"IMPURE" Reyes De Sábala (Kookmin)

CAP12

(Capítulo con escena de violencia 🔞)

Sus débiles piernas ya no podían soportar el peso de su cuerpo, el dolor que le causaba las cadenas alrededor de sus muñecas se hacían cada vez mas intensos, el nauseabundo olor del lugar  no hacía mas que empeorar su situación.

Su corazón dio un brinco asustado cuando un pequeño roedor se paseó a unos metros de donde estaba, el animal parecía conocer muy bien el lugar, quizás acostumbrado a la mugre y presencia de los prisioneros que en algún momento habían llegado a ocupar esa misma prisión.

Se entretuvo viendo al pequeño animal correr de un lado a otro, una sonrisa rota tiró de las comisuras de sus labios ante la idea de que era el único dispuesto a brindarle su compañía.

Pero no duró mucho, pues ante el sonido de la puerta siendo abierta, el pobre animalito salió huyendo despavorido.

Jimin desvió su mirada hacia la entrada arrepintiéndose al instante por haberlo hecho, pues allí, junto a la puerta de madera cuya superficie solo tenía una pequeña ventana, yacía la presencia del imponente hombre que le miraba con desprecio.

El miedo recorrió todo su cuerpo, porque en aquella mirada oscura que alguna vez fue lo que más amó, ahora no reflejaba nada bueno.

—Lo...los ancianos del consejo me preguntaron que haría con...contigo.

Jimin reconoció la voz inestable de su esposo, sabía que estaba ebrio, quiso llorar ante la idea del rey alcoholizándose para tener el valor de visitarlo. Sabía que si no fuera por la influencia de su embriaguez, ni se habría molestado en volver a verlo.

Jadeó asustado cuando la fuerte mano del rey presionó sus cachetes obligándolo a no bajar la cabeza, su mirada desorbitada conectó con la de su esposo. El miedo y el terror se apoderaron de su ser cuando esos oscuros ojos le vieron de una forma que jamás pensó ser visto. Con repulsión y desprecio.

Tal y como el rey Jeon Jungkook miraba a sus enemigos.

—Pagarás la humillación a mi honor…

Jimin negó ante las crudas caricias de su esposo, quiso alejarse, correr lejos, pero las cadenas que lo ataban mas la fuerza que el hombre frente a él imponía sobre su degastado cuerpo se lo impidió, pues el rey Jeon había puesto fin a cualquier distancia que los separaba.

—Su...su majestad se lo ruego, déjeme — imploró en medio de su llanto, tratando de alejarse de las manos de su esposo.

—¡Soy tu rey, a quién debiste honrar y respetar siéndole fiel hasta el último día de tu vida!

—¡NO POR FAVOR, SU MAJESTAD, SE LO SUPLICO, NO ME HAGA DAÑO SE LO SUPLICO!

Gritó y se sacudió en un inútil intento de escapar, pero el sonido de sus prendas siendo destrozadas hizo que su corazón dejara de latir y entrara en un trance por el shock, su cuerpo temblante fue recorrido por las frías manos del rey, su suave piel fue lastimada por cada caricia otorgada y los besos que le acompañaban, se sentían como azotes sobre su cuerpo.

—Voy a hacerte mío. Serán mis labios los que besarán tu boca por última vez, serán mis manos las que recorrerán tu cuerpo por última vez, seré yo quien se adueñará de ti por última vez, antes de que empieces a caminar hacia la oscuridad, será mi sombra la que te abrace primero.

Ante cada palabra, ante cada afirmación las lágrimas del joven rey seguían cayendo como cascadas, reflejando todo el dolor que su desdicha alma sentía, reflejando su miseria e inmerecido destino. 

Sus gritos desgarraron su garganta cuando el dolor ante la intromisión se apoderó de su cuerpo, su pecho y su rostro chocaron contra la áspera y fría pared de donde se sostuvo mientras era lastimado, sus lágrimas imparables rodaron por sus mejillas hasta dar con el sucio piso.

Era más de lo que podía soportar, con el deseo de que pronto todo se termine, cerró sus ojos dispuesto a abrazar a la oscuridad, pero la fuerte mordida sobre su hombre le hizo regresar a su terrorífica realidad, donde nuevamente estaba siendo abusado, pero esta vez por el hombre quien una vez le dijo estar dispuesto a esperar el tiempo que sea, para hacerlo suyo, para reclamar su cuerpo y amarse como era debido.

No supo cuanto tiempo más pasó, el mareo en su cabeza no le permitió estar del todo consciente, sus piernas se sintieron débiles y la oscuridad lo llamaba tentadoramente, y antes de caer completamente en esa oscuridad, sintió como los fuertes brazos del rey le afianzaban sobre su cuerpo sujetándolo fuerte.

—Haz lo que tengas que hacer, ya no quiero esta vida — susurró débilmente antes de caer inconsciente.

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Seguro se preguntarán:

¿Acaso no te canzas de hacer sufrir a Mimi?

Bien venid@s a mi mundo🤟🤧