Desiderata; M.yg

13. Punto y coma

Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la
desgracia repentina pero no te angusties con fantasías.

—. ¡Déjame atarte la corbata!—grité yo persiguiendo al pequeño demonio por el pasillo de la casa con la corbata azul en la mano.

—. ¡La corbata se ve horrible!—gritó Yoongi devuelta.

Me detuve a tomar aire, estaba cansada, Yoongi corría mucho y muy rápido para ser...Yoongi. No le gustaba el deporte a menos que fuera el baloncesto y ocasionalmente. Terminé rindiéndome, coloqué mis manos sobre mis rodillas recuperando el aire que perdí y entonces el teléfono sonó.

Resulta que hoy era por fin el concurso que tanto habíamos esperado, y me encontraba batallando con Yoongi por su vestimenta, tenía que vestir formal pero se rehusaba a usar la corbata.

Al escuchar el teléfono, dejé la corbata sobre  la cama y atendí la llamada.

—. Bo Won-ah, ¿qué pasa?—pregunté suspirando después de cansarme.

—. ¡Jiwon-ah, tienes que venir ahora!—exclamó del otro lado del teléfono, emocionado. Su tono, al principio me causó un estruendo en el oído, pero cuando me di cuenta que la felicidad de Bo Won podía deberse a otra cosa que no era exactamente el concurso de hoy.

—. Ya...dame un minuto, estoy tratando a Godzilla.—sentí el golpe de la sandalia de Yoongi en mi espalda y reí cortamente, estaba esperando ese golpe.—. Llegaré lo más pronto que pueda, lo prometo.—colgué el teléfono y me di la media vuelta—. ¡Min Yoongi, voy a matarte y después ataré esa corbata a tu cadáver!

[....]

—. ¡Bo Won! ¡Ya estoy aquí! ¿Qué sucede?—grité corriendo hasta el garaje abierto de Bo Won, no pude terminar de entrar porque quedé impactado frente a la entrada.

Lo que antes era un Tsuru lleno de cables y con la pintura incompleta, ahora era un auto más que llamativo pero renovado. El auto ahora tenía un color rojo brillante, con las mismas extensiones de cables por atrás pero esta vez ordenados, y más discretos, de modo que no resultaban tan extraños de verlos. Parecía otro auto completamente.

De atrás del vehículo, Bo Won salió, vestido formalmente para el evento de esta tarde noche y con las llaves del auto en sus manos.

Sentía que iba a llorar de la felicidad.

—. La máquina del tiempo...está lista.—mencionó recargándose sobre el auto y extendiendo su brazo entregándome las llaves.—. Renovada y reluciente. El tanque está lleno, ajusté el manual para que no haya accidentes con las fechas y sobretodo...no tienes que conseguir plutonio para que funcione; una gran ventaja.—rió cortamente—. Superé a mi propio yo, ¿cómo está eso?

—comencé a reír llena de gozo—. No lo puedo creer...—murmuré observando estupefacta la nueva máquina del tiempo.—. Realmente puedo volver...Bo Won, yo-

—. Antes de que agradezcas...—me cortó, lo cual hizo que le mirara inquisitiva—. Hay solamente una variable en mis cálculos con la máquina...una única variable, de la que depende todo, en realidad.

—. Nada de rodeos, ya lo sabes.—dije cortando mi propia emoción, debía escuchar a Bo Won antes de nada.

—él asintió con su cabeza y comenzó a explicar—. No tengo que explicarte que el viaje en el tiempo es...terriblemente complicado, e hice todo lo que pude para repararla y devolverte a tu año.—comenzó, era justamente lo que no quería que hicieras que se extendiera demasiado pero continuó con su explicación—. Pero hay una probabilidad de que no puedas regresar.