¿de acuerdo?

Bakugou, soltándole la muñeca con cierta irritación, asintió levemente.

—Hazlo rápido. No pienso esperarte.

Kirishima esbozó una sonrisa y se dirigió hacia la puerta. 

"Tal vez ya se fue. Mejor"

En los baños, Kirishima se encontraba lavándose las manos frente al espejo, sintiéndose más calmado al no haberse topado con su padre. Fue entonces que, a través del espejo, lo vio. Su padre estaba de pie detrás de él. Un escalofrío recorrió su espalda, pero intentó mantener la compostura. Girándose para enfrentarlo, Kirishima le miró con cierta tensión.

Pequeños secretos (Kiribaku/ Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora