Capítulo 4.

36 16 0
                                    

Capítulo 4.

Cuando tenía 11 o 12 años me di cuenta que me gustaba la música, aprender a tocar instrumentos y componer mis propios temas. También sé cantar pero le tomé importancia a esa edad exactamente, ¿antes? Lo hacía por joda.

Luego de las clases iba para la casa
de la vecina María que me enseñaba a tocar la guitarra, fue el primer instrumento que tuve y su nombre es: Rosa.

Ese era el nombre de la hija que perdió en ese tiempo, ella estaba embarazada y como recuerdo le puse el nombre de Rosa, a mi vecina siempre le han gustado las rosas también.

Luego de la guitarra pasé a la trompeta, esta no tiene nombre. De la trompeta a la flauta, y de la flauta a la batería.

De ahí no se otro instrumento, ya sabía tocar 4 instrumentos así que me esforse para mejorar mi voz y según mamá tengo una bastante bonita ¿yo? Muy pocas veces canto delante de alguien.

Nadie de mis amigos me ha escuchado cantar más que mamá y papá.

Pero ahora en el hospital creía eso importante, porque mi amigo es amante de la música y me dice que es su anestesia, el verlo mal me pone mal a mí y no puedo soportar verlo en ese estado.
Canto una de mis letras y él solo disfruta en silencio, viendo las paredes blancas y frías del establecimiento. Él estaba muy preocupado por ella y como se sentiría si estaba la posibilidad de dejar de caminar, su mirada lo decía todo.

-. Cantas muy bonito Jhonny.

Me halaga en un susurro y yo sonrío un poco, lo abrazo con fuerza porque la situación no es fácil su abuelo murió hace poco por un accidente automovilístico y ¿cómo no le va afectar? Perdió a una de las personas más importantes en su vida y que la persona que ama pase por algo similar hace que los recuerdos aparezcan y no es un bonito sentimiento.

Da la tarde y suena mi celular, le quedaba poca batería y maldigo pero maldigo mucho más porque se trataba de Luz.

No malinterpreten esto, no es como si no quisiera escucharla porque en realidad si quiero ¡Ella es alguien con quién se puede conversar de cualquier cosa! Pero el detalle era la batería esperaba aguantar con el 15% que le quedaba.

-. ¿Aló?

Contesto alejándome para que no nos interrúmpieran en nuestra llamada.

-. ¡Hola chico estrella!

Dice con una emoción que me contagia quitando todo el ambiente tenso que estaba en mis hombros, el que me llamara así me hacía sentir... especial.

-. ¿Cómo estás Luz? ¿ya acabaron tus clases?

Pregunté con interés porque bueno, ya iban hacer las 5 de la tarde y algunas instituciones terminaban a esas horas.

-. Justos voy llegando a casa, entonces me dije: "¿qué puedo hacer además de estar en mi pijama de ositos? Claro, vamos a llamarlo".

Me saca una sonrisa el escucharla hablar.

-. ¿y no tienes tarea?

Pregunto con interés apoyando mi espalda a la pared fría del hospital.

-. Sí tengo pero yo hago mis actividades de forma rápida, no te preocupes por eso. - Se escucha la voces de unos niños peleando de fondo y un suspiro dentro de la llamada, - lo siento son mis hermanitos peleando.

Se disculpa con cierta vergüenza que puedo sentir en su voz.

-. Tranquila, yo daría por tener un hermano.

¿Yo? ¿Roja? ¡Para nada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora