Dos partes de uno mismo...

3

Nueva vida.

Barry/Sebastian

-Podemos no lo se ir a Hawái?

-Para que quieres ir a Hawái?

-O tal vez a Los Ángeles si te preocupa cruzar el océano.

-Sebastián que...

-Solo no quiero pasar otro día en ese laboratorio. Corriendo en una caminadora modificada para que esos cerebritos puedan estudiarnos.

-Sus nombres son...

-Oh para que lo intenso si quiera, eres un gran Nerd. Estás más que encantado de estar en laboratorios STAR al lado de Harrison wells.

-Eso no es...

-De seguro nunca hablas de parejas o algo así porque lo tuyo son los hombres mayores, es eso Barry!?

-Sebastian'!!

Esa mañana habían desayunado, tomado varios expresos en Jitters, adelantar el trabajo del día y aún eran las 8 de la mañana. Barry debía admitir que si esto era las consecuencias de haber dormido después de ser golpeados por el rayo, no se quejaría de nuevo por nada.

Sebastián por su lado se había estado quejando más de lo usual por la mañana. El era el que se encargaba de poner a prueba sus nuevos poderes de una manera que le aseguraba a Barry también eran por el bien de la ciencia.

Mientras se preparaban para salir nuevamente a los laboratorios, Sebastián se encontraba de un humor encantador esa mañana. Claro que por encantador se refería a sacar de sus casillas a Barry.

-Si me defies la verdad tal vez deje que nos lleves de excursión a alguno de esos lados.

Barry sabía que tras las quejas de Sebastián siempre había alguna razón. Y sabía perfectamente que si le preguntaba directamente Seb evitaría hablar de ello, se dejaría de quejar y por fin dejaría de molestar.

Pero esta vez, para sorpresa de Barry, no fue una de esas ocasiones.

-Bar, sabes cual es la diferencia de ese laboratorio a cuando estamos en casa? Con Joe o Iris, incluso en la estación donde a veces nadie nos visita por horas?

-Te refieres ahora que tenemos poderes?

-No chico listo, me refiero a siempre.

Había algo de vulnerabilidad en sus palabras, eso hizo que Barry se detuviera y pensara con atención que era lo que Sebastián trataba de decirle.

Sebastián movía las manos negándose a decir algo más, dejándolo que lo analizara y no tener que decirlo en voz alta el mismo.

Fue cuando algo hizo click en su cabeza. Entendió tan claro como el agua porque Sebastián no quería ir al laboratorio.

-Seb, sabes que tengo que hacerlo como precaución, sabes lo que podría pasar si ellos o alguien...

-Eso lo se! Pero no me gusta cuando tienes que suprimirme, nunca me ha gustado.

-Tal vez no tendría que decirlo si te comportaras.

-Bo me comporto tan mal.

-Bueno, recapitulemos? Que dijiste en nuestra mente de Caitlin la segunda vez que la vimos.

-Que era bella.

-Pero...

-Que era Bella pero con esa ropa parecía salida de un convento lista para vender velas.