CAP 4

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Jeon Jungkook no era exactamente un rey bondadoso de buen corazón y sentimientos, era despiadado, frívolo, jamás dormía sin una daga bajo su cama, era la viva imagen de su padre, un rey que el pueblo de Sábala jamás olvidaría, y no precisamente por sus buenas acciones, si no por la trágica historias de las siete aldeas, mismas que fueron quemadas una semana después de la muerte de la Reina, cuando Jungkook apenas era un niño.

- Su majestad.

Jungkook alzó la mirada hacia uno de los sirvientes.

- El consejo reclama su presencia en el salón real, mi señor.

Tragándose sus maldiciones, se levantó dejando que la tibia agua del pozo termal resbalara por su desnudes, en seguida las sirvientas se acercaron con una bata para cubrirlo y toallas para secarlo.

Minutos mas tarde, se encontraba cruzando los interminables pasadizos del palacio, estas eran iluminadas por las antorchas en las paredes a falta de la luz natural.

Los guardias reverenciaron a su majestad apenas lo vieron llegar y anunciaron su presencia.

- ¡Atención! ¡Su majestad está aquí!

Jungkook caminó ignorando las reverencias de los ancianos que conformaban el consejo real de Sábala, se sentó en su trono y esperó a que alguien de inicio a la reunión.

- Tanta calma anuncia una tormenta, su majestad – comentó uno de los ancianos – me temo que estamos subestimando la fuerza del ejercito rebelde.

- Se dice que están avanzando hacia las montañas del reino norte, eso no está lejos de aquí – intervino otro.

- ¿Agregando mas preocupación de la que ya tenemos con el invierno?

Jungkook prestó atención a la pregunta que se hizo escuchar en toda la sala, expectante a las respuestas.

- Es algo que no podemos darnos el gusto de ignorar – respondió uno de los que estaban sentados casi al final – nuestro reino está en constante amenaza y el pueblo teme.

- ¿Quién nos defenderá si la mitad de nuestro ejército y el general están en la frontera?

Luego todo se volvió un bullicio inevitable, los ancianos y sus  disputas sin señales de llegar a un pronto acuerdo o a una solución, cansaron a su majestad.

- ¡Silencio! – saltó molesto – Señor Lee Sumin, este es el nuevo decreto: “Todo primogénito varón, mayor de dieciséis será alistado a las fuerzas del ejercito de Sábala, a luchar por el honor de su familia y su rey” 

- Pero su majestad…

- ¿Tiene algún problema con mi mandato?

- No señor.

Jungkook asintió y estuvo por tomar asiento cuando fueron interrumpidos por un guardia que tenía el brazo ensangrentado, las garras de un halcón se clavaban filosas sobre su piel.

- Su majestad, es un mensaje del reino norte.

Jungkook caminó hasta el guardia y con cuidado quitó la carta que el halcón tenía sujeta a una de sus patas.

Regresó a su trono bajo las curiosas miradas de los ancianos, desdobló el trozo de papel y leyó. Una sonrisa maliciosa tiró de las comisuras de sus labios.

- A la primera floración de los cerezos, el rey del Norte nos elogia con su grata visita.

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Otro capítulo mas. Espero les guste. 💜

"IMPURE" Reyes De Sábala (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora