Futuro

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Habían acordado ir rumbo a Italia, pero él blondo insistió en que fuese Noruega su siguiente destino y él no estaba dispuesto a no darle el gusto.

Así que esa mañana partieron rumbo hacia el frío país.

Naruto no dejaba de decirle lo bueno que sería sentir el frío y la nieve, además de buscar en su celular hoteles y lugares turísticos. Él solo pensaba en hacerlo feliz.

El blondo pronto se quedó dormido mientras usaba su hombro como almohada. Sasuke le retiró el celular y sonrió por la imagen de su pantalla de bloqueó. Eran ellos dos mientras se besaban en el comedor de su hogar.

Suspiró y también cerro los ojos. Apretó más el agarre en sus manos.

Sasuke en sueños regreso al pasado. A los días donde el rubio era un ser solitario, una sombra en aquella enorme escuela, un chiquillo con los ojos nublados y tristes. Pero siempre con una sonrisa fingida para quienes tropezaban con él.

Naruto hablaba solo, movía las manos y reía cuando estaba drogado, bailaba en la fuente y se mojaba con el agua de la lluvia.

Naruto corría de aquí para allá con su mochila de lona, llena de secretos, llena de drogas y medicamentos. Con una sudadera vieja y pulseras en sus brazos.

—¡Vaya, necesito un encendedor!

Había gritado en medio del auditorio,la atención y las risas fueron solo para el protagonista quien ahora sacaba desesperado de su mochila sus drogas, sus más de cinco audífonos y una ziploc con gomitas de colores.

La directora le ordenó salir y Naruto rogó por un encendedor.

Sasuke se vio a si mismo entregándole el suyo.

Naruto le sonrió amplio,bonito y salió de aquel salón con las manos llenas de sus cosas que ya no había podido regresar al interior de su mochila.

Llevaba prisa, necesitaba drogarse.

Sasuke sintió en ese entonces la necesidad de asegurarse de que el chiquillo con manos temblorosas estaba bien.

Lo encontró bailando dentro de la fuente, sonriendo y con los ojos cerrados. También lloraba.

Sasuke se dio la vuelta.

Él también sabía la reputación del chiquillo.

Los ojos negros de Sasuke lo miraban siempre que aparecía.

Curiosidad.

No lo entendió hasta tiempo después.

Pero la tragedia llegó. Y Sasuke lo vio salir lleno de sangre en el rostro.

—¡Yo solo quiero un poquito de eso que llaman cariño!

Konnan envío a todos a sus actividades.

Naruto le miró.

Y  Sasuke abrió los ojos. Salió del mundo de los sueños,tenía la respiración atorada en el pecho.

Naruto dormía apoyando en él y aferrado a su mano.

Ya no eran unos niños, ya habían superado aquella etapa, tenían una vida. La que ellos crearon.

Juntos.

Llegarían a viejos, tomados de las manos, siendo felices, olvidándose de lo que la gente tuviera que opinar.

Naruto tendría de nuevo crisis y él lo apoyaría como se lo había prometido.

Sasuke tendría inseguridades, celos y retos, pero si Naruto le daba la mano entonces encontraría la solución.

La azafata le ofreció una frasada. La tomo y cubrió a su novio.

—Hacen una bonita pareja— le dijo ella.

Sasuke apretó más el agarre. — voy a pedirle que se case conmigo.

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