Omega Dominante // Stony [Pausada]

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Le enojaba verlo llegar tan tranquilo, tan campante, tan alegre, como si no se hubiera desaparecido por un día completo, como si tuviera mucho poder y fuera él quien manda.

— ¿Dónde carajos te habías metido? - preguntó el Capitán con enojo y el ceño fruncido al ver llegar a Tony tan calmado y sonriente después de un día.

— Me estaba encargando de un pequeño problemita "Capitán" 

A pesar de no mover para nada sus manos denotó las comillas en el aire, logrando ver como una sonrisa ladina y algo pícara se asomaba por los labios del mayor, pero antes de que Steve pudiera hablar, Tony chasqueo los dedos haciendo que pasaran las personas que lo estaban ayudando a cargar a los, inconscientes, agentes de S.H.I.E.L.D.

—¿Pero que cara-

— Me los encontré en el bosque, verás, es fácil atraer a dos estúpidos Alphas cuando eres un hermoso Omega con un dulce aroma y que parece estar pasando por un celo inducido... Además, no es tan complicado vencer a dos imbéciles armados, no es la primera vez que lo hago Capitán.

Junto con una ladina y victoriosa sonrisa, se dio la vuelta para empezar a caminar fuera de aquella oficina, nunca se había sentido tan bien el restregarle en la cara una gran victoria a aquel engreído, tal vez no sea tan malo ser un Omega.

Steve se quedó anonadado ante la información recibida, ¿acaso él solo había capturado, desarmado y vencido a dos fuertes Alphas agentes de S.H.I.E.L.D? Pues eso parecía.

Apenas salió de la oficina del Capitán, empezó a celebrar en su interior, claramente sin perder su postura. Aunque debía admitir que fue algo tedioso atarlos por si solo y limpiar y ordenar todo su laboratorio, pero nada era imposible para él, oh no, claro que no.

Siguió su camino hasta su habitación, la cual, debido al tiempo, ya había perdido bastante del olor de Steve, aunque todavía permanecían rastros de aquel aroma, era como si simplemente aquel Alpha se mantuviera de pie en su habitación.

Decidió pasar por alto aquel rastro  de aroma, pues ya estaba acostumbrado a estar cerca de Steve.

Para ser sinceros, se sentía bastante cansado y acalorado, sentía cierta necesidad de tener cerca al dueño de aquel aroma, que acabara con el calor que se apoderaba de él, pues sabía muy bien cómo se suponía que se calmaba aquel instinto.

— Maldito Steve... - maldijo por lo bajo tapando sus ojos con un brazo.

Antes de entrar a su habitación, cerró la puerta con candado, pues quería evitarse cualquier tipo de inconvenientes, más si estaba en aquel estado, aunque se seguía negando rotundamente a perder sus estribos y dejarse bajonear o dominar, pero, sinceramente, no podía soportar el calor que parecía estarlo matando, tampoco podía controlar muy bien sus feromonas, dejando que, por accidente, su olor completo salga sin ningún tipo de restricciones.

— Cuando esto pase... Le enseñaré que no debe meterse conmigo~ - Soltó junto a un gruñido manteniendo sus ojos cubiertos con su brazo.

Maldecía en voz baja mientras se removía en la cama, estremeciéndose y temblando de vez en cuando, sabía que iba a llegar un punto en el cual no aguantaría más, pues, después de todo, los instintos siempre ganan, ¿verdad?

Por otro lado, se encontraba el dichoso Capitán, el cuál se encontraba torturando a los agentes de Hydra con ayuda de algunos secuaces.

— Sáquenlos, queremos respuestas, no matarlos. - chasqueó los dedos dando la orden a sus secuaces para mirar fría y calculadoramente a los agentes, los cuales intentaban recuperar el aire después de estar un buen rato bajo el agua.

Todo el lugar seguía en silencio, solo se escuchaban las gotas de agua caer y los dos Alphas intentando recuperar la respiración.

— Todos, fuera, ahora

Ordenó Steve sin apartar su mirada de los que eran torturados, observando de reojo y escuchando como todos salían del lugar dejándolo completamente solo con los otros dos.

— Señor, nosotros- empezó a hablar uno de los agentes con algo de miedo, pero fue interrumpido al instante.

— Agradezcan que eran novatos y no los reconocieron... Sino, se hubieran burlado de ustedes y, posiblemente, la tortura hubiera sido peor.

Ante las palabras de Steve, el Alpha que hablaba bajó la cabeza, no podía creer que habían fallado en su primera misión, algo tan simple... Por su lado, el otro soltó un gruñido.

— ¡Oh, vamos! Solo nos dijiste que debíamos capturar a un Omega, nos dijiste como lucía, y donde encontrarlo, no teníamos ni puta idea de que iba a ser el maldito Tony Stark, ¿sabes cuantas historias hemos escuchado de ese hijo de perra? ¡No hay ningún combate que haya perdido! Fue entrenado como un maldito Prime ¡¿Y querías que cumpliéramos la misión así como así?! - vociferó uno de los "agentes" con ira, pero no sabía el error que había cometido.

Junto a un gruñido y una expresión de asco y altanería, Steve sacó su Glock y disparó a la pierna de aquel insolente Alpha, pues había dicho cosas que no debía.

— A ver inútil, cuida tu lenguaje al hablar de Tony, ¿quién te crees que eres para venir a hablar así de él? - preguntó con enojo agarrando al contrario del cuello ahorcándolo un poco. — Y segundo. - Volvió a hablar empujando hacia atrás la silla haciendo que se cayera de espaldas golpeándose contra el suelo. — ¿Cómo carajos me van a decir... que dos malditos Alphas armados no pudieron contra él? 

La pregunta quedó al aire pues no recibió respuesta alguna, haciendo que Steve detuviera su caminar para fulminarlos con la mirada exigiendo respuestas.

— B-Bueno s-señor - empezó a hablar el que seguía sentado con algo de miedo. — É-Él es alguien con m-mucho entrenamiento y complejo d-de Alpha, según sé n-no es la primera vez que se enfrenta a dos personas armadas.

El rubio se mantuvo en silencio ante la respuesta recibida, sabía que aquel nervioso Alpha tenía familia, si así se le podría llamar a una hermana con cáncer, por lo cual sonrió ladino sacando su arma nuevamente y disparándole en el hombro al que se encontraba en el piso, no quería matarlo todavía, lo haría sufrir un poco, y con ello, intimidaría al otro.

— Haremos esto - empezó a hablar con una sonrisa cínica escuchando los gritos del que seguía en el piso. — Tú, novato, vas a intentar seducir a Tony Stark, y cuando ya lo tengas en las palmas de tus manos, será completamente fácil para nosotros manejarlo y quitarle todos sus complejos de Alpha para volverlo un simple Omega.

El castaño se quedó en silencio desviando un poco su mirada, sinceramente no quería hacer eso, pues tenía pareja, y amaba demasiado a su Omega, el cual era su destinado, aunque lo mantuvieron a escondidas por seguridad.

— Responde rápido, sabes que tengo la ubicación de tu hermana...

— ... Como usted ordene Capitán...

Dichas esas palabras, Steve soltó al otro Alpha, cuando estuvieron de pie, estrecharon las manos para cerrar el trato.

— Antes que nada... ¿Cómo te llamabas?

—Stephen Strange, señor.