EPILOGUE

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"Seb, ¿qué demonios estás tramando?", Odessa rió mientras Sebastiana guiaba a algún lado con sus manos sobre sus ojos

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"Seb, ¿qué demonios estás tramando?", Odessa rió mientras Sebastiana guiaba a algún lado con sus manos sobre sus ojos.

"Solo confía en mi".

"Seb, la última vez que te deje hacer esto, me dejaste caer en un estanque".

Sebastian simplemente rió en respuesta, no dejando que Odessa mirara nada de lo que estaba a su alrededor. Ella sabía que estaba fuera, era algo bastante claro por el olor del césped, pero además de eso, no tenía idea.

"Okay, estampas como treinta segundos lejos".

Cuando Sebastian finalmente dejó de caminar, Odessa se tropezó con sus pies al no darse cuenta que él se había deteniendo. Afortunadamente para ella, él la sostuvo antes de que se estrellara con el suelo.

"Siempre mi caballero en deslumbrante armadura".

Odessa se enderezó, pero no tuvo la oportunidad de mirar propiamente a su alrededor, ya que Sebastian le cubrió de nuevo los ojos.

"Prométeme que mantendrás tus ojos cerrados".

"Lo prometo, Seb".

No había mucho que escuchar, tal vez algunos pájaros chirriando o algún susurró de Seb moviéndose.

"Okay, abre tus ojos".

Cuando Odessa abrió los ojos, lo primero que hizo fue mirar a su alrededor. Sebastian no estaba frente a ella. Fue entonces cuando se dio cuenta donde estaba.

"Seb, es aquí donde nos conocimos...", Odessa dejo de hablar al instante cuando vio a Sebastian.

Estaba arrodillado en el césped, mirando hacia la mujer que amaba con adoración, y con una caja color velvet que estaba por ser abierta en su brazo izquierdo que estaba balanceándose a su costado.

"Oh mi Dios", Odessa susurró mientras cubría su sonrisa con sus manos.

"Odessa Romana. Te he conocido por alrededor de diez años, y fácilmente han sido los mejores diez años que jamás he tenido, incluso cuando no estuvimos juntos cuatro de ellos".

Sebastian no pudo mantener la sonrisa fuera de su rostro, había estado planeando ese momento un mes después de que regresaron.

"He cometido errores realmente grandes...".

"Dímelo a mi".

"Pero no estaríamos parados aquí ahora. Hemos tenido altos y bajos, hemos tocado fondo, pero aún así hemos logrado arreglarlo para estar en el punto en el que estamos ahora. Siempre desde que me topé contigo, literalmente", Sebastian fue interrumpido por Odessa riendo y se encontró a sí mismo aturdido por ella. "Supe que te quería, y no iba a detenerme hasta tenerte".

Levantó su brazo que contenía la cajita, la abrió y observó una lágrima caer de uno de los ojos de Odessa.

"Básicamente, lo que intento decir es, te amo y ¿te gustaría casarte conmigo?"

Ella no necesito siquiera la mitad de un segundo ora decir que si, inclinándose hacia abajo dando un beso en sus labios. El impacto hizo que Seb se cayera al césped, pero a ninguno de los dos les importo.

Cuando se separaron, no dijeron nada, solo se quedaron ahí, en el abrazo del otro felices como nunca habían estado y sonriendo tan ampliamente que sus mejillas dolían.

No les importó absolutamente nada, siempre y cuando se tenían el uno al otro, nada más se comparaba.

[1] JEALOUSY GAME [STAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora