[1] JEALOUSY GAME [STAN]

28| REAL LIFE

Quedaban algunas semanas de filmación y Odessa no podía esperar. Ella amaba al cast y todo, pero tener que ver la cara petulante de Sebastian todos los días era doloroso, especialmente cuando estaban jugando su jueguito. Hoy sería el peor día de todos.

Desde el primer día en el set, Odessa estuvo pensando en cada forma posible de no grabar aquella escena. Era claro la escena del beso entre Bucky y Amalia. Increíble.

Aunque pudo ser peor, pudo haber sido una escena sexual.

Lo único bueno sobre el día, era el hecho de que Shelton iría al ser, después de meses de suplicas a Joe y a Anthony de que lo dejaran pasar. Sebastian no sé encontraba para nada feliz. Tener a Shelton ahí significaba que realmente tendría que luchar por tener su atención, a diferencia de cuando solo tenia que pasar caminando por su lado o decir algo y ella era suya.

El día sería demasiado difícil para ambos.

Ambos estaban sentados en sus sillas, las cuales por desgracia estaban acomodadas una a un lado de la otro, mirando la escena de Vision y Wanda que tienen en el aeropuerto. Tan pronto como la escena hubo terminado, ambos se pusieron de pie simultáneamente, Odessa dando un rápido pico en los labios de Shelton.

Odessa había leído la escena tantas veces que no necesitaba ninguna clase de dirección de donde pararse o que hacer, lo sabía de pies a cabeza.

Sebastian se paró frente a Odessa, con su espalda volteada, pareciera que estaba por correr hasta que sintió algo que tiraba de su brazo. Se giró, tratando de fingir sorpresa al ver a la castaña.

Sin embargo, se transformó en verdadera sorpresa cuando ella lo tomó del cuello atrayéndolo sus labios a los de ella.

Era la primera vez en años que ambos tenían un contacto propio.

Ninguno de los dos había olvidado como era besar al otro, el sabor del otro. Era como si la última vez que se besaron hubiese sido ayer.

Odessa estiró sus dedos entregándolos con un poco del cabello largo de Sebastian, mientras que él envolvía su brazo izquierdo alrededor de su cintura, mientras con la otra acariciaba su mejilla.

Para el momento en que se separaron, ambos estaban sin aliento y con los labios hinchados.

Odessa miró a Sebastian con asombro y añoranza, recordando lo increíble que era estar entre sus brazos una vez más. Todo estaba olvidado, como si nunca hubieran terminado, como si el juego nunca hubiese empezado, como si ambos aún estuvieran enamorados.

Y mientras observaba a Odessa alejarse, él se dio cuenta que aún estaba enamorado de ella.