Dos partes de uno mismo...

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El final parte (1)

Oliver

Su cuerpo solo se había apagado.

No pudo continuar.

Había perdido por completo el control.

Oliver había despertado desorientado en el suelo de la base del equipo sintiendo dolor en su cabeza con el claro golpe que había recibido después de caer fulminado por el cansancio, la falta de sueño y como había llevado al límite a su cuerpo los últimos días.

Había pasado casi una semana desde su plática con Laurel. Después de haber confesado cada uno de sus sentimientos con la chica que alguna vez pensó pasaría el resto de su vida juntos.

Laurel jamás lo juzgo, jamás dijo nada en son a su antigua relación. Ella escucho atentamente toda su historia y al final simplemente dijo en voz alta lo que ya Oliver pensaba de si mismo.

Era claro lo lejos que habían llegado después de tantos años, no solo el hecho de que por las noches sean los encargados de hacer la ciudad más segura, si no por la confianza que oliver sabía que Laurel aún tenía con el.

Laurel había dejado claro dos cosas, pensó Oliver. El hecho de que había actuado como un completo idiota, pero más allá de eso actuó con miedo a permitirse realmente abrirse a alguien que lo aceptada con todo y su lado oscuro.

Y lo segundo, después de tratar de huir y esconderse, de tratar de auto convencerse de que podía vivir y seguir adelante, aún estaba completamente enamorado de Barry. Del héroe de Ciudad central.

Del que se había encargado por completo de alejar, del que contra cada célula de su cuerpo luchaba por alejar y no enviar un mensaje, espiar con un satélite o incluso tomar su motocicleta sin parar hasta ciudad central y tratar de verlo a la distancia tan solo una vez más.

Oliver no había hecho ningúna de estas cosas y Justo volvía en si la última vez que había estado tan cerca de Barry, de su sonrisa que parecía iluminar por completo una habitación.

No podía continuar de esta manera, sabía que si pida no importaba mucho, su pasado, todo lo que ha hecho y a los que ha lastimado solo es cuestión de tiempo para que lo alcancen. Oliver sabía que su pasado algún día lo alcanzaría y a veces se preguntaba si no era mejor que lo hiciera definitivamente y terminara con todo.

El héroe de Ciudad starling recupero lentamente el control de su cuerpo después haber permanecido en el suelo lo que pareció ser horas. Realmente las noches de extrema vigilancia y el entrenamiento hasta el cansancio estaban tomándole una factura de la cual no estaba seguro que pudiera continuar pagando.

Oliver Se había sentado tratando de recuperarse del estado en que se encontraba, miró el reloj en la pared marcando casi las 8 de la mañana.

Se había pasado toda la noche después de recorrer las calles de la ciudad entrenando, sin parar. Sin detenerse.

El solo hecho de moverse le parecía una tarea ardua y pesada en estos momentos, por lo que Oliver queen decidió solo dejarse vencer una vez más y volver a acostarse en el frío suelo del lugar.

Su mirada se encontraba puesta en el techo pero si mente estaba lejos, un destello rojo podía cruzar el horizonte de su mirada si se lo proponía y no estaba seguro si era el cansancio, el hambre o el delirio de buscar algo de lo que el mismo se encargó de alejar.

Escucho a lo lejos los pasos de alguien, la voz de alguien saliendo del elevador y fue cuando recordó que alguien podía pasarse por el lugar, el grito de sorpresa de Felicity y la voz de John lo hicieron suspirar.