Pesadilla

419 53 6
                                    


┊☆┊┊┊┊┊┊┊┊┊☆┊*🌙*┊☆┊┊┊┊┊┊┊┊☆┊


Eijiro se encontraba ligeramente temblando en el suelo a causa de la mezcla entre humedad y frío que había en aquella habitación ya que solo llevaba puesta la bata de  hospital, hecha de una delgada tela. Las esposas en sus muñecas apretaban y dolían. Los recientes golpes que había recibido por parte de su secuestrador tampoco ayudaban; su cuerpo dolía y su cabeza daba vueltas.

—Blasty...— soltó en un hilo de voz apenas audible mientras despertaba.

No sabía cuanto tiempo llevaba allí encerrado.

De pronto se abrió la puerta de golpe dando paso al pelinegro, su progenitor. En sus manos traía una especie de ¿correa? o ¿era más bien una látigo? el pelirrojo no lo sabía con exactitud pero lo que sí sabia es que no significaba nada bueno para él.

—Niño, despertaste pronto— mientras se acercaba al pelirrojo. Al llegar hasta él, sin más le inyectó un tranquilizante en el brazo izquierdo,  que previamente había sacado de su bolsillo. Eijiro solo se sobresaltó al sentir el pinchazo.

Sus ojos nuevamente se cerraron, sucumbiendo al tranquilizante. 

Pasaron largos minutos antes de que el pelirrojo lograra despertar; cuando lo hizo a su vista tenia un panorama diferente. Estaba atado, sí, pero ahora miraba hacia la pared dándole así la espalda al pelinegro.

—Bien, comencemos no tengo todo el día.

Kirishima sintió un latigazo tras otro caer sobre su joven espalda. Trató de no gritar pero el intenso dolor que sentía le ganaba. Solo gritaba intentado activar su don, en vano.

Ardía y mucho. 

Lágrimas comenzaron a surgir de la impotencia que sentía en ese momento.

Dejó de sentir el látigo en su espalda.

—Bien, con ese fueron treinta— anunció complacido con una gran sonrisa.

Seguidamente liberó momentáneamente a Eijiro de las esposas para darle la vuelta quedando así de frente. Esa era su oportunidad de escapar pero él en ese instante no tenia fuerza suficiente como para enfrentarse al mayor. 

Le volvió a poner las esposas.

Su cuerpo dolía extremadamente.

—Bueno eso es todo, por el momento— recogió el látigo y salió por la puerta. Su propósito era mantener maltrecho el cuerpo del menor, sin fuerzas para oponerse o luchar. 

Su estómago hizo un ruido recordándole que tenía que comer, se había llenado de gases nuevamente, pero tener hambre no era nada comparado con todo el dolor que sentía en la espalda, bueno en el cuerpo en general.

Poco a poco cedió ante el dolor y fue cerrando sus ojos lentamente quedando dormido. 


... 


Aizawa reunió a la clase 1-A en la sala principal, incluido Bakugou 

—¿Para qué nos reunió profesor?- habló en nombre de todos el delegado de la clase, Tenya Ida.

—Hagan silencio y guarden la calma—comenzó el profesor— Ya todos los aquí presentes saben que ha sido secuestrado, pero hay detalles que se me había pedido que guardase solo para nosotros, héroes profesionales—inició captando la atención de todos —  Desde la dirección de la academia se enviaron a redactar acuerdos de confidencialidad que ustedes tendrán que firmar sí o sí. En dichos acuerdos se les pide a todos los alumnos de la clase 1-A que guarden discreción con la siguiente información que yo les proporcionaré. — hace una breve pausa mirando a Bakugou, sabiendo que lo que diría a continuación no sería de su agrado. Poco podía hacer, había recibido instrucciones que debía cumplir. — La policía se niega a cooperar hasta que pasen 72 horas, falta un día y medio para eso. Además de que consideran que no poseen suficientes pruebas para abrir una investigación oficial. — todos comenzaban a murmurar sobre dichas injusticias— Silencio — hace una breve pausa— Es por eso que los héroes decidimos actuar. Tuvimos una reunión ayer por la tarde en la que se acordó incluirlos a ustedes, por lo que les transmitiré la información que tenemos. — toma aire. De algún modo sintió que iba a exponer demasiado a su alumno, Kirishima. — El sábado pasado Eijiro Kirishima fue atacado aquí en los dormitorios —tras aquellas palabras todos se miraron entre sí, comenzaron a murmuran de nuevo —¡Silencio!— ordenó para proseguir— Ocurrió después de la reunión de padres. Su padre lo golpeó dejándolo malherido, entre otras cosas. 

Pequeños secretos (Kiribaku/ Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora