Roma

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Naruto sonrió con las pupilas completamente dilatadas, inclino la cabeza y escribió su nombre en el cristal del ventanal del octavo piso de la habitación donde se encontraba alojados. Sasuke estaba descansando luego de cuatro horas de viaje y él a pensar de estar cansado no podía dormir, llevaba días sin poder hacerlo pero no había querido molestar a Sasuke. Lo había visto trabajar arduamente hasta altas horas de la noche qué no hubo necesidad de ocultarle lo mal que lo estaba pasando puesto qué el azabache creía que mientras trabajaba Naruto dormía tranquilamente en su habitación.

Naruto suspiró y abrió la ventana para ventilar el olor a mariguana quemada. Abrió el puño y observó aquella pastilla que había decidido dejar de tomar hace mucho tiempo atrás.

Necesitaba dormir para estar activo y vivo durante las vacaciones que Sasuke tanto deseaba disfrutar a su lado.

—Ah, lo siento—musito cansado para después echarse la pastilla en la boca, el sabor amargo envolvió su lengua.

Miro el reloj. No quedaba mucho para que el amanecer comenzará.

Tomó una toalla y se metió en la ducha.

Sasuke sonrió apenas abrió los ojos. Inspiró el aire de Roma y cuándo pretendía llamar a Naruto, lo vio salir del baño con una bata y una hermosa sonrisa.

Él por supuesto también sonrió, le hacía ilusión consentir al blondo, comprarle ropa, accesorios, llevarlo a disfrutar de la gastronomía de cada lugar y por sobre todo, hacer recuerdos, tomar fotos y crear un álbum para cuándo fuesen mayores.

—¡Vaya! Tengo hambre, creo qué será mejor si te metes a bañar y nos apresuramos.

Sasuke asintió y le dio la razón, salió de la cama y tomo una toalla.

Al pasar a su lado le dio un beso en la mejilla. — ponte algo abrigado, el clima parece ser fresco.

—Si.

Sasuke desapareció de su vista y Naruto se frotó el rostro.

Moría de sueño, se sentía cansado. La pastilla había funcionado pero él no lograba conectar sus emociones.

Tuvo ganas de llorar y se odio por permitirse siquiera la idea de deprimirse en esos valiosos momentos.

Camino hasta su maleta y busco algo adecuado para el día.

Eligió un pantalón negro y una playera de cuello alto color marrón, una chamarra de TH negra y unos botines de un tono más claro que su playera.

Revisó sus mensajes y se paseo por la redes sociales.

Ya todos sabían sobre su viaje, había fotos del aereopuerto.

Miro la foto donde salía él junto a Sasuke.

Naruto es guapo, pero me enfada saber que tiene a su lado a alguien como Sasuke, es decir, Naruto es drogadicto y tonto, leí que incluso esa condición será para siempre. ¿Entonces por qué el malvado de Naruto quiere mantener a Sasuke a su lado?

Naruto suspiró. No era nuevo leer esa clase de comentarios. Aceptó incluso desde la etapa estudiantil el rechazo de todos hacía su relación con Sasuke.

Pero tal vez, en momentos como esos, en los que se sentía tan mal...

—Abrio su caja especial y saco un cigarrillo de mariguana.

—Puedes fumar eso en el balcón— Sasuke salió con la toalla atada en su cintura y con otra secaba su cabello.

Naruto sonrió y Sasuke supo leer en su expresión que algo no andaba bien.

Se acercó y le tomo el rostro con ambas manos —¿Qué es?

Naruto parpadeo y negó —solo estoy un poquito cansado, pero ya se me pasara en cuanto vayamos a comer.

Sasuke por supuesto que no le creyó, pero sabía de sobra que presionando a Naruto, no obtendría nada, así qué fingió y le beso.

—te ves muy bien, ahora ve y revisa si hay algo bueno en el menú para servicio a la habitación.

—¡Jo!, ¡no!, vamos a salir.

Sasuke se colocó los calzoncillos y lo miró de nuevo.— Es temprano, siempre podemos disfrutar del resto del día. La verdad yo todavía me siento un poco cansado por el cambio de altura y horario. Comeremos aquí y dormiremos un rato.

—No hagas eso por mí— susurro Naruto,Sasuke dejo la toalla sobre un estante y le miro directo a los ojos.

—Tengo que hacerlo, eres mi novio y sería malo si no conociera tus pensamientos y tus emociones, se que en ocasiones no me dices todo, pero Naruto— la mano pálida del azabache tomo su quijada— puedo leerte y se qué algo no está bien, puedes, cuando estés listo contarme, ¿de acuerdo?

Naruto asintió, quiso romperse a llorar pero le estaba costando mucho liberar sus emociones. A veces le pasaba como antes, qué sentía que algo se fundía en su cabeza y lo regresaba a todos sus temores de cuando era niño, a su soledad, a sus necesidades, a su profunda tristeza.

Sasuke le entregó el menú y se hundió de nuevo en la cómoda cama.

Al final desayunaron en la habitación.

Sasuke abrazó a Naruto por largo tiempo hasta que el blondo se quedó dormido.

A las tres de la tarde salieron a dar un paseo por las calles de Roma, compraron café, asistieron a una función del Circo Massimo donde disfrutaron profundamente de la ópera y se inscribieron para una visita guiada al Colisseo para el siguiente día y comieron Tonnarello.

Naruto regreso al hotel con unas botas nuevas y Sasuke con una gabardina negra.

Hicieron el amor hasta muy entrada la madrugada. Pero Naruto no logro dormir.

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