𝐓𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐨𝐧𝐨 | CENIZAS #2 ©

Capítulo ③

PDV ZIA

15:34 PM. Miércoles 22 de Junio de 2016. Obstetra.

Dos meses pasaron y por lo tanto llevo 2 meses trabajando en la editorial. Realmente me siento muy cómoda, hoy tuve que faltar a la tarde para poder venir al control y me siento contenta porque vamos a ir con Manu a comprar más cosas para bebito y bebita.

La primera ida de compras conseguí un carrito doble, cuna de colecho (que no tenía idea qué era eso), ropita para ambos en tonos similares ya que no quiero comprar rosa y azul, sino colores tierra entre otros.

Como estaba diciendo, ser asistente no es tan malo como llegué a pensar una vez, estoy rodeada de manuscritos y algunos tengo que verlos yo, y otros mi cuñado ya que tiene trabajo atrasado, mi primer pago fue los primeros días del mes pasado asique estoy super emocionada porque con esa plata voy a poder pagar la otra mitad del depto. y voy a poder irme a vivir sola definitivamente.

Antonia me llama y como todos los meses me hace las preguntas de rutina y después me pide que vaya a la camilla. El momento de la ecografía se me pasa rápido, ella me dice que todo está perfecto.

— Muy bien, el próximo mes va a ser la última vez que te reciba así, estás en la recta final. Estos bebés están a nada de nacer, se que estas de 7 meses pero a partir de las 28 semanas tengo que verte cada 2 semanas, ¿si? — yo asiento.

Ella me anota para el 25 de Julio, eso me hace dar cuenta que el 28 es mi cumpleaños número 19, no lo puedo creer. No puedo creer como de un año a otro mi vida dio vuelta por completo.

Se que tengo que disfrutar de este momento, es loco pensar que para mi próximo cumpleaños los voy a tener conmigo.

Con Manu nos despedimos de ella y juntos salimos de ahí para perdernos en el centro comercial.

Las horas pasan por lo que cuando mis pies no dan más decidimos que las compras finalicen.

Entre las compras que hice para bebito y bebita, compre algunas cosas para mi proximo departamento que aunque va a ser amueblado, quiero tener algunas cosas para mis hijos.

Cuando llegamos a casa Manu me ayuda con las bolsas, las cajas de algunos artefactos las deja en su nuevo auto para llevarlas a su casa y guardarlas ahí.

Si, logró comprarse un auto y está completamente feliz y yo lo estoy por él, porque se lo merece.

Las cosas están comenzando a ir cada vez mejor, finalmente está logrando hacer cosas que había dejado de hacer por lo que pasó con Vera. Su doctor le dio de alta una semana después de que lo acompañe pero lo importante es que se la dio.

En la universidad le va muy bien y a mí también. Cuesta ir con esta panza para dar exámenes pero por suerte es solo eso.

Mis compañeros son muy buenos conmigo, han venido a casa de Cali y hemos hecho varios trabajos por lo que estoy muy agradecida con ellos.

Después de tomar ellos café y yo un té, Manu me dice que tiene que irse.

— Antes de irte quiero que veas la reacción de mi hermana cuando le demos algo.. — habla Cali, yo la miro sin entender, mi cuñado se acerca y me ofrece un sobre. Yo lo miro extrañada y lo agarro.

— ¿Qué es? — pregunto confundida.

— Sabemos que necesitas la otra mitad para pagar el alquiler del piso, por eso te estoy dando la mitad esa para que puedas pagarla y ya comenzar con la mudanza. La semana que viene voy a pagarte lo que falta pero quise darte un adelanto para que puedas comenzar con esto que te tiene tan emocionada — sin pensarlo dos veces lo abrazo como puedo y lágrimas salen de mis ojos.