[1] JEALOUSY GAME [STAN]

40| REAL LIFE

Las siguientes semanas fueron toda una dicha para Odessa, en muchos de los días no podía quitar la sonrisa de su cara, simple te era feliz 24/. Y por buena razón. Sebastian había estado bañándola en afecto diariamente sin detenerse, reponiendo "el tiempo perdido".

Ambos habían estado saliendo a varias citas mientras a su vez seguían haciendo entrevistas por la película, y no es como si les importara mucho la rueda de prensa, aquello significaba más tiempo junto. Pero ahora estaban de vuelta en América, eso significaba que eventualmente se tenían que despedir ya que Odessa vivía en Inglaterra con su hermano.

Ambos estaban aterrados de dejar al otro, más bien, nerviosos. Habían estado alrededor del otro sólidamente por ocho meses, claro que se habían odiado el uno al otro la mayor parte del tiempo, pero eso ya no importaba.

Así he ahí estaba Odessa. Empacando sus cosas para finalmente dejar Nueva York, tras haberse quedado en un hotel cerca de la casa de Sebastian. Ella se habría quedado con él, pero estaban determinados a tomar las cosas despacio, no correr las cosas.

Pero claro que pronto deseo haberse quedado con él.

Odessa se aseguró de hacer tiempo para ver a Sebastian antes de tomar su vuelo a Londres, así que dejó el hotel alrededor de una hora antes de la necesaria, pronto llamó a un taxi y se dirigió hacia allá. Ella probablemente podría caminar con los ojos vendados al apartamento de Sebastian, había pasado mucho tiempo ahí durante la pasada semana.

Ella un no podía superarlo, Odessa estaba de vuelta con su ex a quien juro no le volvería a hablar. Del ex del que se quería vengar. El ex que le había roto el corazón.

Solo el pensamiento del rumano había que Odessa sintiera que estaba de nuevo en la escuela, pero realmente no era algo que le importara. Había estado tan perdida en sus pensamiento que no notó que ya habían llegado.

Pronto salió del taxi, tomando su maleta mientras le pagaba al conductor. Mientras veía el auto alejarse, tomó su teléfono para mirar la hora.

02:29, media hora antes de lo planeado, pero no es como si Sebastian estuviera haciendo algo.

Odessa se abrió paso hacia él apartamento, usualmente se atravesaba con distintas adversidades subiendo las escaleras, ya que el ela for era muy lento, pero no había forma en la que cargada la maleta escaleras arriba.

Rápidamente texteo a Sebastian, diciéndole que estaba temprano y subiendo.

La inglesa camino hacia su puerta tocando un par de veces, para que ésta se abriera inmediatamente.

En lugar de encontrarse con Sebastian se encontró con Sophia Waterman, inconfundiblemente vestida con una camiseta de Seb que él había comprado hacia algunos días con Odessa.

Odessa sonrió su corazón detenerse, sus ojos aguarse, su boca secarse, así como su corazón se rompía en pedazos por el mismo nombre de ojos azules.

Ella estaba petrificada, incapaz de hacer alguna palabra o simple te funcionar correctamente, sino que hasta que Sophia sacudió una mano frente a su cara de movió.

Los ojos castaños se encontraron con los azules, ambas mujeres mirándose la uña a la otra, un enigma escrito en la cara de Odessa mientas que Sophia tenía una sonrisa.

"¿Puedo ayudarte, cariño?"

Odessa tu que contenerse para no golpearla directamente en la care, porque eso sería abuso animal. Por el contrario habló entre dientes.

"No, definitivamente no necesito ayuda tuya".

Se giró en sus tobillos solo para escuchar a Sophia llamarle.

"Yo creo que podrías ocupar mi ayuda para complacer a tu hombre, al final siempre termina arrastrándose de vuelta a mí".

Ella se mantuvo la compostura tanto como pudo, no gastando su aliento en Sophia. Pero tan pronto como puso pie dentro del ascenso, se colapsó en un mar de lagrimas, preguntándose. "¿Por qué soy tan jodidamente estúpida?"