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¡CARAJO TONY, TE DIJE QUE YA! – soltó el Capitán a modo de grito poniéndose de pie y golpeando la mesa con las manos, cosa que alarmó a muchos de los presentes.

¡Y YO TE DIJE QUE NO ME DIGAS QUÉ PUTAS HACER! – fue la respuesta que Tony le dio al Capitán imitando su acción y soltando le un gruñido mientras se miraban fijamente a los ojos, esperando a ver quién sería el primero en dar el brazo a torcer.

Vaya con las cosas escalaban muy rápidamente con el carácter de ambos hombres, y varias personas de las que se encontraban en aquel lugar, ya habían pasado por esa incómoda situación varias veces... Aprendieron a quedarse callados después de que el Capitán mató a alguien que intentó calmarlo.

Como todos esperaban, ninguno cedió ni dio el brazo a torcer, solo se seguían mirando a los ojos con ira, soltando sus feromonas, intentando someter al otro, intentando tener el poder, aunque, como solía pasar, los otros Alphas siempre terminaban cediendo ante sus intensos aromas, pues había una gran brecha entre sus castas, sometiéndose, en contra suya, ante los otros dos.

Pero había una persona que no cedía ante aquellas feromonas, no bajaba la cabeza e intentaba recordarse algo a sí mismo, no lo estaban retando a él, no intentaban someterlo a él, por lo tanto, debía controlar su instinto, evitar meterse en aquella pelea, ya había visto cómo el Capitán mataba a alguien frente a sus ojos y seguía como si nada, no quería ser el siguiente en aquella lista de muertos.

— Tony... Sabes que no conseguirás nada más que provocarme... ¿Verdad? - empezó a hablar Steve nuevamente más calmado y con una sonrisa observando al castaño en cuestión. —Tu aroma es delicioso~ 

¿¡Qué carajos estaba pasando?! ¿Cómo mierda cambiaban de opinión y de sentimientos tan rápidamente? Eran unas de las tantas preguntas que rondaba por la mente de Strange, quien no entendía la bipolaridad de aquellos hombres, de hecho... Nadie los entendía, ni siquiera ellos.

— No jodas Steve. - respondió Tony haciendo una pequeña mueca para volver a mirar al rubio a los ojos por unos segundos y luego estallar en carcajadas junto al Capitán.

— ¿Pero qué... - murmuró Stephen para sí mismo al ver cómo reían de la nada.

— Bien, bien, vamos a contarle el plan a los demás, porque necesitaremos a varias personas, casi a todos. - sugirió Tony dando por terminada su pequeña pelea con Steve y, al mismo tiempo, la junta, sin percatarse de lo confundido que estaba aquel novato.

Todos se pusieron de pie para salir de aquella sala como si nada, bueno, a excepción de Stephen, cuya presencia en el lugar fue notada por el Capitán, quien siempre era el último en salir.

— Strange, creo que no nos escuchó, vamos. – soltó con seriedad mirando frívolamente al castaño.

— Capitán... Con todo el respeto qué se merecen... ¿Qué acaba de pasar? – fruncido el ceño al hablar levantando lentamente la cabeza con la mirada perdida.

A manera de respuesta, solo recibió un encogimiento de hombros. — Vamos, de seguro nos necesitan allá afuera.

Con su duda intacta y una expresión confundida, Stephen suspiro rendido para ponerse de pie y salir de aquel lugar, observando cómo Tony estaba parado en frente de todos en el campamento, con los altos mandos detrás suyo, explicando aquel complejo plan sin interrupción alguna, lo cual lo dejó completamente sorprendido.

— Siempre le han hecho caso... – soltó el capitán pagándose a su lado con una tenues sonrisa algo cínica. — Y desde que supieron que era Omega... Fue algo complicado al inicio, pero al ser el líder de este lugar y tener una larga lista de muertos... Bueno, con una amenazas resuelves todo. – su sonrisa se agrandó un poco más, volviéndose una completamente cínica y sádica, haciendo que le castaño tragara duro mirándolo de reojo.

— ¡Steve! Te estábamos esperando inútil – Tony se cruzó de brazos con el ceño fruncido volviendo la vista al rubio, quien le gruño a modo de respuesta mientras se acercaba.

— ¿Qué mierda le he dicho sobre le respeto Superior? – Preguntó enojado observando al menor, quien solo le rodo los ojos. — ¿Para qué carajos me necesitas? Eres el creador del plan.

— Sí, pero no soy el líder de este puto lugar, necesito al maldito líder, y a menos de qué no lo seas, te necesito aquí imbécil.

Y allí estaban de nuevo, peleándose de nuevo, parecía que se fueran a matar en cualquier momento.

— Ugh, solo dime qué mierda necesitas Tony.

— Selecciona a los mejores Betas, algunos de los mejores Alphas qué sepan disimular su aroma y unos cuantos qué me acompañen, nadie conoce a este ejercito de ineptos más que tú. – sugirió serio y aburrido señalando con la mano a todas las personas que estaban ahí.

Con un suspiro pesado, el Capitán empezó a nombrar a algunas personas, las cuales fueron dando un paso al frente, dejando así, a medio ejercito fuera de la operación, aunque, claro, según avanzara el ataque  verían cuantos se iban a quedar de manera oficial en la misión.

— Los qué quedaron seleccionados, vengan conmigo, los otros vayanse a entrenar, no sean unos malditos vagos. – soltó Tony aún con los brazos cruzados para empezar a caminar hasta el bosque, siendo seguido por la mitad del ejercito, el Capitán y los altos mandos, quienes, claramente, iba  a estar en la misión. — Empezaremos con algo simple, los Alphas, excepto los de altos mandos, pasen al frente. – tal y cómo ordenó, todos los Alphas de aquel ejercito dieron un paso al frente, quedando en una línea recta, no muy larga frente a él. Los contó rápidamente, eran doce personas. — ¿Quienes de ustedes son Buenos disimulando su aroma? – preguntó frunciendo él ceño y con un tono serio, observando cómo siete de ellos pasaban al frente, bien, los otros Alphas, incluidos los altos mandos, alejense. – Todos cumplieron con la orden del genio, pues sabían que sí querían que todo saliera bien debían hacerle caso. — Ok, empecemos... – se puso de pie frente al primero en la línea, aspirando su aroma de cerca. — Whiskey... Suprime tú aroma, los demás intensifiquen el suyo – tras decir aquellas palabras se alejó de todos, respirando aire fresco, para luego volver a acercarse al mismo Alpha, dándole una señal a los demás para que se detuvieran. Respiró profundo a unos veinte centímetros del cuerpo ajeno, siendo incapaz de sentir su aroma. — Bien, quedas en la misión, reemplazaras a unl de los guardias que va a escoltar a Phil. – Le hizo una señal para que se alejase, siendo acatada al instante.

Realizó el mismo proceso con los otros seis Alphas que habían pasado al frente, descartando a tres de estos, pues todavía sentía rastros de su aroma. A los cuatro que quedaron en total, les otorgó la misión de escoltar a Phil Coulson fuera de S.H.I.E.L.D, dejando a cuatro Alphas qué lo escoltar ante a él, y enviando a los cuatro sobrantes de vuelta al campamento, iba a ser una tarde muy atareada.

Omega Dominante // Stony [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora