Sai&Gaara

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Gaara miro a Sai acomodar su ropa en uno de los muebles que antes habían contenido la suya. Le vio doblarla con dudas y meter de una en una hasta terminar. Habían acordado iniciar de nuevo su relación y aunque él estaba totalmente convencido no era lo mismo para Sai.

Y le daba toda la razón de sentirse de ese modo puesto que él no había hecho el esfuerzo por mantener la confianza que antes le había dado.

Era difícil para él mismo no odiarse.

Sai suspiró y le miró. Por un largo rato no abrió la boca para decirle algo, solo le miró de forma intensa y sin moverse de aquel lugar. Parecía haberse quedado pegado.

—Lo siento— se disculpó de nuevo el pelirrojo.

—No quiero que te disculpes, quiero lo mismo de hace años y está vez es en serio. Creo que ya hemos hecho en nuestra relación cosas que quizá no deseábamos pero que de cualquier manera iban a pasar, es ridículo pensar qué nunca iban suceder, la vida después de todo se trata de cagarla, levantarse, sacudirse y aprender. Pero de mi parte quiero dejar bien claro que sí esto vuelve a suceder es todo para mí. Por qué aunque cueste entenderlo si estoy acá es por mí y si para arrancarte de mi corazón debo romperlo lo haré definitivamente Gaara.

Gaara apretó la mandíbula, lo entendía muy bien y aunque le causaba dolor escuchar algo tan duro, tenía miedo de el mismo.

—Tomare terapia, no tengo idea de si eso funcione para mí,pero para dar todo está vez, estoy dispuesto a todo.

Sai abrió los ojos sorprendido, no pudo abrazar a Gaara a pesar de que esté había recorrido el camino solo para tenerle en aquella posición. Y es que no se esperaba algo así.

—Espero que sea cierto, si lo haces entonces iré contigo, dicen que en una relación el esfuerzo debe ser por partes iguales.

Gaara le sonrió —Entonces hagámoslo juntos.

Sai había sonreído amplio hasta que a la mente le llegó la imagen del padre de Gaara. Se le amargo la boca.

—¿Que va a pasar con tu papá? ¿Con tu empresa? — y es que Sai podía vivir sin lujos, estaba habituado a no padecer pero tampoco a vivir en la opulencia y Gaara por otro lado siempre la tuvo fácil. ¿Que sucedería si ante la falta de fondos Gaara lo culpaba después?

Sai lanzo un suspiro — Definitivamente creo que es muy mala idea, tu y yo, es imposible que estemos juntos.

—No, no digas eso, yo te quiero conmigo Sai, me haces bien ¿Entiendes? Todo lo bueno que estoy dispuesto a hacer es por ti, todo este maldito tiempo siempre ha sido por ti, me ha dolido en el alma verte con otro, verte partir y sin embargó preferí sufrir antes que seguir dándote malos momentos, ahora te estoy diciendo que voy a ir a terapia y la empresa es mía legalmente es herencia mía y yo la he mantenido y mejorado todos estos años. Le guste a no a mi padre es cosa que ya no me interesa. Además el mínino me dijo algo que me hizo correr a buscarte.

Ya soy un adulto y a mí padre ya le cumplí y tú eres el único al que he amado todo este tiempo.

Sai sintió la barbilla temblar. Abrazo a Gaara tan fuerte qué a él mismo le dolieron los huesos.

—Esta vez va a funcionar — y lo beso de forma salvaje.

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