Pequeños secretos (Kiribaku/ Bakushima)

Primeras impresiones

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En la habitación de Kaminari, Kirishima escuchaba atentamente mientras su amigo le confiaba sus sentimientos hacia Sero. La tristeza en los ojos de Kaminari era palpable, y Eijiro, sin pensarlo dos veces, le tomó la mano en un gesto de apoyo. Estaban recostados en la cama, compartiendo la complicidad de una amistad sólida.

—Es solo que no sé qué hacer, Eijiro. Me gusta Sero, pero no quiero arruinar nuestra amistad.—suelta afligido en un suspiro.

—A veces, es mejor arriesgarse y ser honesto con tus sentimientos, bro— aprieta la mano de su amigo en forma de apoyo.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe, y Bakugou irrumpió en la habitación, observando la escena con una expresión intensa.

—¡Oh, hey, Katsuki! Estábamos solo hablando, ¿verdad, Kirishima?— levantándose abruptamente.

Kirishima asintió, pero la mirada de Bakugou estaba clavada en él, exigiendo una explicación.

—¿Hablando? ¿Desde cuándo se toma de las manos mientras hablan?

—Kaminari estaba pasando por un mal momento, Bakugou—se puso de pie.

—Como sea.—hace una breve pausa— Tenemos que hablar de algo, pelirrojo. Vamos a mi

Kirishima se disculpó con Kaminari y siguió a Bakugou fuera de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

—¿Qué pasa, Bakugou?

—¿Qué estaban realmente haciendo ahí adentro?

—En serio, solo estábamos hablando. Denki se siente mal y le estaba mostrando apoyo.

—No quiero que estés tomándote de las manos con otros mientras "hablas".

—¿Celoso?—sonrió un poco divertido.

—¡No seas idiota! Solo... ¡Olvídalo!

Kirishima se rio, sabiendo que había conseguido sacar una reacción de Bakugou.

—Está bien, está bien. Vamos, hablemos de lo que necesitas.— ¿De qué querías hablar?, ¿sigues enfadado?

—Quería hablar contigo de lo de hace rato.

—¿El qué? —Eijiro debía admitir que estaba fascinado viendo como su ¿novio?, trataba de entablar una conversación calmada y amena. Además de que esperaba que se disculpara y, vamos, escuchar un "lo siento" salir de la boca de Katsuki era un acontecimiento que no se quería perder.

—Ya sabes de qué hablo. No te hagas el imbécil —suspira, pero eso también había parecido un gruñido.

— No, en realidad no. Pero bueno. Si entraste en la habitación de Kaminari de seguro querías decirme algo importante. Odias su habitación.— porque estaba muy desordenada.

— Todo lo que digo es importante.— chasqueó la lengua— Vamos a mi habitación —le toma de la muñeca no tan bruscamente y básicamente le arrastra por el pasillo. Pasan enfrente de la habitación del chico y mira lo que hay escrito en la puerta— ¿ya sabes quién fue?— El pelirrojo niega con la cabeza.

Ahora, tomando de la mano a Eijiro, abre la puerta de su habitación.

El de dientes afilados se sentía extrañamente emocionado al sentir la calidez de la mano contraria sujetando la suya. Hasta se le habían olvidado las crueles palabras con las que le había herido Bakugou.