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A pesar de todo, se intentaba convencer a sí mismo de que no era tan malo ser el destinado de Rogers, después de todo era un Alpha Prime, era bastante poderoso, era millonario y... Oh, vamos, a quién engañaba, lo odiaba por completo.

Habían pasado tan solo unas semanas desde aquella revelación, semanas en las cuales el Capitán parecía intentar cualquier cosa para llamar su atención, y también para someterlo claro está.

- ¡Maldita sea Rogers ya te dije que no! - sus gritos acallaron la breve discusión que se estaba armando con el Rubio, quién simplemente lo miró con algo de desconcierto.

- ¿Sabes todo lo que he hecho por tí? ¿Por nosostros?

- ¿Por mí?... ¿Por mí? - su tono de voz fue algo sarcástico, roto, triste y divertido a la vez, algo bastante curioso que era acompañado de una rota sonrisa en su rostro. - ¿Desde cuando es algo bueno alejarme de la única persona que me hacía sentir seguro? ¿Uh? Dime... ¿Desde cuando es algo bueno acosarme todos los días y manipularme emocionalmente? Y vaya que he intentado ver las cosas desde tu punto de vista, ver "el lado bueno" si es que esa mierda existe en esta situación, he intentado con cada parte de mi ser quererte o si quiera no querer matarte... Pero me haces imposible el no odiarte, todos los días dándome nuevos motivos para acabar con tu vida... ¡O incluso la mía! - una dolorosa risa se escapó de su garganta, intentando incitarlo a llorar, intentando que dejara las lágrimas ser libres conforme su aroma se volvía más agrio, más intenso, pero lo único que consiguió fue tomar una bocanada de aire para mirar al rubio en frente suyo con decepción. - Podrías sí quiera intentarlo ¿sabes?

Y finalmente el lugar había quedado en silencio, ninguno de los dos gritando o sí quiera hablando, sino que a duras penas respirando, intentando cortar aquella horrible tensión que se había generado en el aire.

- Podrías apreciar más mis intentos por ser un buen Alfa... ¡Para tí! Por ser "mejor" o una mierda así, ¿sabes? Podrías destacar el hecho de que ni he vuelto a poner una mano sobre tí desde ese día... Podrías agradecerme por todos tus privilegios... ¡Podrías darte cuenta de que de verdad lo estoy intentando carajo!

Tan pronto terminó de hablar, el Rubio se volteó para golpear la pared detrás suyo, asustando levemente al menor, causando que diera un leve brinco, aunque, claro, este no lo demostraría tan abierta y evidentemente.

El ambiente se sentía aún más pesado que antes, y, aunque Tony quería destacar la manipulación en cada una de las palabras de Steve, prefería ahorrarse los comentarios por ahora, pues la situación ya era lo suficientemente mala, aunque, bueno, era verdad que el Capitán no había vuelto a golpearlo por varias semanas, cosa que, interna e inconscientemente, agradecía pero a la vez desconfiaba.

- Dame tres razones... Y más te vale que sean buenas... Por las que debería confiar en tí. - finalmente soltó el castaño acercándose un poco más al contrario, haciendo que este voltease a verle con la sangre brotando de sus nudillos, llamando levemente la atención del menor.

Steve sonrió con suavidad y manteniendo la cabeza baja.

- Creí ya haberte dado algunas.

- Lo que acabas de decir era solo para manipularme, no me creas un imbécil Rogers, no por ser un Omega voy a caer rendido ante tí por unas simples palabras bonitas. - una mueca de disgusto se formó en su rostro mientras se daba la vuelta acercándose a la puerta para salir.

- Espera... Me acabas de pedir que te de tres buenas razones... Pero dices que no sirven "palabras bonitas" y no te puedes ir así como así, dejame hablar primero.

- Dije "DAME tres razones" no "DIME tres razones" un acto vale más que mil palabras Rogers, más vale que de verdad te esfuerces sí quieres conseguir que este Omega confíe en tí.

Y con eso salió del lugar, con una sonrisa triunfadora y su orgullo aún más alto que antes, pues últimamente encontraba satisfactorio recalcar su casta y cómo, a pesar de esta, los prejuicios y los estándares, era mejor que todos los ineptos de ese lugar, o bueno, casi todos, pues Bucky seguía estando ahí.

Algunas veces había pensando en ir a visitarlo a escondidas, pero luego lo veía rodeado de guardias, cerca de gente en la que Rogers "confiaba" o hablando animadamente con un Alfa llamado Zemo, cosa que siempre lo ponía de mal humor, aunque intentaba pasarlo por alto la mayoría de veces.

Cuando finalmente llegó a su habitación, cerró la puerta con candado, suspirando pesadamente para tirarse en su cama y observar el techo como sí fuera lo más interesante del mundo.

Mientras tanto, cierto rubio se preguntaba qué debía hacer, cuales eran las "tres razones" que debía darle a Tony, sabía que antes le había dado muchas más para desconfiar de él, para odiarlo, pero no podía evitarlo.

Suspiro pesadamente para golpear la pared repetidamente una y otra vez mientras soltaba maldiciones a gritos.

- ¡Dime qué mierda quieres de mí maldito Omega pretencioso! - gritó dando un último golpe en la pared para apoyarse en esta y sentarse en el suelo mientras tallaba bruscamente su rostro con la mano en la cual no había sangre.

Al día siguiente, Tony parecía aún más animado de lo normal, pues estaba dispuesto a modificar su trato, sí es que así se le podía llamar, con Steve, pues planeaba complicarle aún más las cosas, pero se sorprendió un poco al verlo parado en su puerta con notorias ojeras y una expresión de disgusto.

- ¿Tan temprano y ya luces como la mierda? Vaya, no quiero saber cómo lucirás cuando te patee el culo en otra de nuestras discusiones sin sentido.

Lo único que recibió cómo respuesta fue un gruñido, seguido de una fuerte respiración conforme Steve apretaba con desesperación el puente de su nariz, dejando a la vista su ensangrentada y descuidada mano, en especial los nudillos que denotaban que habían tenido una fuerte pelea con una pared la noche anterior.

- Bien... He Estado pensando.

- ¿¡Tú piensas!? Vaya milagro, jamás creí escuchar eso de tí. - soltó con sarcasmo y diversión burlándose del mayor mientras se cruzaba de brazos, recibiendo otro gruñido por parte del contrario.

- He tomado la decisión...

- Con ayuda de una pobre pared que no tenía la culpa... Pero sigue. - se volvió a burlar para finalmente estar dispuesto a escuchar lo que el Alfa tenía por decir.

- Sé que me arrepentire de esto... - murmuro estresado y con la ira a flor de piel para respirar nuevamente. - Pero puedes salir del campamento sí se te antoja... Sin guaridas... O tal vez con uno... Pero serás libre de este lugar todo el tiempo que quieras, con la condición de que vuelvas al menos para alguna comida y pueda verte y... Saber que estás bien.

Omega Dominante // Stony [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora