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Una vez cerrado el trato, ambos Alphas se dispusieron a salir de aquella Oficina con firmeza y caras serias, pues, aparentemente, aquel nervioso y tartamudo Alpha era un Prime, y era alguien fuerte y seguro, pero que le tenía algo de miedo a la muerte y a perder o dejar sola a su familia, en especial a su destinado, el cual, como siempre ocurría, era un Omega Prime, fuerte y con liderazgo.

« Puede que ya se conozcan... En cualquier caso, puedo presionarlo con su Omega, no ha de ser tan complicado encontrarlo. »

Pensó el capitán sin detener su caminar, recordando algunos flashes de su vida antes de Hydra que, sinceramente, no extrañaba, recordaba que nunca pudieron encontrar a su destinado, la respuesta siempre fue negativa, siempre recibió un "no" como respuesta ante la búsqueda de Omega, la cual fue una de las razones por las cuales  no extrañaba aquella vida, pues los flashes que tenía no eran muy buenos.

—¿Capitán? ¿Se encuentra bien? - preguntó Strange al notar cómo Steve detenía su caminar, llamando así su atención.

—Sí, sí, estoy bien... Y, no me llames Capitán, tú puedes llamarme Steve, eres un Prime después de todo, tal vez algún día te vaya bien aquí.

Ante la sugerencia del rubio, ambos Alphas sonrieron, sabían que podrían llegar a ser algo cercano o parecido a amigos, o al menos ser cercanos, pues, después de todo, sabían reconocer el poder, seguir las reglas y, sinceramente, ambos podían llegar a ser algo sádicos.

Siguieron su camino hasta la habitación de Tony mientras hablaban sobre su plan y, aunque no fue algo esperado, hablaban del hecho de poder compartirlo, dicho de cierta manera, pues después de haberlo visto, Stephen estaba completamente seguro de que era uno de los Omegas más hermosos que había visto en su vida, en especial cuando salía a la luz su lado dominante, controlador y sádico, creía que sería interesante jugar un rato con él.

Steve iba a entrar vociferando a la habitación de Tony para presentarle a Stephen y dejarlos hablar un rato, pero, al momento de abrir la puerta del menor, se dio cuenta de que esta tenía seguro.

— ¿Qué carajos? - preguntó el Capitán intentando abrir la puerta para empezar a golpearla esperando recibir alguna respuesta. —¡TONY! ABRE LA MALDITA PUERTA

Vociferó Steve entre golpes a la puerta, pero se detuvo un momento al sentir el fuerte aroma del Omega, recordando la píldora que le había dado, aunque su aroma solo tuvo un sutil cambio, gracias al simulador del celo, Tony sentiría como si estuviera en un celo común y corriente, haciéndolo liberar feromonas para llamar a su Alpha, o, en este caso, a cualquier Alpha.

— Stephen... Aléjate... - ordenó Steve sin apartar su mirada de aquella puerta, escuchando un leve y discreto gruñido por parte del contrario. — Que te vayas te dije...

Después de aquellas palabras escuchó un bífido y los pasos de Stephen al alejarse, no lo quería cerca de Tony en ese momento. A decir verdad, no tenía la más mínima idea de qué debía hacer, pero definitivamente no dejaría que otro u otros Alpha se acercaran.

De pronto, recordó que aquella habitación tenía varias ventanas, mínima una debía de estar sin cortinas o abierta, empezó a caminar al rededor de aquella habitación hasta encontrar lo que buscaba, una ventana con las cortinas abiertas.

Se asomó un poco para poder ver a través de aquel vidrio, y, cuando tuvo vista de aquella habitación, lo único que pudo ver fue un bulto envuelto en cobijas en medio de la cama, lo cual lo llevó a la rápida conclusión de que era Tony, aunque se le hacía raro que estuviera tan silencioso, especialmente en aquella situación.

— Posiblemente se durmió...

Murmuro para sí mismo sin apartar su vista de aquel bulto de cobijas, pocos minutos después, sintió cómo el fuerte olor de Tony disminuía poco a poco, cosa que lo intrigó un poco pero que pasó por alto y se marchó de aquel lugar para ir en busca de Stephen, debían hablar de algunas cosas.

Mientras tanto, Tony murmura bajo maldiciones por lo bajo, intentando suprimir su lado más sumiso, su lado más Omega, su parte lobo, que pedía a gritos salir y atraer a algún Alpha para que lo calmara, se le hacía raro aquella reacción, pues nunca había dado alguna señal de ser Omega, aunque bueno, después de todo, era un Dominante, y lo habían criado como un Alpha Prime, dispuesto a encontrar a su Omega algún día, pero vaya sorpresa se llevó al descubrir que... Él era el Omega.

— Maldito Steve~...

Murmuraba removiendose entre las sábanas, maldiciendo aquella píldoras, maldiciendo a la naturaleza y, sobre todo, maldiciendo al estúpido Alpha que le dió esas píldoras.

Se seguía removiendo mientras murmuraba maldiciones por lo bajo hasta que escuchó fuertes golpes de la puerta, escuchando la voz del Capitán y el gruñido de otro Alpha, decidió quedarse quieto y empezar a reprimir aún más sus feromonas de manera lenta, intentando que Steve no lo notará, no quería tener un problema y terminar... Bueno, en una situación "incómoda"... Oh, vamos, a quién carajos engañaba, una parte de él deseaba a gritos tener sexo con el Capitán, que lo sometiera y calmara aquel calor, y la otra parte, que era la mayoría de sí mismo, se negaba a ceder, e incluso le provocaba algo de asco imaginarse teniendo sexo con aquel rubio.

Pudo escuchar unos suaves murmuros en una de las ventanas, haciendo que, de manera rápida, suprimiera su aroma a más no poder, prestando atención a los ruidos de afuera de su habitación, atento a cualquier cosa, logrando escuchar los pasos de Steve alejarse, haciendo lo soltar un suspiro aliviado para volverse a remover y quitarse la sábanas de la cara.

— Debo hacer algo para detener esta mierda... –  susurró después de asegurarse de que no hubiera nadie cerca, odiaria ser visto en aquella situación.

Después de pensar un rato, decidió tomar una ducha fría, una muy larga ducha fría, agradecía tener una tina en su cuarto, vaya que haber sido Tratado como un Alpha Prime por mucho tiempo trajo sus ventajas, trajo demasiadas ventajas.

Tras tomar aquella decisión, se puso de pie para dirigirse al baño, prender el agua de la tina, deshacerse de su ropa sintiendo como sí su cuerpo se estuviera quemando por dentro, observando algunos pocos moretones y unas cuantas cicatrices que tenía en su cuerpo, para al final, junto con un suspiro y sin aguantar más aquel tortuoso calor, meterse a la tina, sintiendo un escalofrío recorrer todo su cuerpo haciéndolo soltar un suave jadeo debido a la temperatura del agua, por ahora, era lo mejor que podía hacer.

Omega Dominante // Stony [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora