CAP 1

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El crudo invierno volvió a golpear al reino de Sábala, los pueblerinos acudían al gran palacio en busca de mantas y alimentos para sus hijos, todos implorando ser escuchados y atendidos por su rey.

Desde la ventana de su alcoba, Jimin miraba con gran dolor el sufrimiento de su pueblo; madres que lloraban y suplicaban misericordia arrodillándose sobre la doble capa de hielo, no importándoles el dolor que aquello podía causarles. A pesar de ser el esposo del rey, Jimin sabía que no podía hacer nada. Apenas tenía diecisiete años y él no había sido instruido para guiar una nación, solo para bajar la cabeza ante la dictadura de su rey.

Miró hacia la puerta cuando esta fue repentinamente abierta.

- Disculpe usted mi señor - una de sus doncellas se acercó sosteniendo una fuente donde su caliente taza de té reposaba - el frío es mas fuerte el día de hoy, le sugiero a su majestad que no debería estar cerca a la ventana, podría enfermar.

Jimin miró por última vez hacia el tumulto de personas y decidió tomar en cuenta las palabras de su doncella.

- ¿Qué se dice del rey? - preguntó antes de llevar la humeante taza de té a su boca.

- En el pueblo se dice que está siendo sabio y justo.

Era lo que salía de la boca de todos, sin embargo, Jimin sabía que el pueblo daba gritos internos diciendo todo lo contrario.

- Mi señor, no se si debería...

- Solo dilo, Rose.

- El consejo a felicitado a su majestad por el nacimiento del tercer príncipe.

Aquella noticia fue como un puñal en el corazón del joven rey, mas no demostró cuanto le dolía, pues era el papel que se le había impuesto en contra de su voluntad y el cual estaba condenado a vivir.

Asintiendo, dejó la taza de té nuevamente sobre la fuente y caminó hacia su cama rodeada por la gruesa tela del doncel, ambientada para la temporada del año.

- Puedes retirarte, Rose.

- Si mi señor.

Se dejó caer sobre su caliente cama y sopesó en lo que se había reducido su vida tras el fallecimiento de su hermana mayor, la princesa de Dakur, quien si no hubiese muerto en aquella trágica noche cuando los rebeldes atacaron el reino de su padre, ella estaría ahora ocupando el lugar que originalmente le correspondía, como reina de Sábala, junto al rey Jeon Jungkook.

El ocaso cayó acompañado de una fuerte tormenta de nieve, a pesar del gran esfuerzo que hacian los sirvientes por mantener el palacio a una buena temperatura, era imposible que el frío no se filtrara y que las paredes de piedras se sintieran frías.

- Me he enterado que su majestad volvió a ser padre - Jimin rompió el silencio en medio de la cena - mis felicitaciones.

- Gracias mi rey - fue todo lo que Jungkook respondió, para después volver a concentrarse en lo suyo ignorando su presencia.

Jimin bajó la mirada y se concentró nuevamente en sus alimentos, soportando con todas sus fuerzas el punzante dolor en su pecho al corroborar por milésima vez, que un harem era mucho mas que él.

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Holi, otra vez yo😁, esta historia está en mi borrador hace un laaaaaargo tiempo ya está terminada pero le iré editando.

(Es una historia corta con capítulos cortos)

Espero les guste, la verdad es una de mis temáticas favoritas, pero no se si se me da bien.

Asi que si les gusta la historia, no duden en comentármelo, yo se los agradeceré mucho muchote💜💜💜

"IMPURE" Reyes De Sábala (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora