Hanabira (Love Live)

Guilty Kiss, Guilty Night IV

Hanamaru estaba guardando el recipiente en su mochila mientras observaba a una satisfecha pero somnolienta Yoshiko.

Yoshiko (sonriendo):- Gracias, Zuramaru... Estuvo delicioso como siempre-

Hanamaru:- De nada, zura- (Acercándose a la datenshi, la tomó de la mano)- Vamos Yoshiko-chan-

Yoshiko (mientras se levantaba):- A dónde vamos, Zuramaru?-

Hanamaru (sin dirigirle la mirada):- Vamos a mi casa para que puedas descansar...-

Yoshiko (sorprendida):- Quieres que vaya a tu casa a dormir?!-

Hanamaru solo asintió con la cabeza.

Yoshiko (señalando el lugar por el que vinieron):- Pero dejé mis cosas en el lugar donde nos presentamos, el de allá...-

Hanamaru (sin darle importancia):- Mari-chan o Riko-san se encargarán de ellas... Después les preguntas-

En efecto, Mari se quedó a recoger las cosas de Yoshiko, ella pensó que tras despedirse de Hanamaru regresaría al hotel Ohara.

Ambas comenzaron a caminar en dirección a la casa de Hanamaru.

El templo Kunikida era reconocido, no sólo en Uchiura, sino que en todo Numazu y sus alrededores. Donde las sacerdotisas del lugar eran de las más hermosas. Hanamaru no era excepción.

Desde pequeña que ya recibía propuestas de matrimonio por parte de otras familias. Sino fuera por su "hermana mayor", que era la princesa primera del templo, el destino de Hanamaru hace mucho que hubiera sido decidido.

Yoshiko (recién dándose cuenta):- Oye, espera... Cómo es que tus padres te dejaron venir a esta hora?!-

Hanamaru (tranquilamente):- No me dejaron, me escapé de casa para venir aquí-

Yoshiko (mirándola divertida):- Me sorprende lo mal que te portas, a veces...-

Hanamaru (molesta):- No tendría que hacerlo si supieras cuidarte sola... Desde pequeña que lo tengo que hacer...-

Yoshiko (sonriendo culpable):- Lo siento...jaja-ja...-

Hanamaru (bajando la mirada):- Por eso me asuste mucho el día que te fuiste... Para colmo de males, como siempre, no me dijiste nada, zura...-

Yoshiko (bajando la cabeza):- Perdón, yo-

Hanamaru (algo enojada):- Me preocupe mucho! Hasta llegué a pensar que de verdad te fuiste al Inframundo... Como solías decir, zura!-

Yoshiko estaba nerviosa sin saber cómo responder a la castaña al verla desahogándose.

Es verdad que, de un día para el otro, ella desapareció de Numazu. Los problemas que pasaba su madre en esos momentos, la obligaron a tomar esa decisión.

Yoshiko sólo se quedó en silencio todo el camino hasta llegar al templo.

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En la Residencia Kurosawa, las cosas no iban mejor para Ruby.
Todos estos días, ella se había sentido muy triste por haberle contado su secreto a su familia. Pero sobretodo, no tenía el valor de verle a la cara a su querida hermana mayor.

Desde esa noche, solo habían cruzado unas cuantas palabras.

Ruby no sabía que decirle a su hermana. La culpa de haberla puesto en una posición sin salida  no la dejaban acercarse a ella como siempre lo hacía. El solo recordar la sonrisa de su hermana aquella noche la ponían muy triste.