¿Yo? ¿Roja? ¡Para nada!

Capítulo 14.

Capítulo 14.

Desde la vez que Ana y yo nos escapamos de nuestros institutos hemos salido mucho más seguido, cada vez que iba a su casa ella estaba en pijama o cuando ella venía a la mía yo lo estaba. Nos habíamos acostumbrado a mostrarnos en nuestro lugar de ambiente.

Pero esta vez no estaba en pijama esperando de costumbre a que tocara el timbre para dejarla pasar, hoy conocería a mi familia.

Cuando le mencioné la cena familiar que tendríamos se puso demasiado nerviosa, fue en su casa cuando se lo dije y me arrastró a su habitación para que la ayudara a elegir su ropa, fue un fiasco porque yo estaba demasiado perdido en sus curvas y ella demasiado nerviosa porque no se encontraba a si misma como para saber que ponerse.

—Querido Jhonny, me han dicho que tienes novia—mi prima habla en busca de información o algo, no estoy como para soportarla si Ana ha llevado más una hora se retraso.

—No es mi novia. —Menciono seco girando los ojos, mamá me observa desde la cocina dandome entender que tenga paciencia.

Ana tampoco conocía a mi mamá, siempre que venía para acá mi madre se encontraba trabajando o a que su nuevo novio, quién se encontraba a mi lado tomando una cerveza el muy desgraciado.

También lo conocí hoy y ya lo detesto, puso un pie mi casa y lo único que noté fue sus signos de superioridad por solo ser el novio de mamá, no lo hizo directamente pero quiso darme una orden.

Obviamente no funcionó.

Suena el timbre y todos en la casa saben de quién se trata y miran atentos a la entrada (Parecer más chismosos, mi madre se asoma por la ventana de la cocina) todos mis familiares cercanos estaban aquí, así que se trataba de ella.

Voy y abro la puerta encontrando a Luz con un bonito vestido de verano de color vinotinto a pesar de hacer frío por la llegada de otoño.

—Hola Chico Estrella.

Sonríe tímida porque ella es conciente que no solo tiene mi mirada sino la de mi familia.

—Hola luz.

Mira detrás de mí y se sonroja más, me observa de nuevo a mí manteniendo su sonrisa y se acerca para abrazarme.

Se lo doy yo al ser más rápido y la estrecho entre mis brazos escuchando sus quejas al respecto, su mente deberá de estar pensando que la estoy haciendo pasar vergüenza, lo peor del caso es que no es mentira por mi cariñoso abrazo.

La dejo pasar y mis primos, tíos y madre nos observan, resulta un poco incómodo por unos segundos pero mi primo pequeño de 6 años se acerca a ella.

—¿Te llamas luz? Que bonito nombre yo me llamo Cian.

—¿Cian? —Pregunta extrañada Ana con una sonrisa mirando al crío con atención.

—Sí, a mami le gustan muchos los colores y ese es su favorito.

—Bueno, no me llamo Luz me llamo Ana, Cian.

—¿Y por qué el primo Jhonny te dice Luz?

Trago saliva y ella me da una pequeña mirada, sabe que he hablado de ella.

—Solo es un apodo Cian, ¿quieres que tenga un apodo para ti? Aunque no haría falta ya que tu nombre es muy bonito. —Suena sus dedos.

Veo como habla con los niños, me causa ternura y gracia porque los trata con una amabilidad que me sorprende porque a sus hermanos los trata todo menos amable... me parece raro.

Casi todos mis familiares ya no nos hacen caso, unos bebiendo cerveza y otros viendo que agarrar de la cocina sin las manos de la tía Kiky que siendo sincero no sé como se da cuenta ¡Pareciera que tuviera ojos detrás de su cabeza! Me causa escalofríos.