[1] JEALOUSY GAME [STAN]

51| REAL LIFE

Odessa había amado cada segundo en Nueva York, no había pensando en... él en todo el tiempo en el que había estado ahí.

Hasta esta noche. Esta noche ella decidió que no saldría con Haley, Scar, Lizzie y Emily. En su lugar ella decidió ver KUWTK, mientras bebía esas bebidas alcohol ocas miniaturas del pequeño refrigerador.

Ella solo quería una noche lejos de todos, pero no iba a tener aquello.

Todo lo que pudo pensar fue cuando ella y Sebastian hacían justamente lo que ella estaba haciendo en ese momento. Ellos solían sentarse en la cama completamente ebrios, hablando de cualquier mierda, sin embargo, para ellos era la más maravillosas de las acciones.

Podrían acurrucarse juntos por horas, solo compensando el tiempo perdido. 

Odessa odiaba el hecho de cuando pensaba que él ya estaba fuera de su cabeza, se arrastraba y regresaba a esta.

De pronto soltó un gritillo, levantándose de la cama, lanzando las cobijas al suelo, tomando las pequeñas botellas y impactándolas con la pared. La castaña camino al armario, tirando todo al suelo.

Las lágrimas caían por sus mejillas, sollozos abandonando su boca mientras se deslizaba por la pared, haciéndose ovillo aún con su celular en su mano.

Golpeando la pared, Odessa gritó "¡Bastardo!", demasiado enojada para notar las heridas en sus nudillos. Demasiado ebria para que le importara.

Sus ojos estaban nublados, era imposible ver con la cantidad de lágrimas que estaban cayendo.

"Deja de llorar. Deja de llorar", se susurraba.

Pero no se detenían. Odessa se levantó. Apoyándose del ahora armario vacío y de tambaleo al refrigerador. Abriéndolo mezclo vodka y una bebida energética, agregando un poco de hielo y bebiéndola de un solo trago.

Fue entonces cuando cometió el más grande de los errores.

Odessa tomó su teléfono de encima del refrigerador, desbloqueando la pantalla y a su vez desbloqueando el número que debió haber borrado semanas antes.

Cuando lo marcó, ella no sabía lo que estás haciendo. El teléfono se contestó casi al instante.

"Dessa-". El solo sonido de su voz llevo a que Odessa se recostara en su cama, una pequeña risa abandonando sus labios.

"¿Estás bien?"

"No, no lo estoy. No, no, ¡no!", dijo gritando la última palabra causando ansiedad en Sebastian.  "¿Quieres saber por qué, Seb?"

"¿Por qué?"

Odessa torció un perdido de cabello con su mano izquierda y deshojes lo dejó ir.

"¡Por ti! Te odio. ¡Te odio mucho!"

"Odessa-"

"¡NO! ¡Déjame terminar!"

El silencio fue una señal obvia de que podía continuar.

"Te odio porque te amo. ¡Y no quiero amarte más, Seb! Porque cada vez que te amo, termino lastimada, pero no puedo evitar amarte".

Odesss movió el teléfono de su oreja aún escuchando a Sebastian del otro lado, preguntándole dónde estaba. Diciéndole que la amaba también.

Ella colgó, jalando las cobijas del suelo, rodando sobre la cama y se fue a dormir. Queriendo olvidar todo lo que acababa de pasar.