Reki era un joven maltratado y humillado por su padrastro y hermanastros. Cada día le tocaba hacer todos los quehaceres de la casa mientras lo despreciaban de constante.
Sin embargo, Reki siempre se mantuvo bondadoso y positivo, pues sabía que algú...
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Sin duda esa fue de las mejores tardes para ambos. Reki era muy buen profesor, tenía un don para hacer que hasta las caídas fueran divertidas. Estaban tan ensimismados que el tiempo se les pasó volando y no se dieron cuenta.
-"¿Crees que estás listo?"- Reki le preguntó a su acompañante.
Luego de arduo trabajo, Langa pudo mantenerse de pie en el skate sin caerse y también aprendió a impulsarse. Ahora quería probar algo más arriesgado, intentar rodar por una bajada.
-"Si."- Le respondió con un tono de determinación.
El peli azul se subió a la tabla, tambaleándose ligeramente, Reki le ofreció su mano para ayudarlo a mantener el equilibrio pero realmente quería aprender a hacerlo solo. Al inicio resolvieron que podría ser de ayuda que Langa amarrara sus pies a la tabla, así no tendría tanto miedo. Langa le pidió que lo empujara, y luego del primer impulso ya se estaba moviendo colina abajo. Era simplemente indescriptible todo el mar de sensaciones que comenzaban a inundarlo, todo era tan nuevo y emocionante. Instintivamente se llevó una de sus manos al pecho, podía sentir un fuerte latido, algo que no había sentido en un muy largo tiempo. Entonces una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa genuina. ¡Se estaba divirtiendo mucho!
Decidió mirar sobre su hombro, ahí se encontraba el pelirrojo animandolo y saltando de felicidad.
-"¡Oye Langa ten cuidado! ¡Mira al frente!"- le advirtió Reki desde su lugar.
Pero parece que se lo dijo demasiado tarde, ya que no alcanzó a enfocar su vista cuando ya se estaba chocando contra un bache. Eso provocó que cayera rodando hasta abajo con todo y patineta. El pelirrojo al presenciar aquello dio un respingo y corrió colina abajo para auxiliarlo, esa había sido una caída fea.
-"¡Oh dios! ¿Estás bien?"- le preguntó tremendamente preocupado mientras se arrodillaba a su lado, apresurabdose a desamarrar sus pies del skate.
Langa no se movía.
-"¡Enserio lo siento! Todo esto es mi culpa."
Se sentía muy mal, probablemente Langa no querría escuchar más sobre el skate. Pero pasó algo que ninguno de los dos se esperaba, Langa soltó una ligera risa que poco a poco se fue volviendo más grande. Reki sintió como una punzada en el pecho, hacía demasiados años que no hacía que alguien riera de esa manera. Además que tenía que admitir que Langa se veía demasiado lindo cuando reía.
-"¡Eso fue increíble!"- soltó el peli azul mientras se iba reincorporado algo adolorido, tenía la cara llena de raspones, la ropa sucia y pasto en el cabello.
-"Ven déjame ayudarte un poco."- Reki sacó un pañuelo limpio de uno de sus bolsillos y fue por una cantimplora que llevaba agua limpia, siempre que patinaba los llevaba con él para tratar sus propios raspones. Primero pasó el pañuelo humedecido con delicadeza por su rostro para intentar limpiar la suciedad, el otro solo se encogió por el dolor pero se dejaba hacer. Acto seguido se dedico a hacer una curación de la mejor manera que pudo.
