Caperucita Uzumaki (SasuNaru)

Capítulo cinco

Naruto pov:

Como era de esperarse, me perdí hehe... ¡pero el lado bueno es que aún no obscurece del todo!. Todavía estoy a tiempo para regresar y tomar el otro camino.

- ¡Si!. ¡Me regresaré!.- exclamé con entusiasmo, nadie me detendrá.

- ¡Es todo!. ¡Ya no aguanto tu estupidez!.- escuché a una voz arrogante gritarme.

Espera... ¿estúpido?, ¡¿estúpido yo?!. ¡Pero qué le sucede a ese idiota!.

Y con toda mi determinación en reclamarle me di la media vuelta para enfrentarlo. Lo que no tenía en mente era que se lanzaría hacia mi.
Si no fuera porque mi padre me enseñó a cómo evadir, estuviera cien porciento seguro que caería sobre mi.

Fin pov:

- Es... hermoso...- murmuró con sorpresa aún sin detener su ataque al Uzumaki.

Naruto evadió a Sasuke justo a tiempo. Sasuke al haber estado distraído por la belleza del rubio, no pudo caer de pie haciendo que se estrellara en el tronco de un árbol en una posición algo graciosa.
La cabeza en el suelo y el cuerpo en dirección hacia arriba.

- ¡Oh!. ¿Se encuentra bien?.- preguntó con preocupación el rubio mientras se acercaba e hincaba.

- Es hermoso...- volvió a murmurar.

- ¿Está bien?.

- Sus ojos...

-Oiga, ¿me escucha?.

- Su cabello...

- ¡Oiga!.

- Sus mejillas...

El Uzumaki al no obtener respuesta alguna del contrario, decidió levantarse y seguir con su camino.

El día estaba llegando a su fin y consigo se ponía el ocaso, que al poco tiempo también finalizaría.

Su madre y padre le advirtieron que en el bosque salen personas malas después de que se oculte el sol. Por esa razón no lo dejaban ir al bosque mas que sólo por visitar a su abuelo y siempre iba acompañado de sus padres.
Sin embargo, en esta ocasión ninguno podía acompañarlo y por eso iba sólo. Lo único que le quedaba era apresurarse lo más pronto posible.

-v-

El ocaso finalmente se ocultó y el ojiazul aún no llegaba a la casa de su abuelito. Estaba preocupado y con miedo.

Miedo a la oscuridad.

Nunca sabes que puedes encontrarte en medio de un bosque a oscuras, asesinos, monstruos, psicópatas, pervertidos, ladrones, fantasmas...

Naruto iba caminando a paso lento, estaba asustado, demasiado.
Pero no dejaría que su temor ganara, era lo suficientemente valiente para pasar el bosque.

- ¡Ahg!.- gritó con miedo y cerró sus ojos lo más fuerte que pudo.
Al no escuchar nada fijó su mirada por encima del árbol notando a un pequeño y emplumado búho. - Un búho, hehe. Será mejor que acampe por hoy.

El rubio se acercó a un árbol y lo escaló hasta llegar a una altura recomendable como para no romperse la cabeza en caso de caída.

- No hay nada mejor que dormir en un árbol junto a la naturaleza.- suspiró con entusiasmo. - Mañana será otro día.- se animó a sí mismo.
Puede que su día haya sido nefasto, pero eso no significaba que los demás serían igual. Y con ese pensamiento se dispuso a dormir.

-v-

- ¿Ya dije que es hermoso? ¡PORQUE ES ENDEMONIADAMENTE HERMOSO!.- dijo aún sin reaccionar de la sorpresa generada por el rubio.

Unos minutos más tarde, Sasuke finalmente había reaccionado.
Al pasar su mirada por todo el área notó que ya era de noche y el rubio ya se había ido.

- ¿Cuánto tiempo estuve perdido en mis pensamientos?.- se cuestionó sin creerlo, aún...

Sasuke no dejaría que ese rubio se saliera con la suya, lo iría a buscar y lo haría confesar su nombre ya sea por los buenas o por las malas.