10. Quiebre

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Mucha gente lucha por altos ideales
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.



—. ¡Ya casi te gano!—exclamó Bo Won presionando los botones del control rápidamente.

Estaba al tanto de que Bo Won tenía mucho trabajo ahora que estaba intentando arreglar la máquina del tiempo para mi, sin embargo, pensé que un descanso sería bueno para él y como no tenía dinero por el momento para invitar a mi amigo a algún lugar, lo invité a casa de los Min bajo la excusa de que él había sido mi profesor de piano en su momento y ahora podía enseñarle algo a Yoongi.

Claramente era mentira porque Bo Won no sabe tocar el piano y ahora estaba jugando con el chico en la play station de la sala de estar mientras yo organizaba algunas cosas para el concierto.

Pensé que tardarían un poco más de tiempo en llevarse bien pero sorpresivamente se agradaron apenas comenzaron a intercambiar un par de palabras, era un alivio para mi.

—. ¡Listo!—exclamé terminando la lista en mis manos y levantándome del suelo—. Podemos irnos ya.—dije haciéndole una seña a Yoongi para que pausara su juego para poder irnos al conservatorio—. Bo Won, ¿vienes con nosotros?

—. Sí, tengo un poco de tiempo.—respondió él ayudándole al chico a apagar la consola.

Después de eso, tomé mi chaqueta y los tres salimos de la casa de los Min rumbo al conservatorio. Al llegar, el lugar ya estaba lleno de niños con sus padres. Había estado escribiendo una solicitud para tener un cuarto para nosotros solos y ensayar con Yoongi, al haber trabajado en el conservatorio sabía cómo hacer este tipo de papeleo.

—. Comiencen a practicar, yo llevaré esto a la oficina central.—le dije a Bo Won señalando el piano en medio del escenario.

Los dejé solos y fui a hacer mi deber. Por suerte, no tardó tanto y pude regresar a donde estaban los chicos, mi solicitud sería revisada y mañana me dirían si fue aceptada o no.

Cuando regresé pude ver que Bo Won estaba arreglando unas cosas con el piano y Yoongi estaba sentado sobre el escenario con otro niño a su lado. Parecían estar platicando hasta que el chiquillo se levantó del suelo y corrió hacia una mujer alta vestida con tacones obscuros. Ella se acercó a Yoongi sentado en el suelo aún, desde donde estaba parecía como si lo estuviera escoltando, pues Yoongi mantenía su cabeza agachada y jugaba nervioso con sus manos. Solté un bufido y corrí hasta donde estaban.

—. ¡¿Qué acaso nadie te lo dijo?!—fue lo que exclamó la mujer en cuanto me acerqué.

—. ¿Hay algún problema?—pregunté alzando mi voz para que me escuchara la señora. Ella elevó su mirada y me miró de los pies a la cabeza. Le tendí la mano a Yoongi para que la tomase y se levantara del suelo.—. ¿Te hizo algo?—le susurré al chico una vez estuvo de pie.

Yoongi me miró a los ojos, negó con su cabeza sin embargo, sus ojos estaban a punto de explotar en lágrimas y sus manos temblaban.

—. ¿Usted es su madre?—preguntó ella señalándome con su barbilla. Yo negué inmediatamente ante su pregunta, fue cuando la mujer suspiró con hastío y se cruzó de brazos—. A eso me refiero. ¡Este es un concurso de padres e hijos! ¿Qué hace aquí este muchacho?—se quejó.

—. ¿Le molesta mucho que no sea su madre?—repuse de igual forma que como ella se quejó—. ¿O tiene miedo a que le ganemos?

Desiderata; M.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora