Pérdida en la Oscuridad

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Chika despertó a la realidad y se dió cuenta que había llegado, sin darse cuenta, a la habitación de Riko.

Su mirada estaba consumida por la nada misma. Un vacío sin alma.

Pero ante el terror que sentía por todo lo que ocurría, un brillo rosa le daba esperanzas y en sus ojos, en la oscura profundidad de ellos aparecía un brillo color plata.

Chika había encontrado, en un costado del piano de Riko, un compartimento secreto donde se escondía un diario.

En la primera página sólo encontraría un título pintado de rojo y muchos corazones.

El diario se llamaba.

Las melodías de mi corazón: Mi amor por ti, Chika-chan

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Honoka estaba moliendo a golpes a Yumeko.

Seguía intentando atacar a la castaña mayor pero Yumeko no conseguía más que ver como los trozos de su armadura cubierta de sangre volaban de un lado a otro. Había perdido su espada en medio de tanto castigo.

Honoka (suspirando aburrida):- Elechan, sabes... Yo recuerdo que era divertido verte pelear junto al resto de las Pléyades... Pero, mírate ahora, sólo sabes recibir golpes...- (durante todo su discurso, no dejó de darle puñetazo tras puñetazo)-

Yumeko ya no tenía fuerzas para seguir, desde hace más de una semana que está peleando y huyendo de las cazadoras del Little Garden, junto a su marido.

Se preguntó todo este tiempo por qué no los acababan de una sola vez pero ya vió que sólo estaban jugando con ellos.

Honoka:- Ya estás cansada, Elechan?... Bueno, supongo que te llevaré con Sakura-chan haber que me dice de ti... Vamos!-

Yumeko estaba mareada de haber estado recibiendo tanto castigo pero aún así, sólo pensaba en sus hijas. Pero, tristemente, ya no le quedaban muchas.

Justo cuando se estaba dando por vencido, vería a su espada asomarse por detrás de la cabeza de Honoka.

Yuudai (golpeando con toda su fuerza):- Deja en paz a mi esposa!!!-

Daría directo en la cabeza de la mayor pero esta espada sólo se rompería como si estuviera hecha de cristal.

Honoka (haciendo un puchero):- Eso duele! Por qué me atacas por la espalda?!- (lo diría haciendo un berrinche como niña chiquita)- Deberías de agradecer que no te puse atención y hubieras aprovechado para irte de aquí! Pero ya que quieres...-

Yuudai trataría de darle un puñetazo a Honoka pero su brazo se desprendería de su cuerpo.

Honoka desplegó sus alas y, con una de ellas, le cortó el brazo a Yuudai.

Yumeko (con la cara hinchada por la paliza que recibió de Honoka):- No... No lo hagas... Honoka, por favor!-

Yuudai estaba gritando de dolor por lo que le hizo Honoka. La castaña mayor lo tomaría del cuello y se daría vuelta para, con una dulce sonrisa, mirar a Yumeko.

Honoka:- No te preocupes, Elechan! Lo mataré sin dolor!-

Yuudai sintió como Honoka ponía una mano sobre su pecho y la energía de la castaña, parecida a la luz de una estrella, cubriría el cuerpo de Yuudai y se metería en su interior.

Hanabira (Love Live)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora