Caperucita Uzumaki (SasuNaru)

Capítulo seis

El sol se asomaba, mostrando sus perfectos y cálidos rayos.

Las flores abrían sus delicados pétalos conforme el sol las iluminaba. Los pájaros cantaban armoniosamente. Los animales comenzaban a salir de sus cuevas para comenzar su rutina diaria. Además, el clima era cálido y fresco, siendo reconfortante a su vez. Un día perfecto para todos.

Naruto despertaba, abriendo los ojos poco a poco para que estos pudieran adaptarse a la luz.

- ¡Buenos días señor sol!- saludó con felicidad mientras se estiraba.

Con mucho cuidado bajó del árbol, no sin antes tomar su capucha y la canasta.

Ya estando listo, volvió a emprender su viaje

- v -

A una mediana distancia, se encontraba alguien despertando.

- Es de día. Hora de encontrar a ese endemoniado rubio.- dijo decidido.

Encontrar a una persona, que podría ser tu futura pareja, no es de todos los días. Entonces ¿por qué no aprovechar esa oportunidad?

-v-

El recorrido era tranquilo, solo se escuchaba el viento, las hojas de los árboles chocando entre sí, y las aves cantando. Pero duró poco esa tranquilidad porque el estómago de un rubio estaba rugiendo.

- Tengo hambre...- se quejó el ojiazul, tocándose la panza.

Y es que nuestro rubio no había comido nada desde el día de ayer. ¿Razón? No tuvo hambre en todo el día.

Naruto examinaba el exterior con la esperanza de encontrar algo que pudiera comer, y con suerte, encontró un árbol con manzanas. Sin pensarlo corrió hasta el árbol y arrancó tres manzanitas para irlas comiendo en el camino.

- Esto no me llenará, pero es mientras llego a la casa de Ero-ojīchan.

Poco tiempo después.

- Dejen de seguirme.- habló con molestia el Uzumaki, encarando a las personas que aún no se mostraban.

Sabía que lo estaban siguiendo, pero decidió pasarlo por alto. Creía que eran sólo personas que pasaban por casualidad, sin embargo, se olvidó de ese pensamiento cuando ya habían tardado en desaparecer.

- Hohoho, pero porqué tan solito.- contestó con malicia mientras salía de su escondite.

- ¿Qué sucede rubio?. ¿A qué hora vas por el pan?- salió otro hombre de su escondite.

- No te preocupes. Con nosotros estarás bien, te lo aseguro.- terminó de decir el último hombre, que de igual manera salía de su escondite.

Naruto solo veía a los tres hombres, mientras retrocedía. Le habían advertido que en el bosque salen pervertidos, aunque nunca creyó que saldrían esta vez.

- Te encontré.- murmuró Sasuke, escondiéndose arriba del árbol. - Y buen momento en el que llegué.

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¡Holaaaaaa!.

Hehe, ¿cuánto tiempo, no creen?... huh, por favor no me maten por una larga ausencia con la historia. ¡Esperen, esperen, tengo excusa!.

La razón de mi inactividad (resumida) es que mi teléfono se descompuso y perdí todas mis notas. No podía escribir porque soy una persona que ve y lee Yaoi y Bl a escondidas de su familia. Pero si quieren saber más acerca de esto, pueden leer mi último anuncio.

PD. Perdonen por el capítulo corto y mal redactado :'c