"IMPURE" Reyes De Sábala (Kookmin)

CAP 3

En la comodidad y tranquilidad de sus aposentos, el segundo rey de Sábala trató de mantenerse sereno para cuando el rey supremo cruzara aquellas puertas, gracias a sus muy serviciales doncellas, la noticia de que el rey no había tomado nada bien su proceder respecto a una de sus concubinas, llegó a sus oídos.

Se giró justo a tiempo cuando las puertas fueron bruscamente abiertas.

Y ahí estaba el rey.

- Su majestad, que alegría tenerlo por aquí – hizo una reverencia – sea bienvenido.

- Mi rey – Jimin cerró los ojos ante las suaves caricias que su majestad le otorgaba, rosando con los nudillos de sus dedos la suave piel de sus mejillas, una hermosa sensación que fue rota en cuando sintió su piel quemar bajo la palma del rey.

- Mi señor – lágrimas empañaron su vista, su pequeña y delicada mano cubría la zona afectada de su rostro.

- ¿Acaso creíste que iba a pasar por alto lo ocurrido en mi harem?

- ¿Entonces por qué castiga a su rey cuando es otro quien lo merece? Su concubina me insultó y obtuvo lo que la ley decreta. Mi señor.

- Silencio.

- Su majestad está siendo muy injusto conmigo.

- ¡Dije que silencio!

Jimin calló y agachó la cabeza, miró el momento exacto cuando sus lagrimas fueron a dar contra la alfombra en el piso.

- No creí que a estas alturas estaría teniendo esta discusión contigo, parece que todavía no has entendido cuan importante es mi harem…

- ¿Entonces donde queda mi poder, mi señor? Si me va a rebajar a la altura de sus amantes, eso quiere decir que mi título como su consorte real no vale nada.

- No te estoy rebajando mi rey, solo quiero hacerte comprender las razones por las cuales no eres apto para tener a mi harem en tus manos. No estás listo y hoy lo demostraste.

- ¿Solo por darle un castigo a su favorita?

- Exacto.

Con el dolor en su pecho, Jimin asintió y se giró dándole la espalda a su rey, suficiente humillación había recibido por el día de hoy.

- Debería dejarme solo, su majestad, le ruego que se retire de mis aposentos.

- Mi rey – las fuertes manos de su majestad tocó sus hombros – tu serás quien lleve a mi heredero en su vientre, darás a luz a mi hijo y futuro rey de Sábala ¿Acaso eso no es suficiente? Tu hijo será el rey.

Inconscientemente Jimin llevó sus manos a su vientre bajo, acarició con ahínco cerrando sus ojos.

Su condición de doncel y esposo joven impidió que su majestad reclamara su cuerpo la noche después de las nupcias. Si bien los donceles tenían la capacidad de dar a luz niños fuertes y sanos, aquello conllevaba un gran riesgo para ellos si sus cuerpos no se hallaban perfectamente desarrollados. El final mas frecuente en los donceles embarazados entre sus catorce y diecisiete años, era la muerte.

Por esa razón en el pueblo se hablaba de un rey puro.

Al ser el primer doncel en tener el título de consorte real del rey, o segundo rey de Sábala.

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Otro capítulo mas, espero les guste.