Capítulo ⑫

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PDV NICOLÁS

9:36 AM. Martes 8 de noviembre de 2016. Café-Bar La cueva.

Llevo una hora acá y todo va tranquilo, por suerte al ser comienzo de mes tengo que cerciorarme que es lo que falta y avisarle a Jamie que todavía no tiene en mente volver.

Este tiempo que llevo trabajando acá me di cuenta que a pesar de no tener una carrera universitaria descubrí que me gusta llevar el manejo de las cosas, al parecer si me hubiera dado cuenta antes podría haber estudiado algo relacionado a eso. Antes llevaba el manejo de "la cueca" porque a Esteban no le gustaba hacer eso, él prefería darnos órdenes y abusar de su puesto. Yo en muchas oportunidades me quedaba en su oficina organizando las entregas para que no faltará nada y así nuestro jefe no le armaba la bronca a Esteban.

Cuando él se iba por semanas yo solía quedarme al mando, como cuando pasó lo de Bárbara y Esteban quedó suspendido por un mes. La primera vez que quedé al mando la pasé mal, no entendía nada y él tenía flor de desorden. Nuestro jefe quiso convencerme muchas veces de que ocupará su lugar pero lo mío era andar en la calle, con mis amigos, con mi gente. A decir verdad gracias a eso conocí a Zia. Y no me arrepiento.

El punto es que estando al mando del bar me di cuenta que me siento muy cómodo, siempre escuché quejarse a Jamie y creí que era algo malo, cansador, agobiante pero no, yo lo disfruto, excepto el tener que dar órdenes o escuchar los problemas del personal, a mí me gusta estar encerrado en la mini oficina que hay al lado de la cocina o sino en una mesa frente a la ventana perdido entre listas y papeles.

Hoy llega la mercadería, es loco decirlo sin recordar mi antiguo trabajo, pero acá llega café, cerveza, postres o verdura y carne para los chicos de la cocina.

A pesar de que el bar es chiquito, agregamos menú de almuerzo o cena, no es mucho lo que se puede ofrecer pero al menos para acompañarlo de una cerveza. El bar antes solo consistía de mucho menos que ahora. Jamie lo comenzó con café, te, jugo, masitas y en la noche cerveza con maní. Cuando comenzó a tener un poco de dinero gracias a la cueva, lo invirtió para poder tener más.

De postre hay cheesecake de frutos rojos, pastafrola, torta de coco y dulce de leche y alfajores. Café de todo tipo, también varias infusiones y lo que es elaboración propia es el menú pesado, ya sea sándwiches, como pollo a la portuguesa o vaya a saber qué cosa, todo depende de los cocineros, él siempre les dio vía libre para que armen los menús y yo no interfiero, solo sume una mano más al meter a Avril.

Los primeros proveedores llegan, les indicó dónde dejar las cosas, firmo y les agradezco. La mañana pasa así, recibiendo mercadería, viendo qué todo esté en su lugar y confirmando por correo que todo está bien.

Cerca del mediodía les pido a Avril que prepare unos sándwiches de pollo y a Cata que prepare dos cafés para llevar y después de pagarles agarró la bolsa para irme a la biblioteca.

Tania cursa durante la mañana desde hace poco más de un mes, eso es algo que creo no les conté, pero al estar preparando unas materias puede cursar de mañana y a la tarde dedicarse a trabajar en la biblioteca, a esta hora va hacia allá por eso aprovecho para que almorcemos juntos.

Desde que Jamie se fue nos vemos poco con los chicos, yo estoy enfocado en trabajar y dejar todo en orden para después dedicarle tiempo a Tania, a papá y a Amira porque las horas ahora no me alcanzan.

Tenemos fijado el vernos un rato aunque sea los viernes, más que nada porque todos están con mucho trabajo o estudiando.

Milo ya se amigo con su familia pero igualmente le paga alquiler a papá al estar viviendo en nuestra antigua casa, Enzo trabaja con su suegro, Esme trabaja y estudia ya que está a punto de recibirse, Martin y Alex están con el taller y Teo también trabaja.

𝐓𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐨𝐧𝐨 | CENIZAS #2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora