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Ciudad starling

Barry/Sebastian

Se detuvo en medio del camino. No quería parar parto sabía que tenía que hacerlo. Su cuerpo reaccionaba con la misma emoción que la de barry.

Sebastián quería poner lo más pronto distancia entre la condenada mansión del arquero hijo de perra, y largarse de una vez de esta condenada ciudad para nunca volver.

En lo que a Sebastián pensaba, jamás volverían a poner un pie en este lugar.

-Bar...

Sebastián trato de llamar a su hermano, sin éxito alguno, se froto las manos sintiendo el frío aire de la ciudad, dejo la mochila que cargaba por un momento en el suelo de la carretera.

El jamás imagino que Barry pudiera confesar sus se timoneros tan pronto, no imagino nunca que Barry tomara el valor de literal lanzarse a Oliver y besarlo.

Mucho menos había imaginado lo que sucedería después.

-Barry... se que no. Que las cosas no salieron como esperabas. Pero fuiste valiente, por no guardar tus sentimientos y en verdad... en verdad creí que Oliver...

Sebastián sintió un pinchazo en su pecho ante la mention de ese nombre. El pensó que era claro que Barry se encontraba destrozado.

-Déjame volver y darle su merecido... ese hijo de...

-Podríamos volver a casa en tren?

Sebastián había sugerido que usaran su supervelocidad para regresar a Central City, pero Barry había insistido en que tomaran el tren.

Era algo noche y dudaba que hubiera algún tren a estas horas, pero entendía que el quería tomar el control y calmarse un poco.

Sebastián sintió la cascada de emociones cuando barry empezó a caminar. Sintió toda su tristeza, toda su desilusión, un corazón roto pero dolía como mil golpes.

En estos días era una rareza para ellos usar métodos de transporte normales, no veloces, y quería recordar cómo se sentía ser "normal" nuevamente. Barry le aseguró a su hermano que le vendría bien el viaje tranquilo.

Si Sebastián se dio cuenta de que Barry estaba posponiendo el regreso a casa, no hizo ningún comentario.

Había usado sus poderes para acercarse un poco a la estación, no iban a la velocidad cercana y un pr de kilómetros antes de llegar Barry se detuvo, el aire de la noche le serviría para calmar su mente.

Sebastián aún trataba de saber que es lo que iba a enfrentar. Si tendría que buscar de una vez la ayuda de Iris. Barry aún lloraba al acordarse de lo que había sucedido, estaba completamente desecho.

Llegaron a la estación y milagrosamente aún había un tren que partiría a ciudad central. Un milagro que las ciudades jamás descansen y el transporte normal aún funcione.

No había mucha gente, pero aún así barry se aseguró de sentarse lo más alejado de todo. Probó en distraerse con música, en hablar con su hermano pero solo hacía que quisiera llorar nuevamente y sus ojos ya se sentían cansados después de haberlo hecho y correr.

Diez minutos antes de que el tren llegara a la estación, el rostro de Caitlin apareció frente al juego que había estado jugando en su teléfono. O al menos intentando que lo distrajera.

No quería pensar en el beso...

No quería pensar en...

-Hey hola Cate, saludó Barry, pasándose una mano por la cara.

Dos partes de uno mismo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora