Naruto sonrió mientras presumía su argolla de compromiso. Detallo una y otra vez la forma en la que la había obtenido y sonrió todas las veces en las que lo felicitaron.
—Este traje de Gucci te queda fantástico Naru— la chica le arregló el cabello y colocó fijador.
Naruto se miro al espejo y se acomodo el cabello — ¿Tu crees que deba salir sin el anillo?
La chica le miro un poco confundida por qué ni ella sabía si era correcto o no salir a la pasarela portando algo tan significativo y llamativo, por qué estaba segura de qué allá afuera le esperaban no solo la gente interesada en el desfile, sino que también estaban aquellos que siempre quieran obtener la mejor de las noticias para llenar sus encabezados en los periódicos.
Naruto era importante por tres razones.
Era el hijo de la modelo más famosa de su época, la mujer de echo aún tenía al mundo de la moda bajo la palma de su mano.
Dos, era un chico que nunca escondió su relación con otro hombre y por eso mismo tenía personas enfermas que le guardaban odio por sus preferencias.
Y tres, era un enfermo mental, alguien qué siempre sería diferente. Algo que a las personas les costaba asimilar.
La chica le sonrió apenada — hay muchas cosas que poner en la balanza Naru, quizá debas consultarlo con Zabuza y con tu novio. Pero en mi opinión, debes hacer lo que te haga más feliz, esa es la clave, tu estabilidad es prioridad.
Naruto mordió la uña de su dedo pulgar y suspiró decidido.
—Naruto vas detrás de Caleb, por favor toma tu lugar y recuerda siempre mirar al frente.
El blondo escucho las indicaciones y sonrió.
—¡Vaya, pero si yo nunca puedo mirar solo al frente! ¿Por qué siempre me lo dices?
La organizadora giro los ojos y resopló —es costumbre, solo deseo que algún día me hagas caso.
—Jo, pues lo intentaré— entonces Naruto recordó que por quinta vez en su carrera Sasuke estaría entre los invitados y seguro él haría de todo menos mirar al frente. Igual le sonrió a la organizadora quien tras años de conocerlo sabía de sobra lo que esa mirada y sonrisa llevaban de tras.
Naruto se preparó, le arreglaron por última vez el cabello, el maquillaje y salió.
La música cambio cuando el blondo salió, Naruto camino alargando las piernas para lucir el pantalón y el calzado, con la mano izquierda se desabrochó la chaqueta y al retirala dejo a la vista una delgada camisa de manga larga color coral, además de un accesorio en su dedo. Los que solían asisitir a esos eventos sabían que no era solo un accesorio. Pronto comenzaron a cuchichear, los periodistas que también estaban en el evento pusieron total atención a la gente que ya comenzaba a hablar sobre ello.
—"Es un anillo de compromiso"
—"Conozco a la casa diseñadora de ese anillo y es carísimo"
—"oh, está comprometido,¿Pero cuando paso eso?
Sasuke apretó los labios y le sonrió al blondo cuándo este le miró.
Naruto se detuvo unos segundos al frente y luego giro para regresar sobre la pasarela, caminó y colocó la chaqueta sobre su hombro, la luz se poso sobre él y como ya era habitual sonrió mostrando su bonita dentadura.
Las mujeres hicieron comentarios un tanto picantes y los hombres que gustaban del blondo no pudieron retirar su mirada hasta que el rubio salió del escenario.
Al azabache le tocó como siempre apretar los puños por aquello. Sobre todo por qué él ya estaba al tanto de eso y tal vez ya estaba acostumbrado.
Naruto se cambió tres veces más y luego se fue por fin a su camerino y, mientras se colocaba su ropa habitual entro Sasuke quién le observaba atento desde el marco de la puerta.
—Te dejaste el anillo y ahora todos los periodistas están bloqueando cualquier entrada o salida del recinto.
Naruto le sonrió —¡jo! Eso me parece bien, ahora ya saben que pueden fantasear conmigo pero dudo que se les pare el pene de solo pensar que alguien como tú estará en mi cama,¿Quién podría siquiera compararse con Sasuke Uchiha?
Sasuke entró y con las manos despejó el cabello que cubría la frente de Naruto, le tomo de las mejillas y le plantó un beso.
El blondo cerro los ojos y abrió la boca para sentir mejor la caricia que la lengua de su prometido le daba.
Suspiró.
Zabuza entro y carraspeo ante la escena,tocó la puerta para hacer saber su presencia. —Naruto, pequeño revoltoso, no me dijiste que ibas a casarte mocoso y menos que pensabas dar la noticia de forma "sorpresa" en la pasarela de Gucci.
Naruto se limpio la comisura de los labios —¿Está molesto Alessandro?
Zabuza sonrió —Claro que no, al contrario, quiere que le envíes la invitación, y yo por supuesto estoy triste, recuerda que me enamoré de tu culo en aquel hospital psiquiátrico.
Sasuke gruñó y empujó a Naruto detrás de tu espalda. —Dejate de tonterías Zabuza.
El hombre no pudo evitar reírse de la actitud del azabache. —Era broma hombre, además yo ya estoy casado con mi lindo Haku— Zabuza se puso serio— Vas a tener que salir rápido, te aconsejó no dar entrevistas por ahora.
—¡Wojo! No pensaba dar explicaciones, ya se enteraron y con eso tienen, además no pensamos en una gran fiesta, solo gente que queremos.— El blondo se quedó pensando— Así que dile a Alessandro que no está invitado a mi boda.
Zabuza apretó los labios y negó. El sabía que el comentario no era mal intencionado sino que solo era Naruto siendo Naruto.