¿Yo? ¿Roja? ¡Para nada!

Capítulo 19.

Capítulo 19.

Ana Cazas, 11 de Noviembre del 2020.

Perfectamente podía acordarme de ese día, había conocido a una chica muy dulce, con carisma, con una risa muy bonita, había gente preciosa, bella, pero muy poca las cuales nosotros podríamos decirle bonita, ella era una de ellas.

Mientras le cuento todo a Jhonny, los recuerdos azotan mi mente, pareciendo una tortura.

Esta era una de las tantas citas de mi psicóloga, llevaba dos meses asistiendo y era una gran mejora, ya no me enojaba por si me decían un comentario diferente al mío, ya no me deprimía seguido, todo iba bien, estaba orgullosa de ello.

Mi psicóloga me recomendó hacer más amigos, conocidos en todo caso y eso no estaba mal, hablar no era mi mayor fuente ni tampoco sacar un buen tema de conversación pero me esforzaba, eso era lo importante. Y aunque suene estúpido, le pregunté que si pintarse el cabello de colores era malo, si me hacía alguien extraña y me exclamó que no, le comenté la idea a mamá y no pareció gustarle, de todos modos ella me apoyaba en mis locas ideas.

Estoy sentada en el sofá de espera y veo a una linda chica a mi lado, con un vestido azul de girasoles, se notaba nerviosa, miraba a los lados como si tuviera miedo, al parecer que no sabía que iba hablar con una de las mejores psicólogas del estado o por lo menos yo la considero así.

—¡Hola! Mucho gusto, soy Ana. —me presento, ella me mira por unos segundos y suspira.

—Soy Kayla... ¿necesitas algo? —me pregunta amigable, es como si las personas buscaran en ella siempre favores.

—En realidad sí—confieso, sonrío un poco tímida.

—La doctora García me hizo prometer que conocería más gente, tú tienes un maravilloso estilo por lo que puedo ver y... ¿por qué no hablar contigo? Solo haré preguntas y si alguna te hace sentir incómoda solo di, "no pienso responder esto, babosa de mierda".

Me miró extrañada por mi lenguaje pero le dio igual, asintió y busca en mi celular preguntas que guardaba.

—¿Color Favorito? —pregunto, un tanto entusiasmada.

—Lila.

—¿Animal favorito? —vuelvo a preguntar.

—Mariposas. —menciona cansada, mirando hacia la puerta de la consulta de la doctora García, pero no me fijo en ese detalle sino ¡También le gustan las mariposas! Que buen gusto.

—Mejor recuerdo.—ella no menciona nada, se queda en silencio y decido hacer otra pregunta—, ¿super poder que quisieras tener?

—Retroceder en el tiempo.

Y así fue, preguntas tras respuestas, unas que dejaba en silencio, otras que iban más allá de cinco palabras pero no me molestaba, ya conocía como se llamaba su perrita y el nombre de su amiga imaginaria.

Llaman su nombre, y se levanta pero tiemblo al ver los moretones en su cuello y brazo, los intento ocultar con su chaqueta pero quedó atorada en la silla siendo jalada, viendo el daño. A base de eso mis recuerdos viajaron, momentos que me hicieron mucho daño y ver que alguien más sufría de algún tipo de agresión me hacía sentir mal, ella me dedicó una mirada asustada como si lo que vi fuera un crimen hecho, preferí callar en vez de hablar y solo sonreí.

Ella entró al consultorio y ese sentimiento de protegerla nació en mí.

•••