Hanabira (Love Live)

Desde Aquel Día...

Leah

El tratar de vivir, día tras día, de seguir adelante cumpliendo con la voluntad de su amada hermana, es muy difícil.

Se ve como alguien débil que todavía no estaba preparada, pero las palabras de despedida de Sarah le recuerdan que debe de ser fuerte.

Cuando su voluntad flaquea, Murasaki-bara la ayuda un poco.

Leah siente una calidez similar a la de Sarah cada vez que se despierta por las mañanas.

Primerosiente como su tristeza se desvanece y su corazón late muy rápido.

Con su cabeza recostada sobre el pecho de cierta pelinegra, ella se abraza con fuerza hasta que unos pequeños movimientos que provienen de la chica a la que abraza quien, algo nerviosa, la levanta de su sueño.

Leah abre un poco lo ojos y ve a una sonrojada Dia que no sabe que hacer.

Murasaki-bara (alegremente):- Vamos, saludala como corresponde... Qué esperas, compañera?-

Leah (sonrojada sin saber que hacer):- Otra vez, Murasaki-san?! Por qué siempre me metes en la cama de Dia-san?!-

Murasaki-bara (tranquila):- Estabas llorando de nuevo entre sueños y decidí levantarte el ánimo... (Mirando como los ojos de Leah ardían de enojo) Puedes quejarte todo lo que quieras pero que bien que te veías tan feliz hace un momento, no?-

Leah no supo que contestar ante la afirmación de su compañera.

Murasaki-bara (insistente):- Y qué esperas para darle la bienvenida?!-

Leah (sin comprender):- Bienvenida? Qué quieres decir con eso?-

Murasaki-bara (con una sonrisa):- Deja que te muestre como se hace-

Murasaki-bara ocupando el lugar de Leah y fingiendo que se despertaba, le demostró como debe comportarse ante su dueña.

Murasaki-bara (acariciando a Dia):- Dia-san... Buenos días, cariño!-

Dia (un poco molesta, un poco sonrojada):- Leah-san! Otra vez en mi cama! Tienes tu propia habitación!-.

Murasaki-bara (dándole un beso en la mejilla):- Dije... Buenos días, Dia-san...- (Con un pijama bastante desacomodado, dejando ver la humilde proporción de sus pechos)- Me gusta dormir contigo... Eres muy cálida...-.

Leah (bastante nerviosa y sonrojada):- Qué haces? La acabas de besar... De nuevo!-

Murasaki-bara:- No entiendo por qué lo niegas? Si a ti te gusta sentir su cariño...o no?-

Leah no podía negar que la figura y el aura de Dia la hacían sentirse pequeña. Estar en sus brazos, además de esa cálida sensación, Leah se sentía protegida y segura.
No podía apartarse de la mayor, no quería hacerlo.

Dia (con la mirada puesta en una seductora Leah):- Pe-pero no es co-correcto me-terse en-en la habitación de otras personas sin su permiso!-

Leah (está vez sí era ella):- Yo no le veo lo malo... Después de todo, yo te pertenezco...-

Leah abrió muy grande los ojos por la sorpresa, no podía creer que esas palabras hayan salido de su boca.

Murasaki-bara (sonriendo victoriosa):- Tienes algo de que quejarte ahora, compañera?-