CAP10

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El cuerpo del joven rey tembló cuando el sonido estrepitoso de las puertas siendo azotadas retumbó en las cuatro paredes de sus aposentos, ni siquiera  tuvo tiempo de salir de la cama por cuenta propia, pues un fuerte tirón lo obligó a incorporarse y ahogó un gemido ante el dolor que le causó el ser tratado con total brusquedad.

- ¡¿Qué fue lo que hiciste?! – su esposo, el rey Jeon, le preguntó a gritos, su expresión desfigurada por la ira no hizo más que intimidarlo - ¡Responde!

- Su majestad – sus labios temblaron y sus ojos se nublaron por las lágrimas, el nudo en su garganta no le permitió hablar como anhelaba por lo que el tiempo en silencio llevó a malas interpretaciones.

- ¡ME TRAICIONASTE! ¡PERMITISTE QUE ALGUIEN MÁS TE TOCARA INCLUSO ANTES QUE A TU PROPIO REY!

Un grito lleno de dolor escapó de entre sus labios cuando las manos del rey golpearon sus mejillas sin pena alguna.

- Sabes como pagan los que me traicionan, Park, desde este momento quedas relevado de tu cargo.

- Jun-Jungkook, no – trató con las míseras fuerzas que le quedaba aferrarse a su rey, pero este solo lo apartó haciéndolo a un lado bruscamente.

- Suéltame y no tientes a tu suerte, todavía estoy considerando el matarte con mis propias manos, a ti y a ese bastardo que esperas.

A pesar de su vista nublada pudo ver perfectamente el momento en el que su esposo, el rey Jeon, abandonó sus aposentos, así como también pudo escuchar a la perfección sus órdenes dirigidas a los guardias, ninguno de ellos tenían permitido obedecer cualquier mandato de su parte. El rey Jeon  acababa de cumplir su palabra.

La noche llegó con una fuerte tormenta donde los relámpagos rugían como leones rabiosos en el cielo, la lluvia y el frío entraban por el balcón al estar estos abiertos, pero era lo último en lo que Jimin podría pensar ahora mismo, sentado en un rincón del amplio lugar se mantuvo con la mirada perdida mientras su mente viajaba una y otra vez a aquella noche, recordar sus desgarradores gritos pidiendo auxilio incrementaba el dolor en su pecho y el odio hacia la vida, el resentimiento que empezaba a apoderarse de su ser poco a poco fue nublándole la razón hasta que no lo soportó.

- ¡AAAAAAAAHHHHHH! – gritó con todas sus fuerzas, desgarrándose la garganta de paso, sus manos hecho puños golpeaba incesantemente su vientre bajo, queriendo, deseando… solo intentando quizás - ¡¿POR QUÉ A MÍ?! – gritó dirigiéndose al cielo, mirando, esperando con desesperación una respuesta que sabía no iba a llegar. Entre llanto y mas llanto continuó con eso que por un instante se le había atravesado por la mente y que sin pensarlo intentó hacerlo realidad…

O lo hizo.

Gritó cuando un punzante dolor lo atravesó haciéndole arquearse y buscar con desesperación de donde aferrarse, intentó llegar a su cama arrastrándose pero eso no hacía mas que incrementar el dolor, sus gritos desgarradores eran acallados por los relámpagos en la tormentosa noche, quería morir, quería muchas cosas y sabía que una vez más nada se le concedería.

La luz de un relámpago le permitió ver el charco de sangre en el piso y parte de su ropa, lloró, esta vez sin saber exactamente la razón, la confusión era grande porque no sabía que era lo que realmente sentía, ¿Tristeza? ¿Pena? ¿Libertad? Lloró hasta caer desmallado.

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Cuando la noticia del fallecimiento de su futura reina llegó a su palacio, fue un trago amargo que tuvo que tragarse, pero cuando los reyes Park le propusieron una nueva oferta, no pudo evitar no sentir interés, su respuesta fue inmediata en cuanto vio el rostro de aquel pequeño doncel, tan delicado y hermoso, sus ojos brillaban en inocencia pura, su sonrisa tan cálida como el primer rallo del sol y su voz, tan melodiosa como los catares de los pajarillos en primavera, cuando probó sus labios por primera vez no pudo evitar compararlo con el néctar dulce de una flor.

El primer sentimiento cálido lo descubrió entre sus brazos, el primer golpeteo de su pecho lo descubrió en cuanto sus miradas se conectaron por primera vez.

Pero todo aquello se quedó como un secreto bien guardado, pues Jungkook creía fervientemente que todos esos sentimientos solo le convertían en alguien débil, y era justamente en lo que se había convertido por dejar que ese traidor aun siguiera con vida.

- Su majestad ¿Desea que me retire? – la mujer acurrucada sobre su pecho le sacó de sus pensamientos – lo noto cansado.

- No Jieun, quédate – dijo sin mirarla.

- Mi señor, disculpe mi atrevimiento pero siento que es mi deber informarle de algo.

- ¿Qué es?

- Primeramente discúlpeme por callar, pero su majestad, el segundo rey me tenía amenazada, yo… yo lo vi con alguien que no era usted en una situación muy comprometedora, mi señor…







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¿Alguien mas quiere matar a Jieun? 😁

¿Se esperaban lo que Jimin hizo? 😳

AAAHHH!! Solo nos queda 2 o 3 capítulos mas, dependiendo jeje

Gracias por leer. 💜💜





"IMPURE" Reyes De Sábala (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora