Omega Dominante // Stony [Pausada]

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— ¿¡QUÉ MIERDA STEVE!? - El rubio volvió a soltar una cachetada contra Tony, haciendo que este retrocediera, estando a punto de caerse.

— A mí me respetas carajo. - miró al Omega con superioridad para luego pasar su vista al castaño que lo acompañaba, el cual parecía incluso más asustado que Tony. — Y tú James ¿tienes algo por decir? 

— N-No se-señor. - Bucky sentía un nudo en su garganta, se sentía impotente y aterrado, pues debía de aceptar que temía por su vida cada que estaba cerca de Steve, temía sufrir de sus golpes nuevamente, pero, por otro lado, sentía mucha ira e impotencia, de no poder hacer nada al respecto, de no poder defenderse, de no poder defender a Tony. — Y-Yo... 

Steve arqueó una ceja al escuchar como Bucky volvía a hablar. — ¿Tú qué?

El castaño tomó aire respirando profundamente con  el ceño fruncido y los ojos cerrados. — Vete a la mierda Steve. - soltó finalmente poniéndose al frente de Tony, quien, por primera vez en su vida, se sentía indefenso. — Tú y todos esos malditos Alfas que están en la cima de esta puta pirámide, me has hecho sufrir casi toda mi vida, me has convertido en esto, en un maldito Delta sometido, llevándome a límites a los que nunca creí llegar, como el hecho de casi acabar con mi vida solo para deshacerme de ti. - una risa suave y rota salió de los labios del castaño mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas. — No permitiré que le hagas lo mismo a Tony.

Cuando Bucky terminó de hablar, el rubio soltó un gruñido, levantando la mano para darle una cachetada a aquel "insolente" pero su mano fue detenida en el aire por el menor de todos, quien, dejándose llevar por el odio que sentía hacia Steve, el aprecio que le tuvo a Bucky tan rápidamente, y su propio dolor, le hizo frente a aquel Alfa, empujándolo con todas sus fuerzas, haciendo que chocara su espalda baja contra el borde de la mesa.

— ¿Qué pasó? ¿No que muy macho? Esto no es justo ¿verdad? Ser atacado por dos al mismo tiempo... Pues así es como me siento desde que trajiste a ese maldito Prime aquí, así me sentí al despertar dándome cuenta de lo que me habían hecho.

— ¿Anoche? Ja, tú mismo nos sedujiste perra. - el Alfa recibió un puñetazo en el rostro, haciendo que su boca sangrara, y, para su sorpresa, el que le soltó aquel golpe no fue nadie más ni nadie menos que Bucky.

— No lo llames así... Esto no ha sido su culpa... Ha sido la suya, él estaba drogado. 

—¿Y tú qué vienes a hablar, intento de Alfa? Si tú eres aún más perra que él, ja, por algo eres un Delta sometido, nunca mereciste ser llamado Alfa.

Finalmente, entre los dos castaños, aprovecharon la pequeña ventaja que tenían, mirándose con complicidad para atacar a aquel maldito que los había atormentado por un tiempo, pues, debido al golpe en su espalda baja, se le complicaba ponerse de pie, algo beneficioso para los castaños, quienes empezaron a atacarlo, poniéndolo de rodillas en el piso, siendo Bucky quien lo sostenía y Tony quien le partía el rostro, dejándolo lleno de sangre para finalizar aquella paliza con varios golpes en el estómago y unos pocos en sus partes nobles, haciendo que quedara tirado en el piso.

— Maldita sea... Me las pagaran... - murmuró el Alfa antes de caer desmayado.

Con una sonrisa, los castaños entraron a la cocina, donde sabían que estarían sus platos de comida, para salir a almorzar, encerrándose con llave en la habitación de Tony, quien, claramente, había reforzado la seguridad de aquel lugar.

Una vez estuvieron en la habitación del menor, pudieron calmarse un poco más, aunque se mantuvieron en silencio por un momento hasta que Tony decidió romper el hielo sentándose en su cama para jugar un poco con su comida.

— Eres muy fuerte Bucky. - elogió sonriente para empezar a comer, observando al Delta que se encontraba sentado sobre su escritorio con algo de comida en la boca.

El de pelo largo le dedicó una sonrisa a Tony, pasando rápidamente para responder. — Y tú vaya que sabes dar golpes, apuesto a que eres muy fuerte también, es decir, lo dejaste desmayado y lleno de sangre, wow. 

Y de una manera bastante amistosa y cercana, siguieron hablando por horas en aquella habitación, mientras comían, después de comer, mientras que Tony programaba algunas cosas y Bucky acariciaba su pelo.

Aparentemente, habían agarrado bastante confianza entre ellos, pues, claro, nunca antes habían tenido conversaciones tan largas, divertidas e interesante, conociéndose un poco más a fondo, lo que había detrás de aquella craza que representaban sus rangos en Hydra, más profundo que el Sargento James Bucky Barnes y el Superior Iron-Man.

— ¿Cómo carajos acepté esto? - preguntó un amargado castaño de ojos claros mientras abrazaba una almohada y hundía su rostro en ella, soltando suaves quejidos debido a los jalones del menor.

  — No lo sé, pero ya es muy tarde para arrepentirte Bucks. - soltó el de pelo corto con una risa divertida, disculpándose de vez en cuando al jalar el pelo ajeno. — Te quedarás con estas trenzas hasta mañana, me da igual que digas que no, ya aceptaste ya no hay vuelta atrás.

Aquella situación era extrañamente divertida para ambos, pues era la primera vez que tenían a una persona tan cercana y con la que compartieran tal vínculo de confianza. — Ugh, ya qué, no puede ser tan malo.

— ¡Esa es la actitud! - se burló el menor terminando de atar el pelo ajeno. —  ¡Voalá! - observó por unos segundos lo que había echo con el pelo del mayor, pasándole un espejo  mientras aguantaba la risa.

— ... Se ve horrible.

  — Lo sé, y estoy totalmente de acuerdo contigo, pero hey, es la primera vez que hago algo como esto, y no quiero que dañes mi trabajo de casi media hora en unos pocos minutos, así que te las dejas hasta mañana. — sentenció Tony con una sonrisa burlona, observando la cara de odio total de Bucky.

— Te odio. - soltó el espejo para esconder su rostro en la almohada nuevamente, gritando y ahogando ese grito en esta.

—  Yo también te quiero Bucks.

Y de esa manera, entre conversaciones divertidas, intentos de cosas nuevas, explicaciones que Tony le daba a Bucky sobre sus inventos, y muchas cosas más, pasaron la noche, o bueno, casi toda la noche, pues llegó un momento en el que sus ojos empezaron a pesar y se empezaban a cerrar poco a poco, cayendo ambos dormidos totalmente desparramados en la cama, pues, sin importar lo mucho que Bucky insistió en irse de aquel lugar, Tony le negó aquella petición, ya que sabía que era muy probable que el capitán ya hubiera despertado, y, claramente, aprovecharía al momento de ver a alguno de ellos completamente solo, y peor si se aliaba con Strange, vaya que deberían tener cuidado... Y, para ser sinceros... Tony estaba en lo correcto con sus suposiciones.